El sector turístico español se hace fuerte en Cuba pero EEUU toma 
ventaja en otros negocios
El deshielo de las relaciones diplomáticas y económicas entre Cuba y 
Estados Unidos brinda oportunidades para los intereses españoles, como 
el aumento de turistas, pero trae consigo un nuevo y potente competidor: 
Estados Unidos
La fuerte posición de España en el sector turístico cubano, donde 
controla el 40% de los alojamientos hoteleros, le asegura un buen futuro 
por el aumento de viajeros
Estados Unidos entra con fuerza en Cuba y diversificando sus negocios en 
sectores que presentan un amplio margen de crecimiento
Moha Gerehou
30/01/2016 - 19:41h
EFE
Un año después de la llegada al poder de Fidel Castro, en 1960 Cuba 
decidió nacionalizar empresas extranjeras, subir los impuestos a las 
importaciones procedentes de Estados Unidos y afianzar relaciones con la 
Unión Soviética. Dwight Eisenhower respondió con un bloqueo comercial y 
cerrando toda relación diplomática. Más de medio siglo después, Raúl 
Castro y Barack Obama dan pasos para revertir y normalizar sus 
relaciones. El desbloqueo económico de un país aislado durante más de 
cincuenta años supone una gran oportunidad de negocio, no exento de 
claroscuros.
Estados Unidos ya ha desembarcado en Cuba y son varios sectores a los 
que el gobierno de Raúl Castro quiere que fluyan las inversiones 
extranjeras. Agricultura, energía y la producción de azúcar están 
marcados en rojo, pero el turismo y el transporte también sobresalen 
como áreas por impulsar. El lento avance de las regulaciones, todavía 
lejos del libre mercado estadounidense y las barreras provenientes del 
embargo que requieren tiempo para cambiar ralentizan la llegada de 
cambios. Ni siquiera Obama lo ve claro todavía, manteniéndose a la 
espera de avances (también en materia de derechos humanos) para hacer 
una visita a Cuba que ponga la firma definitiva a uno de sus 
mayores legados en la Casa Blanca.
Los obstáculos para EEUU, que prácticamente ha tenido que empezar de 
cero en muchos aspectos, contrastan con el papel español en el país 
caribeño. Con una larga trayectoria en la isla, España es el tercer 
socio comercial y primer inversor europeo en Cuba, con una 
posición consolidada desde hace tiempo y una comunidad de residentes 
españoles que a principios de 2015 alcanzaba oficialmente los 120.000. 
Pero la fuerte presencia en la isla no evita las dudas sobre cómo 
absorberá al socio estadounidense, si podrá competir contra él y si esta 
llegada será una maldición o bendición para los intereses españoles en 
Cuba.
España se centra en el turismo cubano
Si hay un motivo por el que el turismo está en la segunda línea de 
prioridades de inversión en Cuba es sobre todo por la hegemonía de 
España en el sector. Concretamente, doce cadenas hoteleras 
españolas gestionan el 40% de las plazas de alojamiento en el país. En 
los complejos de cuatro y cinco estrellas, el dominio es aplastante: un 
90%.
Pero para alcanzar esta posición, las compañías españolas tuvieron que 
sacrificar el tener relaciones empresariales con Estados Unidos. Así lo 
dictaba la Ley Helms-Burton, aprobada por Bill Clinton en 1996 y por la 
que tratar con Cuba vetaba hacer negocio en EEUU, además de ser sometido 
a represalias legales como la prohibición de entrada a los dirigentes de 
las compañías. Básicamente, era elegir entre hacer negocio con Cuba o 
con Estados Unidos.
La nueva realidad de la isla tras el deshielo promete un boom no solo en 
la economía, que por lo pronto ya ha crecido un 4%, sino también en el 
número de turistas, que subió un 15% en 2015 respecto al año anterior, 
según las cifras que maneja el ministro de Economía cubano, Marino 
Murillo. El total de tres millones de visitantes en 2014 parece ser una 
cifra nimia en comparación a lo que viene. Según un informe del FMI, el 
deshielo en las relaciones animaría hasta a cinco millones de 
estadounidenses a disfrutar de este paraíso caribeño. A estos habría que 
sumar los viajeros de otras procedencias.
El Estado cubano, propietario de todos los hoteles de la isla -aunque 
cede la gestión a otras compañías-, sabe que a día de hoy no podría 
afrontar semejante aumento en el número de turistas,y por ello ya ha 
proyectado un plan de creación 24.000 plazas hoteleras más para 2020.
Cadenas españolas como Meliá, Iberostar o Blau Hotels se frotan las 
manos ante el aumento de la demanda y se preparan para presentar todos 
los nuevos proyectos necesarios. Meliá Hotels International, que 
gestiona una quinta parte de las plazas de hotel en la isla, ya tiene en 
mente nuevos hoteles para el futuro que ampliarán su cartera en 2.000 
habitaciones más. Además, el hecho de haber apostado por Cuba pese a la 
Ley Helms-Burton les da ahora una posición prioritaria para hacerse con 
los contratos. Asimismo, los países colindantes también suben su 
interés, puesto que de forma indirecta los cálculos apuntan a un aumento 
del 10% en el número de viajeros a todo el Caribe.
