Algo de corrupción y de poder absoluto
Lunes, 19 de Noviembre de 2012 00:40
Cuba actualidad, Managua, La Habana, (PD) El Partido Comunista de China
tuvo entre los temas de su XVIII Congreso la corrupción dentro de sus
filas. El asunto, al parecer, ha alcanzado niveles demasiado
escandalosos entre los altos funcionarios de esa agrupación gobernante
en el llamado "gigante asiático".
Hace siete años, en noviembre de 2005, durante una comparecencia pública
en la Universidad de La Habana, Fidel Castro, aseguró que la corrupción
en la isla podría destruir a la llamada revolución cubana.
Con anterioridad a esa fecha, Raúl Castro, en una reunión de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, había hablado -aunque no se hizo público-
sobre ese mismo asunto.
El diccionario define la palabra corrupción como "mala costumbre o abuso
ilegal". Pero el asunto va más allá y cae totalmente dentro del campo de
la moral, porque si la ley permite la corrupción, entonces no hay nada
punible o condenable dentro de ese tipo de código.
Tras el triunfo de los guerrilleros en enero de 1959, se dictó una Ley
de Recuperación de Valores del Estado. Presumiblemente, esa legislación
tenía como objetivo reintegrar a las arcas públicas todo lo que los
funcionarios del régimen anterior habían obtenido de manera ilícita. Sin
embargo, se convirtió en un gran saco donde se depositó hasta lo logrado
por algunas familias ilustres desde la época del descubrimiento, pero
que presuntamente habían comenzado sus fortunas mediante el saqueo a las
posesiones de nuestros habitantes primitivos. Y para toda esa operación,
que duró algún tiempo, se creó hasta un ministerio; fue legal porque
estaba basada en una ley.
Poquito después se hizo la Primera Ley de Reforma Agraria, en virtud de
la cual un buen número de campesinos recibieron pequeñas parcelas de
tierra, a la vez que se limitó la cantidad máxima de tierra que una
persona jurídica podía poseer. De esa manera el latifundismo quedaba
aniquilado. Pero unos pasitos más adelante, se dictó la Segunda Ley de
Reforma Agraria, y entonces el Estado se apoderó de casi todas las
tierras de labranza.
También hubo una Primera Ley de Reforma Urbana, donde el pago de renta
por las viviendas quedó reducido a la mitad. Pero, luego llegó la
Segunda Ley de Reforma Urbana, y el Estado se convirtió en dueño de
todos los inmuebles. Y todo eso fue legal porque estaba basado en la ley.
Siempre hemos escuchado decir que lo que hacía Robin Hood, era bueno,
aunque todos sabemos que su actividad era contraria a las leyes. Pero
¿qué hubiera ocurrido si Robin se hubiera convertido en rey? Lo más
probable es que hubiera hecho nuevas leyes, y le hubiera entregado
tierras y parcelas de poder a sus seguidores. A cambio de ello esperaría
lealtad absoluta. Y todo sería legal.
Con el comunismo ocurre otro tanto. El Estado primeramente se apodera de
todo. Luego hace y deshace con los recursos de la nación, que deberían
ser de todos, lo que le da la gana sin rendir cuenta a nadie, y todo
está dentro de la legalidad.
Hablan de corrupción cuando algunos de sus conspicuos representantes se
salen de la línea que ellos mismos han trazado. Entonces, creo, el
corrupto es el sistema. Por lo tanto ningún Estado, chino o cubano,
regido por esa ideología podrá exterminar, ni siquiera controlar con
efectividad, la corrupción.
Foto: Edificio en el número 106 de la Avenida de Wangzhi, actualmente
número 76 de la Avenida de Xingye, en el que se inauguró el I Congreso
Nacional del Partido Comunista de China. Wikipedia
Para Cuba actualidad: fornarisjo@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/5780-algo-de-corrupcion-y-de-poder-absoluto.html
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