Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) – Iba de prisa y no reparé en
el hombre que me llamaba. Sentí otra vez la voz y me di vuelta. De la
sorpresa salté a la alegría. Un hombre de buen aspecto, vistiendo un
pulóver de rayas azules y blancas, pantalón crema y zapatos negros. Me
abrazó. De la sorpresa salté a la alegría. Era Juan Carlos González,
Pánfilo.
-Coño, mi hermanito, ya estoy aquí.
Su sentencia había sido revocada días antes del concierto de Juanes, y
enviado a una clínica de desintoxicación 21 días. Lo puse al tanto del
trabajo realizado por cientos de personas en todo el mundo en su favor,
y de las ayudas enviadas de diferentes lugares. De la amplia cobertura
noticiosa que tuvo su encarcelamiento. De Jorge Salcedo, en
Massachusetts, organizador de Jama y Libertad. De los periodistas de El
Nuevo Herald, CubaNet y de los sitios web de los demócratas cubanos,
trabajando al unísono por su libertad.
Le hablé también del trabajo de monitoreo de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, encabezada por Elizardo
Sánchez, y que tuvo en Juan del Pilar un observador permanente. Del
esfuerzo de las asociaciones de abogados independientes por asesorarlo a
él y su familia.
Pánfilo agradeció con la mirada, desde el fondo de sus ojos negros.
-Voy a pasar por tu casa para saludar a tus chamacos y tu esposa.
Jorge Salcedo lo dijo una tarde: "La libertad de Pánfilo será un poco la
libertad de todos".
Cuba: Pánfilo en la calle (1 October 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/octubre09/01_C_5.html
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