28 de septiembre de 2015

Una joven que soñaba

Una joven que soñaba
[28-09-2015 00:05:46]
Frank Correa

(www.miscelaneasdecuba.net).- Jaimanitas. La Habana. Catalina cumplió
cuarenta años y como siempre el día pasó inadvertido. Desde la muerte de
su esposo en el mar, en una balsa precaria intentando cruzar el estrecho
de la Florida, su vida se ha convertido en una ruina.
Con tres hijos, Pablo, Clara y Serafín, y la lucha incesante por
sobrevivir, el día a día ha ido apagando a aquella muchacha
emprendedora, que soñaba con ser alguien en la vida.

No pudo terminar la universidad por embarazarse y se casó con Noel, que
venía con el historial de héroe en Angola, uno de los jefes del pelotón
de artillería reactiva que puso en desbandada a las tropas sudafricanas
en Cuito.

Militó en el comité de base de la juventud comunista junto a Noel,
cuando trabajaron en la empresa de alimentos, pero por reducción de
plantilla quedaron cesantes. Ella volvió a parir y Noel comenzó a amasar
la idea de irse del país en una balsa. El primero intento fue fallido,
la policía incautó el artefacto de poliespuma y mantuvo a su marido
preso por seis días.

Al salir en libertad, comenzó a preparar otro intento. Al mes logró
tirarse al mar en un bote de corcho, con Papo el negro y la
superabuela, pero a quince millas Papo comenzó a delirar y obligó a la
tripulación regresar a tierra.

En febrero Noel lo intentó de nuevo, se tiró con sus amigos el Rasta, el
bemba, el sordo, y Artístico, pero el motor se averío y se partieron
los remos, el guardacostas cubano los llevó hasta el puesto de
guardafronteras y lo devolvieron a sus casas. Pero en su cuarto intento
la suerte se negó a acompañarlo y se ahogó a sesenta millas, en medio de
una tormenta. El sordo, que iba en la embarcación y pudo llegar a Miami
les escribió a los familiares: ¨Noel se comportó como un hombre hasta el
último instante, cuando se lo tragaron las olas¨.

Catalina estaba embarazada y casi de milagro se repuso a la tragedia.
Parió a Serafín y luchó desde ese día como una mambí en medio del
periodo súper especial que vive la isla. Los días se le van corriendo
del puesto de viandas a la bodega, a la carnicería, a la escuela,
inventando el dinero para mantener a la familia, vendiendo trapos de
cocina que cose por la noche cuando los niños se duermen, revendiendo
confituras, o lo que aparezca.

"Quisiera leer un libro… visitar un museo, ver un ballet… ¿pero en qué
tiempo? Ayer Serafín se quejó del sabor de la leche y tiró el biberón.
Pablo y Clara refunfuñaron por el almuerzo tan soso que les inventé. No
tengo jabón para lavar los uniformes. Ni para bañar a los niños. Por la
tarde no sé qué voy a cocinar. En esta semana no he podido vender ni un
solo trapo de cocina. La guerra nuclear que tanto anuncian y que el
mundo tanto teme no es más que un simple cohetico, comparada a estos
cincuenta años de socialismo".

Source: Una joven que soñaba - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5608683a3a682e14b45779bf#.VgkmeXqqqko

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