¿Otro juego sucio?
Martes, 26 de Marzo de 2013 03:22
Jorge Olivera Castillo
Cuba actualidad, Habana Vieja, La Habana, (PD) El hecho que a Yoani
Sánchez, Rosa María Paya, Berta Soler, Orlando Luis Pardo y Eliécer
Ávila, se les haya permitido salir fuera del país con boleto de regreso,
no es motivo para batir palmas. En eso de sacar cartas bajo la manga, el
régimen cubano tiene un historial respetable.
Habría que ver si son tan indulgentes en el caso de que los mencionados
quisieran volver a viajar al exterior en el futuro.
En torno a esto, también pienso que el gobierno logra ciertas ventajas
en el plano mediático al reforzarse las matrices de opinión que tienden
a abordar, con demasiado entusiasmo, las medidas aperturistas aprobadas
por Raúl Castro.
Además tales permisividades no representan un desafío fronteras adentro.
Por otro lado, es casi seguro que los controles alrededor de estas
personas aumentarán notablemente y por supuesto que peor la pasarán
quienes decidan enrolarse en sus respectivos proyectos.
Cuesta creer que Raúl Castro haya tomado a la ligera un asunto de máxima
prioridad en el tablero autoritario. No fue al azar que el tema estuvo
engavetado por varios años. O sea, que se aprobó pensando en los costos
y beneficios.
El tiempo revelará qué se esconde detrás de la parcial apertura en un
sector clave.
Es preciso no sobreestimar los acontecimientos en torno a este asunto.
Las apariencias engañan. Por ahora, se trata de movimientos puramente
simbólicos con los cuales el gobierno podría convivir en el corto y
mediano plazo.
Hay quienes afirman que con estos viajes, las agrupaciones
contestatarias logran una mayor visibilidad en el plano internacional.
Esto, de cierta manera, constituye una apreciación relativa.
En los centros de poder mundial se conoce con pelos y señales lo que
ocurre en Cuba desde hace bastante tiempo. Desafortunadamente, lo que
termina imponiéndose es una visión estereotipada e indolente de lo que
sucede dentro del país en cuanto a las sistemáticas y flagrantes
violaciones de los derechos humanos.
Basta mencionar los informes que hace más de dos décadas realiza la
Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que
dirige el veterano líder cívico Elizardo Sánchez, para conocer de
primera mano los pormenores de la represión.
En aras de la objetividad, no es justo demeritar la importancia de los
viajes, y sobre todo, el hecho de que todos regresan. Sin dudas, es un
discreto paso de avance en el contexto insular.
Veremos si se mantiene la puerta entreabierta. Lo que no pueden, aunque
lo deseen, es proceder a su clausura definitiva.
No se deberían borrar las sospechas de que el régimen haya preparado la
escena para montar otro juego sucio. Hay que convencerse de que la élite
no se va a suicidar. Entonces, por lógica, el gobierno tiene sus
utilidades en este gesto que años atrás parecía una quimera.
A modo de conclusión, es oportuno subrayar que la transición a la
democracia no está al doblar de la esquina. Todavía falta un buen tramo
por recorrer. Lo que se ve a simple vista son las coartadas para ganar
tiempo. Es evidente que el liderazgo histórico maximizará sus artimañas
para conservar la génesis de una ideología marcada por la obsolescencia.
Las nuevas regulaciones migratorias, con sus listas negras, son parte
del diseño.
Para Cuba actualidad: oliverajorge75@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/6911-iotro-juego-sucio-.html
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