19 de enero de 2010

Síndrome de los inventarios

Síndrome de los inventarios
Osmar Laffita Rojas

LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Los almacenes de las empresas
se han convertido en museos de antigüedades. En ellos permanecen
guardados desde hace más de 20 años, recursos de procedencia capitalista
y no pocos del desaparecido campo socialista. En estos momentos se
cuantifica lo almacenado en cientos de millones de dólares. Hasta el
presente no se han instrumentado mecanismos para salir de este
atolladero que incide negativamente en la economía nacional.

La crisis se ahonda porque las decisiones de las empresas, todas
propiedad del Estado, están sujetas a directivas dictadas "desde
arriba". Por tanto, su actividad mercantil no responde al papel
regulador del mercado, no pueden realizar operaciones de compra-venta de
manera directa, su avituallamiento está sujeto a un plan anual que se
les asigna desde las instancias superiores, y reciben los insumos,
equipos y repuestos, sin importar si les hacen falta o no

Par tal motivo, resulta una burla a las leyes de la economía que algunos
dirigentes del gobierno afirmen que algunas ramas de la economía, al
concluir el año 2009 reportaron superávit y balance positivo en la
circulación mercantil, como resultado de los bajos costos, la eficiencia
y la productividad.

Este planteamiento no concuerda con la información aparecida en la
prensa del gobierno a finales de diciembre, cuando dio a conocer que al
cierre de agosto de 2009 había en los almacenes unos 13 mil millones de
pesos en mercancías. La prensa reconoció que se desconoce si muchos de
esos productos almacenados son comerciables o no.

Este anormal estado de cosas contribuye a los altos costos de los
procesos productivos. Se refleja en los elevados precios de la
producción terminada, que hacen aun menos competitiva nuestra industria.

Como nadie sabe qué recursos hay almacenados en los almacenes, los
mecanismos de contabilización e información no funcionan y además no
esta autorizada la compraventa entre las empresas, es normal que se
autorice la compra de equipos o piezas en el extranjero; cuando en
realidad los suministros necesarios ya existen en el país.

No obstante, el descontrol ha dado lugar a un lucrativo negocio. Los
equipos, partes y piezas guardados por años en los almacenes, son
sustraídos por empleados y directivos y se venden en el mercado negro.
Lo positivo es que estos suministros desviados al mercado negro permiten
el funcionamiento de camiones, autos de alquiler, tractores, bombas de
aguas, plantas eléctricas y otros medios pertenecientes a particulares.
Son estos particulares, con sus viejos vehículos, los que con frecuencia
brindan el servicio de transportación a la población, porque el
trasporte del gobierno brilla por su ausencia.

Los particulares garantizan diariamente la recogida de los productos de
los agricultores privados que se venden en los mercados particulares,
mientras en la mayoría de los agro mercados estatales casi nunca hay
mercancía.

La producción de leche alcanzada por los productores particulares en el
año 2009, comparada con la estatal, demuestra que el gobierno no es
capaz de sacarle provecho a los recursos que posee.
ramsetgandhi@yahoo.com

Noticias/Cuba Síndrome de los inventarios (19 January 2010)
http://www.cubanet.org/CNews/y2010/19_C_6.html

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