Calimbados por la revolución
En el argot popular calimbar es joder, humillar, destruir, marginar
miércoles, septiembre 30, 2015 |  Víctor Manuel Domínguez	
LA HABANA, Cuba.- En estos tiempos, cuando ya no se marca con hierro a 
los esclavos, los leprosos no tienen que andar con un cencerro como en 
la Edad Media, o los judíos portar la estrella de David obligados por 
los nazis, entre otras formas del ejercicio del poder que cercenan la 
dignidad humana, ¿qué representa el término 'calimbar'?
Según expresa Graciela Pogolotti en su artículo "Qué significa 
calimbar", la marca humillante del calimbaje, similar a la aplicada al 
ganado vacuno, no es empleada por el esclavista moderno, por ser 
demasiada primitiva. Ahora es más sutil, aunque no menos alevosa.
De acuerdo con la presidenta de la Fundación Alejo Carpentier y autora 
de Las polémicas artísticas de los años 60, y Dinosauria Soy, entre 
otras obras, "los calimbados de hoy proceden del Sur y de los países 
periféricos", víctimas del neoliberalismo y otras artes macabras del poder.
La también autora del libro Ensayo de conciencia, asegura en su artículo 
que "los calimbados son los indocumentados que intentan cruzar el río 
Bravo, las masas que atraviesan el Mediterráneo, se ahogan en el mar o 
en contenedores carentes de oxígeno". Son calimbados quienes son 
tratados, de forma más sutil, como "nigger", o el equívoco "de color", 
para identificar el tono de su piel. Son quienes sufren cualquier otra 
expresión denigrante, excluyente o discriminatoria.
Cubanos somos y en la mar andamos
Al parecer, los cubanos que mueren cruzando el Estrecho de la Florida, 
se ahogan en un guacal sin oxígeno en su travesía hacia Miami, son 
comidos por los tiburones, perecen congelados en el tren de aterrizaje 
de un avión al huir de la Isla, o perdidos en la selva del Darién, lo 
hacen de pura felicidad.
Los miles de cubanos que, por el sólo propósito de abandonar el país en 
los años 60, fueron expulsados de su empleo, obligados a trabajar en la 
agricultura, a encerrarse en su hogar so pena de recibir un trompón u 
otro cualquier acto de "buena vecindad revolucionaria", ¿no eran calimbados?
¿Acaso los alrededor de 125 000 que abandonaron la Isla por el puente 
del Mariel en el 1980 no lo fueron? Las palabras escorias y gusanos, 
coreadas al compás de un fuego graneado de huevazos, pellizcos, 
pedradas, palazos y otros actos de júbilo revolucionario, ¿eran cantatas 
de múltiples elogios?
Para quienes lo hicieron hacia la Base Naval de Guantánamo, en 1995, 
¿hubo "más amor" y menos calimbaje? Los policías que, tonfa en mano, 
aupaban hacia el mar a la población, como a una dotación de esclavos 
asustados ¿no calimbaban a sus compatriotas con la marca de traidor?
Prohibirles o condicionarles el derecho a regresar, conservar la 
vivienda, un reloj de pared, una cama, un radio VEF, la mesa, los vasos, 
dos sillas o un televisor Krim, entre "otros bienes" confiscados por el 
Estado Benefactor, ¿no era calimbar? ¿O fue una muestra de amor al 
prójimo que se va?
Un canal televisivo para "gente de color"
Sin que les llamen "nigger", aunque sí "de color", la mayoría de los 
negros son calimbados si, como asegura el censo de la Oficina Nacional 
de Información y Estadísticas (ONEI), viven en la periferia de las 
ciudades, constituyen el más elevado por ciento de la población penal, y 
son los de más bajos ingresos al laborar en sectores no emergentes de la 
economía nacional, entre otras desventajas de las que son víctimas en el 
país.
Según cuenta en el documental Razas el investigador y miembro de la 
Academia de Ciencias, Esteban Morales, al insistir en que la ausencia 
del negro en los medios audiovisuales del país es un acto de 
discriminación, un amigo blanco le expresó: "No sé para qué quieres más 
negros en la televisión si tienen un canal sólo para ellos."
Al preguntarle Morales cuál era ese canal, el amigo le contestó: "Tele 
Rebelde; El canal de los deportes en Cuba."
Si estas no son formas puras del calimbaje contemporáneo descritos para 
otras latitudes por la doctora Graciela Pogolotti, ¿existe un calimbar 
diferente para los de allá y los de aquí? ¿No humilla igual sudaca que 
marielito, niche que de color, espalda mojada que balsero? ¿O no es así?
En el argot popular calimbar es joder, humillar, destruir, marginar, más 
allá de otras expresiones que definían la situación de nuestros 
antepasados. Por eso, sin importar el mar o la frontera que se 
atraviesen, ni el color de la piel o sexo, hoy miles de cubanos se 
sienten calimbados por la revolución.
vicmadomingus55@gmail.com
Source: Calimbados por la revolución | Cubanet - 
https://www.cubanet.org/destacados/calimbados-por-la-revolucion/
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