2 de octubre de 2009

Santiago para su gente

PATRIMONIO-CUBA:
Santiago para su gente
Por Patricia Grogg

SANTIAGO DE CUBA, oct (IPS) - Aún con su casa semidestruida, Isabel
García no piensa en mudarse a otro sitio. Prefiere la certeza de saber
que siempre habrá una esquina para perder los ojos en el azul del mar o
en el verde de las montañas que abrigan a la oriental Santiago de Cuba.

"Le tengo amor a este lugar donde crecí y ahora crecen mis cuatro hijos,
el barrio es bueno, bien ubicado, todo me queda cerca, mis vecinos son
buenísimos…". Esta mujer, de 41 años, enumera sus razones desde lo que
serían la sala y el comedor de la ruinosa edificación, situada en el
Centro Histórico de esta urbe, distante 861 kilómetros de La Habana.

En realidad, su motivación mayor debe apuntar a que su vivienda figura
entre unas 200 incluidas en un proyecto que el arquitecto Omar López,
director de la Oficina del Conservador de la ciudad, llama de
"habitabilidad" e intenta "mejorar las condiciones de vida" de familias
residentes en el centro histórico.

El barrio de Isabel se llama Los Maceo, donde unos 80 inmuebles se
benefician de un programa apoyado por la Junta de Galicia (gobierno de
esa comunidad autónoma de España) para la compra de material para techo
e instalaciones eléctricas y sanitarias. "Hay que ir de a poco, los
recursos son limitados", se conforma ella.

Hasta hace unos cinco meses, su casa se llovía y el riesgo de incendio o
derrumbe era permanente. "Ahora tengo un poquito más de confianza.
Duermo tranquila, con todos los cuartos (habitaciones) techados, mejoras
en la redes de agua y energía eléctrica y sanitarios nuevos. Estamos
reparando el baño y la cocina", cuenta.

El sector residencial ocupa 51,3 por ciento de las 320 hectáreas de
superficie total del casco histórico, aunque sus poco más de 16.600
locales destinados a ese fin representan sólo 15 por ciento de las casas
de toda la ciudad capital. Del total, sólo 1.053 son construcciones en
buen estado.

Otras 8.794 se encuentran en estado regular y 5.916 son inmuebles en
malas condiciones técnico-constructivas. Estudios de la Oficina del
Conservador advierten que estos inmuebles albergan un alto porcentaje de
población en situación precaria y de hacinamiento.

Sin embargo, el nivel de arraigo es grande. Una encuesta sociológica
preparada en 2000 para el Plan Maestro de la ciudad arrojó que más de 52
por ciento de los habitantes nacieron en el área histórica, 27 por
ciento procede de otros sitios, pero casi 80 por ciento son santiagueros
de origen.

Según la misma investigación, 64 por ciento de la población habita en la
vivienda actual hace más de 20 años, prácticamente el mismo porcentaje
no desea mudarse y sólo poco más de tres por ciento quiere vivir en otro
sitio. García figura entre quienes echaron raíces, pues vive en el mismo
lugar desde los siete años.

DIALOGO CIUDAD-NATURALEZA

Santiago de Cuba, segunda en importancia socioeconómica después de La
Habana, se recorta entre el mar y las montañas, lo cual le da un
carácter especial y "hace que la ciudad dialogue continuamente con el
entorno natural donde se encuentra", señala López. "Por eso decimos que
es una ciudad paisaje", añade el "conservador" de la urbe.

Sus calles céntricas, a veces sinuosas y con puntos altos y bajos se
convierten sorpresivamente en miradores naturales que permiten atisbar
la ciudad desde distintas perspectivas, detenerse lo mismo ante un
edificio aún en espera de reparación, frente a las aguas de la profunda
bahía o para ver a lo lejos la Sierra Maestra.

