25 de septiembre de 2015

La represión contra la ciencia

La represión contra la ciencia
WALDO FERNÁNDEZ CUENCA | La Habana | 25 Sep 2015 - 11:33 am.

Oscar Antonio Casanella Saint-Blancard, bioquímico investigador del
Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, habla de cómo es
presionado por su amistad con disidentes y se le impide realizar
plenamente su trabajo.

Todo comenzó por una fiesta a su mejor amigo Ciro Díaz a finales de
2013. Ciro Díaz, además de ser graduado en Matemáticas de la Universidad
de la Habana, solo tiene una cualidad singular: es disidente e
integrante de la banda musical Porno para Ricardo. Enseguida vinieron
las amenazas de la Seguridad del Estado de llevárselo preso si realizaba
la actividad.

Luego vinieron las acusaciones en su trabajo de "mercenario" y
"anexionista". Pero en ningún momento este joven, bioquímico de
profesión, se amilanó y contrario a lo que deseaban sus represores.
Oscar Antonio Casanella Saint-Blancard ha mantenido sus vínculos de
amistad con Ciro y otras figuras de la oposición.

Casanella dio a conocer su caso al proyecto independiente Estado de Sats
y además fue detenido durante la ola represiva desatada por la
performance de la artivista Tania Bruguera a finales del pasado año.
Desde ese momento el acoso de la Seguridad del Estado a su persona no ha
cesado, principalmente en su centro laboral: el Instituto Nacional de
Oncología y Radiobiología (INOR), donde funge como investigador.

Hablamos de su actual situación laboral y de la difícil situación del
sistema de salud cubano. A pesar de los difíciles momentos vividos,
Oscar jamás ha perdido su sonrisa y mantiene el mismo temple de siempre,
ese que ha llevado a sus represores a tratar de acorralarlo.
¿En que situación te encuentras en este momento?

En estos momentos estoy sometido a una guerra psicológica en mi centro
laboral. No solamente yo, sino también mis compañeros de trabajo, y me
duele más por ellos que por mí, porque ya yo he perdido el miedo, pero
mis colegas no.

¿En qué consiste esa guerra psicológica?

El médico y vicedirector de Investigaciones del INOR Lorenzo Anasagasti
Angulo ha estado presionando y coaccionando a mis compañeros de trabajo,
sobre todo a los jefes de laboratorio, para que estos no me dejen pasar
a los diferentes laboratorios del Centro. Él explica que hay una
normativa laboral que dice que el acceso a estos lugares es restringido,
lo cual es cierto pero solo se aplica en mi caso, pues los demás
investigadores entran y salen de los distintos laboratorios sin
restricción alguna, mientras que a mí se me impide el acceso. Considero
que hay un trato diferenciado y discriminatorio hacia mi persona.

No es lo único que te ha sucedido…

Anteriormente a esto, en junio de este año, yo preparé un curso de
Bioinformática para estudiantes de la Universidad de la Habana e
investigadores del INOR y, después de que mi jefe inmediato lo hubiera
aprobado, a pesar de que el personal de docencia me había reservado un
aula para impartir las clases, cuando todo estaba coordinado con la
Facultad de Biología para que alumnos de esa escuela recibieran esta
preparación, este señor, Lorenzo Anasagasti Angulo, no me dio la
autorización para que el curso se impartiera.

Pero no se quedó ahí, también coaccionó a muchos trabajadores del
Instituto de Oncología para que no asistieran al curso y les ha
expresado en más de una ocasión que no conversen con mi persona. No le
bastó todas estas acciones y me dijo: "Oscar, métete en la cabeza que yo
me voy a encargar de que tú no tengas futuro en este centro y te voy a
dificultar cada cosa que pueda".

Este señor, junto al miembro del Partido Comunista del Instituto Pedro
Fernández Cabezas, me han amenazado de expulsarme del Centro solo por
mis vínculos con figuras de la oposición. Además, Anasagasti ha
presionado a mis compañeros, para que ellos le entreguen la copia del
proceso legal y la carta que yo le envié a Raúl Castro donde expongo los
artículos y las leyes violadas tanto por oficiales de la Seguridad del
Estado, por agentes de la PNR y miembros del PCC y donde exijo al
Presidente del país que se me deje en paz.

