25 de noviembre de 2012

Santiago después de Sandy parece no ser el mismo

Santiago después de Sandy parece no ser el mismo
noviembre 25, 2012
Dariela Aquique

HAVANA TIMES — Muchos se preguntan cuál es la situación real actual en
la ciudad de Santiago de Cuba, a un mes del paso del huracán Sandy.

Como es lógico, los reportes oficialistas hablan solo de los "grandes
pasos" de avance en la restauración y recuperación del emporio oriental.
Y vale destacar que, aunque las autoridades han trabajado, y trabajan en
este sentido, no es tan óptimo el estado de reparación que anuncian los
medios.

Está activado todavía el Consejo de la Defensa Civil en la provincia.
Pues no se ha declarado finalizada la fase recuperativa. Quedan también
restos de árboles, gigantes raíces y escombros en muchas calles (sobre
todo en las barriadas y zonas periféricas).

El servicio eléctrico se ha devuelto en su mayoría, pero no en su
totalidad. Y el alumbrado público solo ha sido restablecido en las
calles y avenidas más céntricas. Asimismo persisten afectaciones en la
prestación telefónica.

Santiago después de Sandy parece no ser el mismo. No solo por sus calles
azotadas por el fuerte sol tropical, que ya sus copiosos arboles no
pueden evadir. No por las cúpulas caídas de su catedral, o por mostrar
más derrumbes de la cuenta. Santiago, parece no ser la misma, porque
algo en su gente cambió.

Son diversos los estados de opinión respecto a ciertos aspectos sociales
que movieron los vientos de Sandy.

En las primeras horas después de la catástrofe y días después, fueron
hechas varias detenciones a individuos inescrupulosos que habían
aprovechado el suceso para saquear tiendas, mercados, escuelas y otras
instalaciones.

También fueron procesados otros, que en medio de la penuria y caos de
los primeros días, vendían comestibles y artículos de primera necesidad
(por ejemplo: panes y velas) a precios excesivos en el llamado mercado
negro.

A las semanas, empezaron las ventas de materiales de construcción para
los que sus viviendas sufrieron daños. Como es lógico pensar, los más
afectados fueron las personas de más bajos ingresos y peores condiciones
de hábitat.

Las quejas de la población se hacían un enorme y ensordecedor lamento,
cuando se dijo que los materiales se venderían al mismo precio que
tienen en condiciones normales. Ejemplos: 1 teja de fibrocemento 105
pesos y 1 teja de zinc hasta 500 pesos (según el tamaño).

La gente debía pedir un crédito para pagar estos enseres y después les
serían descontados gradualmente de sus salarios. Parece que el estado de
inconformidad se hizo sentir tanto, que se tomó la decisión de que el
Estado iba a asumir el 50% de los costos de estas ventas. Lo que ha
calmado un poco los ánimos.

La distribución de los alimentos, es otro tema peliagudo en Santiago.
Después de Sandy han sido muchos los aviones que han llegado desde
diferentes países con ayuda humanitaria para la población santiaguera.

De alimento sobre todo han sido los envíos. Pero una cosa es lo que dice
el noticiero y otra, bien diferente lo que llega a las mesas de los
santiagueros.

¿Qué tú crees?

Santiago después de Sandy parece no ser el mismo - Havana Times en
español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=75775

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