Ese macizo montañoso fue entre 1956 y 1958 escenario de la guerra de
guerrillas comandada por Fidel Castro contra la dictadura instaurada en
1952 por Fulgencio Batista, quien huyó del país el 1 de enero de 1959.
Por su historial revolucionario, esta urbe oriental fue nominada Ciudad
Héroe de la República de Cuba.

La singular arquitectura santiaguera muestra un rico patrimonio de los
siglos XVII, XVIII y XIX, incluida una de las viviendas más antiguas de
América, reconocida como la que habitó Diego Velásquez, el adelantado
español y primer gobernador colonial de la isla de Cuba desde 1511.

La Oficina del Conservador, creada en 1996, tiene la misión de conservar
los valores paisajísticos, urbanísticos y arquitectónicos de la ciudad,
así como el rescate y preservación de sus tradiciones e historia. En
2008 se concluyó el Plan Maestro "una guía muy importante de trabajo",
asegura López.

Las labores de restauración se financian en parte con un fondo propio al
que tributan, con el dos por ciento de sus ingresos en divisas
libremente convertible, empresas y organismos con incidencia en el casco
histórico. También tiene un peso importante la cooperación
internacional, concentrada hasta ahora en España e Italia.

El directivo reconoce que, si bien la ciudad se ha ido recuperando, aún
falta mucho por hacer. "Podemos decir que aún tenemos 80 por ciento de
edificaciones y espacios que están desde regular a mal estado", afirma.
La rehabilitación de viviendas se redujo algo tras los huracanes de
2008, que obligaron a priorizar recursos en otras regiones.

LA CIUDAD PARA VIVIRLA

López rechaza la idea de una zona histórica remozada y bien conservada
para la mera contemplación turística. "Damos un peso muy importante no
sólo a la vivienda, sino al hábitat, al espacio público, para que la
población residente en el área viva en mejores condiciones", asegura.

Además, la urbe que concebimos, "más que un conjunto de monumentos es un
Monumento de Conjunto. Parece un trabalenguas, pero no lo es, pues se
fundamenta en la prioridad que damos a los valores que de conjunto la
ciudad posee". López incluye en ese "todo" lo paisajístico, urbanístico
y "esencialmente", las viviendas de la ciudad.

"Es por eso que los programas más importantes que tenemos en estos
momentos son de habitabilidad, para mejorar todo lo posible las
condiciones de vida a la población que reside en la Ciudad Histórica.
Hacia ahí apunta también el "proyecto centro", detenido por el desastre
climático del pasado año, pero continuaremos en cuanto haya recursos",
indicó.

Las labores de rehabilitación requieren en ocasiones desocupar el
inmueble en que se trabaja. "Si eso es imprescindible, tratamos de mover
a las personas a un lugar que mantenga condiciones similares. Ahora
tenemos también el edificio de tránsito, que permite mover una familia,
restaurar un lugar y volver a habitarlo", señaló López.

La estrategia de la Oficina del Conservador incluye el trabajo
comunitario y de divulgación, para crear "conciencia ciudadana" y lograr
que la gente se reconozca como "santiaguera" y pueda también decir cómo
quiere su ciudad, que no sea un "espectador" sino un "ente activo" del
proyecto.

"El santiaguero se siente orgulloso de su historia, de su música, de su
arquitectura, de su ciudad. Pero nosotros queremos que ese sentimiento
sea todavía más íntegro con un por ciento mayor de sabiduría por detrás.
O sea que las personas sepan la razón de ese orgullo y conozcan los
principios que lo sustentan", concluye López.

Como valor añadido, Isabel García apunta que el proyecto de
rehabilitación en su barrio ha unido a los vecinos. "Tenemos un
constante intercambio de información, nos ponemos de acuerdo para
compartir transporte y traer los materiales. En fin, nos apoyamos
mutuamente en lo que haga falta", asegura. (FIN/2009)

PATRIMONIO-CUBA: Santiago para su gente - IPS ipsnoticias.net (2 October
2009)
http://ipsenespanol.net/nota.asp?idnews=93477

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