Hugo Chávez, el heredero perdido de Fidel Castro
marzo 5, 2013
Por Isaac Risco
HAVANA TIMES (dpa) — Con la muerte de Hugo Chávez, también Cuba ha
perdido al gran líder político que añoraba tras la lenta desaparición
pública de Fidel Castro. Admirador confeso y amigo íntimo del
revolucionario cubano, el venezolano fue la persona que mejor encarnó
las ideas de Castro en las últimas décadas en toda América Latina.
Chávez se encargó no sólo de socorrer con petróleo a la atribulada Cuba
de las penurias económicas, sino también de insuflar aire fresco a las
ideas políticas de Fidel. Si Castro fue para Chávez el gran modelo a
seguir, también Chávez fue para Castro su heredero ideal en las tribunas
del subcontinente.
"Para mi hermano Chávez, campeón olímpico de nuevas ideas socialistas",
le escribió el ex presidente cubano al venezolano en la dedicatoria de
un libro que le regaló en 2006 en La Habana. "Fidel siempre ha sido un
Quijote (…), pero un Quijote victorioso, invencible", decía por su parte
Chávez sobre su "amigo" y "mentor".
Ambos se conocieron hace más de 18 años. En 1994, tras salir de prisión
por el fallido golpe de Estado de dos años atrás, Chávez viajó
directamente a La Habana a buscar consejo para su futuro político. Tenía
previsto, además, pedir una entrevista para conocer en persona a su
ídolo. Castro, recuerdan testigos, se presentó sin embargo por sorpresa
en el aeropuerto para recibir él mismo al entonces desconocido militar
venezolano.
Con su fino olfato político, el revolucionario cubano había reconocido
temprano al futuro líder de masas. "Esperé a Chávez en el aeropuerto, lo
conduje al lugar de su hospedaje y conversé con él durante horas,
intercambiando ideas", recordó el propio Castro hace unos días en una
carta sobre el presidente venezolano, teñida ya de pesar por la
inminente muerte de su discípulo.
No sólo los ideales de izquierda unían a ambos, sino también su
particular estilo de hacer política. Tanto Castro como Chávez
construyeron aparatos de gobierno modelados en torno a su persona. Y los
dos eran ídolos de masas consumados, que encadilaban a su público desde
la gran tribuna.
Brillante, agudo y carismático Fidel Castro, contundente, directo y
lenguaraz Hugo Chávez. De su mentor heredó el venezolano términos como
el del "imperio" para fustigar a Estados Unidos, y a Castro se refirió
también a menudo para enarbolar la bandera de la emancipación en América
Latina.
Si el libertador venezolano Simón Bolívar es la figura histórica que
representa por excelencia el proyecto socialista de Chávez, Fidel Castro
es posiblemente el líder político vivo al que más ha elogiado en sus
discursos.
"El nombre de Chávez se conoce y se respeta en el mundo entero", decía
Castro en su última carta al vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro.
Son palabras que bien podían servir para describir también el papel en
el que al propio ex presidente cubano le gustó verse durante décadas
como líder de los movimientos emancipadores del Tercer Mundo.
Chávez fue la figura que sucedió a Fidel Castro como icono de la
izquierda latinomericana cuando la imagen del cubano empezaba a
desgastarse. "Lo quiero por sobre todas las cosas", dijo sobre el
venezolano a la agencia dpa este año el astro del fútbol argentino Diego
Maradona, admirador declarado de Castro.
Las visitas de famosos cautivados por las revoluciones latinoamericanas,
reservadas en los 60 a Fidel Castro, también empezaron a llegar a
Caracas a comienzos del siglo XXI. El cineasta Oliver Stone, el actor
Sean Penn o el filósofo Noam Chomsky son o fueron algunos de los más
conocidos admiradores de Chávez, así como en otra época lo eran
Jean-Paul Sartre o Julio Cortázar del líder cubano.
La solidaridad de Chávez con Cuba no se limitó a las declaraciones
públicas. Caracas apoya desde hace años a La Habana con unos 100.000
barriles de crudo diarios, vendidos en condiciones muy favorables a
cambio de servicios médicos y educativos de la isla en los barrios más
pobres de Caracas y otras ciudades venezolanas.
Cuba y Venezuela "son una sola nación", dijo también en alguna ocasión
Chávez, artífice del concepto de la "Venecuba" como corazón del bloque
socialista latinoamericano.
Por eso, la evolución de la salud de Chávez fue seguida siempre con
especial interés en la mayor de las Antillas. "Chávez está malito", se
podía oír en las calles de La Habana durante sus últimos días de vida,
cuando los partes médicos apuntaban ya a lo peor.
Acostumbrados a que los detalles sobre la salud de Fidel Castro sean
guardados como secreto de Estado, los cubanos comentaban con avidez lo
poco que se conocía al final sobre la enfermedad de Chávez.
El gobierno de Raúl Castro garantizó al presidente venezolano siempre la
máxima discreción para su tratamiento médico. Chávez se operó cuatro
veces en la isla y la visitó en decenas de ocasiones para recibir
quimioterapia y radioterapia.
En la época de sus primeras convalecencias en La Habana, el líder
venezolano solía todavía contar las visitas que Castro le hacía para
acompañarlo en el hospital. "Aquí viendo el juego con Fidel!!", escribió
Chávez en su Twitter durante la Copa América de 2011.
Castro fue también el encargado de comunicarle en junio de 2011 que
tenía cáncer. "Primero es la vida para un revolucionario, Chávez",
recordó el líder venezolano las palabras de Fidel, el día en el que
lloró frente al espejo al conocer el diagnóstico. Y ahora que el cáncer
le ganó definitivamente esa batalla a Chávez pese a los cuidados de la
Cuba de Fidel, quedará también por ver cómo afectará ello al veterano
revolucionario cubano a sus 86 años.
http://www.havanatimes.org/sp/?p=81154
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