La posición española en la zona, centrada en el turismo, permite 
incluso a diplomáticos como Jaime García-Legaz, secretario de Estado de 
Comercio, atribuir a España durante un encuentro con la Asociación de 
Empresarios Españoles en Cuba un papel histórico y beneficioso para la 
isla caribeña. Especialmente, y según sus palabras, el haber "limpiado  
las cámaras de mercaderes, de empresarios de pacotilla, que iban a La 
Habana porque aquello es muy alegre. Ahora la gente que va a Cuba es 
gente seria".
En la misma línea, al término de su última visita a Cuba, José Manuel 
Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, resumió el sentir 
general de los empresarios españoles con intereses en la isla declarando 
que "no tenemos ningún temor" ante la llegada del dinero de Estados 
Unidos. Además, quiso remarcar que "las empresas españolas están 
acostumbradas a competir en todo el mundo".  El argumento de Soria se 
sustenta en que un restablecimiento de las relaciones entre la 
Administración Obama y la de Castro "es bueno para Cuba, para Estados 
Unidos para todos".
EEUU se diversifica para dominar la zona
Rogelio Núñez, profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la 
Universidad de Alcalá, es pesimista con las perspectivas de España en la 
isla. Para el académico, "va a seguir teniendo su papel, pero por 
ejemplo las empresas españolas y pymes que lleguen ahora a Cuba no van a 
ser protagonistas. Por tradición histórica, cercanía y potencia, EEUU 
será un factor decisivo y se hará con el pastel. Además, ahora se van a 
retirar de la isla países que tenían importancia como Venezuela, y eso 
al final se convertirá en una pugna entre EEUU y China".
La plena confianza en el crecimiento del turismo y la solidez de España 
en un sector relevante para Cuba contrasta con la menor presencia en 
otro ámbitos. Y es ahí, en los sectores menos explotados y con mayor 
margen de crecimiento donde Estados Unidos está apostando más fuerte, 
dejando un poco de lado el turismo para abrirse paso en segmentos 
como comunicación, agricultura, energía o alimentación. En el siguiente 
gráfico se puede ver cuáles son los ámbitos más atractivos para los 
inversores.
Son varios los ejemplos de empresas estadounidenses potentes que no han 
dudado en apostar por la isla caribeña para sus negocios en los sectores 
más con mayor futuro. La censura y el alto coste han convertido Internet 
en un derecho exclusivo para una pequeña parte de la población. La 
operadora estadounidense Verizon ha visto un negocio rentable y se ha 
lanzado al mercado cubano de la mano de Etecsa, la única compañía de 
telecomunicaciones del territorio y propiedad del Estado. Por el momento 
ofrecen servicios de 'roaming' a sus usuarios pero entre sus planes 
podría estar desplegar Internet en la isla.
En la misma línea de telecomunicaciones está IDT, que también alcanzó un 
acuerdo con Etecsa en materia de llamadas telefónicas. Incluso uno de 
los buques insignia americanos, Apple, ya comercializa algunos de sus 
productos en la isla aunque con ciertas restricciones.
En alimentación ya son varias las cadenas que, si bien ya comerciaban en 
cierto modo con Cuba, ahora pueden aumentar las cantidades ante la 
reducción de restricciones en varios campos. Para hacerse una idea, cada 
año las empresas del sector venden alrededor de 350 millones de dólares 
anuales a Cuba. La agricultura, con gran interés en el levantamiento del 
embargo para abrir una nueva ventana de negocio, también se posiciona 
fuertemente en la zona. Empresas como Cargill, agrícola estadounidense, 
ya han anunciado fuertes inversiones y un aumento en sus ventas para, 
según ellos, "vender los mismos productos mucho más baratos".
Transversalmente las finanzas van a crecer, y dos gigantes como 
MasterCard y American Express no han perdido el tiempo. En enero de 2015 
MasterCard ya anunció que comenzaría a gestionar transacciones con sus 
tarjetas de crédito en Cuba, para así posicionarse como la mayor 
compañía de crédito de Cuba. American Express por el momento solo 
permite que las tarjetas expedidas en Estados Unidos sean usadas, pero 
esperan que en el futuro, cuando esté implementado y generalizado el uso 
de las tarjetas por parte de los propios ciudadanos cubanos, se pueda 
ampliar el espectro.
La diferencia en las estrategias parece clara. Mientras España se centra 
en el turismo, donde cuenta con la experiencia y el poder necesarios 
para sobrevivir a la llegada de Estados Unidos, es en otros sectores 
donde los norteamericanos adelantan a los españoles. Ahí se muestran 
dispuestos a aprovechar los años de cierre de Cuba al exterior para 
posicionarse y ser los nuevos dueños de todos los sectores -excluido 
turismo por el momento- de la economía cubana.
Source: El sector turístico español se hace fuerte en Cuba pero EEUU 
toma ventaja en otros negocios - 
http://www.eldiario.es/economia/sombras-Espana-deshielo-Unidos-Cuba_0_478052309.html
 
 
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