22 de septiembre de 2010

Turismo social venezolano

Turismo social venezolano
Francisco Chaviano González

LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - La aprobación por el
Parlamento venezolano de un presupuesto para viajes vacacionales a Cuba
con precios solidarios, me recuerda los años 60 del pasado siglo, cuando
los cubanos comenzaron a viajar a Moscú para cursos de adiestramiento,
a estudiar en las universidades, o a conocer las bondades del
socialismo; un turismo de recompensa para los servidores de Castro. Más
tarde se estableció una especie de intercambio turístico de bajo costo.

Internamente también se instauró una especie de turismo sui géneris: los
campesinos vinieron a pasear a la Habana, y los capitalinos fueron a
visitar las diferentes comandancias de los insurrectos revolucionarios
en la Sierra Maestra. Se masificó el sistema de becas; muchos becarios
eran hijos de campesinos, por lo que comenzó a escasear la mano de obra
en la agricultura. Para aliviar el déficit se ideó el sistema de
escuelas en el campo, y detrás de ellas vino un torrente de viajeros
urbanos, familiares que cada semana iban visitar a sus hijos que hacían
trabajo "voluntario" en la agricultura. Los más pequeños también
viajaban frecuentemente a campamentos de pioneros para vacacionar.

El país quedó patas arriba con tal desequilibrio. Interpretado por
muchos como política de buena voluntad del gobierno, se fue imponiendo
el control político sobre el pueblo, despojado de sus más elementales
derechos ciudadanos. En el aspecto económico ocurrió algo similar; la
otrora azucarera del mundo se tornó incapaz de producir azúcar.

Una amiga que viajó recientemente al extranjero, contó que al regreso se
encontró en el aeropuerto de La Habana una marea de gorras rojas y
pullovers blancos que invadían las puertas de embarque; en las camisetas
llevaban un sello de la República Bolivariana de Venezuela y unas letras
impresas: TURISMO SOCIAL. Y explica la amiga: "Me acerqué a uno de los
grupos y me contaron cosas interesantísimas. Llegamos a la conclusión de
que el gobierno cubano se vende a cambio de petróleo para continuar
controlando la situación del país, mientras Chávez gana adeptos entre
los indecisos, además de convertir en incondicionales a sus votantes con
la oferta de cinco días de turismo en Cuba, subvencionándoles la mayor
parte de la estancia, gracias al turismo de bajo precio que han ideado
ambos gobiernos como un medio más de manipular a las masas".

Piensa la amiga que el tiro les saldrá por la culata, porque luego de
las excursiones programadas para mostrarles las supuestas maravillas del
socialismo, los venezolanos caminaron La Habana. "Quedaron impactados
con nuestro sistema de transporte, el hacinamiento, las colas, las
demoras para todo y la falta de aire acondicionado en nuestros ómnibus
locales. Estaban perplejos por los sueldos de los trabajadores (muy
inferiores al más bajo de América), y la mendicidad, a veces encubierta
pero generalizada".

Y concluyó mi amiga: "Los venezolanos aun no son conscientes de lo que
se les viene encima por el afán de su Presidente de calcar el modelo
cubano. Debían de observar el reconocimiento de Fidel Castro, luego auto
tergiversado, de que éste no funciona ni para los cubanos".

La experiencia del maleficio que hemos vivido deja algo claro: Venezuela
corre gran peligro, porque si Chávez se consolida en el poder, perderán
hasta su industria petrólera igual que nosotros perdimos la azucarera.
Como en Cuba, la miseria se generalizará también en Venezuela.

http://www.cubanet.org/CNews/year2010/sept2010/22_C_4.html

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