Este vicedirector le pidió toda esa documentación a mis colegas para
destruirla y expresó que eso era "propaganda enemiga". O sea, que
reclamar apegado a las leyes cubanas es , según el doctor Anasagasti,
"propaganda enemiga".

Por si esto no bastara, hace solo un mes Lorenzo Anasagasti se apareció
con dos oficiales de la Seguridad del Estado en la casa del doctor
Carlos Vázquez, jefe de la Sala de Tumores Periféricos del Oncológico y
amigo mío, para sondearlo y expresarle en tono amenazante: "Te estamos
chequeando".

Lorenzo Anasagasti es un colaborador de los represores, por lo que es un
represor más quien ocupa un cargo en un Instituto de Salud que nada
tiene que ver con esos temas. Es una persona al servicio de la policía
política cubana y para él esa función es más importante que el
desarrollo profesional y docente del INOR. Este señor ha manifestado que
prefiere que una tesis no se realice a que yo participe en el análisis
estadístico de un ejercicio académico en el Instituto.

Yo, además, soy profesor de un módulo de Biología Molecular que se
imparte a los médicos que están haciendo la especialidad en Oncología y
tengo que interactuar con una persona que coordina ese curso, pero a esa
persona le ha exigido Anasagasti que me prohíba el acceso a su
laboratorio y la presionó para que ni fuera de este hablara conmigo. De
esta manera se dificulta la interacción entre investigadores y
trabajadores, tan necesaria para brindar una docencia con la calidad
adecuada a los futuros oncólogos del país. Se sacrifica el
desenvolvimiento de la docencia y la calidad en función de reprimir.

Algunos médicos de misión en el exterior conocen del despojo a que son
sometidos sus honorarios en las misiones por parte del Gobierno cubano y
lo justifican, aduciendo que el país invierte ese dinero
prioritariamente en recursos para Oncología. ¿Cuál es tu opinión al
respecto? ¿Crees que realmente es así?

Es cierto que los tratamientos oncológicos en cualquier parte del mundo
son costosos y que, para ser un país subdesarrollado, la situación del
país no es de las peores. Pero realmente no se corresponde para nada la
función que realizan médicos, investigadores, enfermeros y personal de
servicio con los salarios que devengan y las condiciones en que trabajan.

En estos momentos el volumen de pacientes que atiende en Cuba un solo
médico es abusivo. Es una situación que afecta tanto al médico como al
paciente de cáncer, que debe esperar largas horas para ser atendido, y
ya la calidad de la atención y tratamiento no es igual. Esto se debe
principalmente a que ha habido una estampida, un éxodo muy grande de
profesionales hacia el exterior y esto provoca una sobrecarga de trabajo
en los que quedan, aunque los que más emigran del INOR son los recién
graduados no médicos, que apenas permanecen dos años entre su graduación
y su salida al exterior.

Yo trabajé hace unos pocos años en una investigación sobre metástasis
cerebrales y, de los especialistas que hicieron la investigación
conmigo, todos se fueron del país. Hubo un momento en que el INOR se
quedó sin neurocirujanos y neurólogos. Otro elemento interesante es que
cuando yo comencé a trabajar en 2004 en el Instituto había acceso libre
a internet para todos los investigadores y la situación, 11 años
después, es muy distinta. En mi departamento no tengo acceso a internet
y yo hago Bioinformática. Han restringido el acceso a internet solo para
los jefes de departamento y laboratorio, pero hay menos acceso que hace
11 años atrás.

A pesar de que el Gobierno ha hecho promesas a los médicos de mejoras
económicas como mejores salarios, posibilidad de compra de carro,
laptop, etc, varios de los médicos de mi centro se encuentran muy
pesimistas, pues escucharon las palabras del canciller Bruno Rodríguez
Parrilla en la rueda de prensa sobre el embargo el 16 de septiembre, que
confirmaron que Cuba no iba a cambiar su política interna. "A lo mejor
yo mejoro mi vida, pero el resto de mis familiares que no son médicos
van a seguir con las mismas carencias", me dijo uno de ellos. Por eso
han decidido abandonar el país en la primera oportunidad que se les
presente.

Source: La represión contra la ciencia | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1443045314_17111.html

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