28 de septiembre de 2015

Cubanos y la homofobia - mastican pero no tragan

Cubanos y la homofobia: mastican pero no tragan
Muchos cubanos se muestran contra la homofobia, pero a la vez califican
la homosexualidad como antinatura
lunes, septiembre 28, 2015 | Ernesto Aquino

LA HABANA, Cuba.- En los últimos tiempos, resulta evidente que el
gobierno cubano ha permitido una mayor presencia en los medios
televisivos del tema de la identidad de género y promoviendo el respeto
y la tolerancia hacia la comunidad LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales,
transexuales e intersexuales).

Sin embargo, ante este cambio de actitud la sociedad cubana se agita en
una diversidad de sentimientos encontrados, frente a un gobierno cuya
ideología persiguió y combatió fuertemente la homosexualidad durante
décadas, estimulando una cultura de tradiciones machistas que perdura
hasta nuestros días.

Yogernis Ariel Pérez Ruiz es una transexual de 20 años que se
prostituye, ofreciendo sus servicios sexuales en diferentes zonas de la
capital en el horario nocturno.

Según el testimonio de Yogernis, "en Cuba hay mucho machismo; pero la
verdad es que yo no lo entiendo bien. Yo soy una 'dama de la noche' y
todos mis clientes son hombres casados. Los solteros solo son machos de
día, porque de noche son más 'locas' que yo".

Sin embargo, asegura: "Por mi experiencia, y la de muchas de mis
compañeras de trabajo, te aseguro que la conducta machista y el rechazo
social a los homosexuales es muy fuerte, aunque en la vida real son más
los que disfrutan dentro del closet que fuera de él; como por ejemplo,
la policía. Sí, porque la policía nos acosa y nos persigue, pero es para
que le paguemos. Para que nos dejen trabajar tranquilos tenemos que
pagarles 5 dólares y, alguna que otra vez, regalarles un favorcito
sexual. Mucha homofobia y discriminación, pero cuando se trata de gozar
todo el mundo quiere una tregua".

Alejandro Domínguez Moreno, de 25 años y Rodrigo Alberto Rodríguez
Verdecia de 21, una pareja homosexual con una relación de 3 años,
afirman: "Es cierto que en Cuba existe el CENESEX (Centro Nacional de
Educación Sexual de Cuba) y alguna propaganda televisiva que abogan a
favor del respeto a la diversidad sexual, pero la realidad es muy
diferente".

Domínguez Moreno, quien es Operador de Microcomputadoras, refiere: "Yo
he tenido que abandonar algunos empleos, porque me resulta muy difícil
ascender laboralmente debido a mi orientación sexual".

Por su parte, Rodríguez Verdecia, graduado de Artes Gráficas, lamenta la
persistente discriminación contra la homosexualidad, alentada por la
cultura machista. "Yo soy una víctima de esa cultura arraigada en la
mentalidad del cubano", nos dice con tristeza. "Tengo apenas 21 años y
he tenido que aprender a vivir con el rechazo de mi familia, que no me
acepta como soy".

¿Qué dice la iglesia?

A pesar de que todos los entrevistados calificaron la homofobia como
"una conducta inaceptable", dejaban claro su desacuerdo con las
prácticas homosexuales considerándolas antinaturales o contrarias a la
voluntad de Dios.

Frank Ramírez, de 59 años, es un pastor que lidera el templo "Rey de
Gloria", denominado Evangélico Pentecostal Asamblea de Dios, en el
municipio Cerro, La Habana.

El pastor evangélico declara que "el homosexualismo es un trastorno de
la moral, agravado por las teorías científicas que tratan de
justificarlo y algunos subterfugios que lo protegen como parte de los
derechos humanos; pero para nosotros los cristianos, que vivimos por la
palabra de Dios –expresada a través de la Biblia- el homosexual es
víctima de una enfermedad espiritual que puede ser curada, si quien la
padece entrega su corazón a Cristo".

Sin embargo, tanto el Pastor Ramírez como los cristianos evangélicos
entrevistados, entre ellos el Ingeniero Mecánico Carlos Alberto Madruga
Sánchez, consideran que la homofobia es "una anomalía de la conducta que
puede afectar otras áreas de las relaciones sociales, y nosotros la
rechazamos, porque nuestra misión no es juzgar, sino allanar el camino
para que todos conozcan el inmenso amor de Jesucristo".

Por su parte, el padre Manel, un sacerdote católico que oficia en la
iglesia San Juan Bosco, ubicada en el municipio 10 de Octubre, La
Habana, considera la homosexualidad como "un tema en extremo sensible
con el que hay que ser muy cuidadoso".

Apunta el sacerdote católico que "la iglesia es clara y firme cuando
desaprueba la conducta homosexual, incluyendo el matrimonio y la
adopción de niños por parejas del mismo sexo. No puede ser de otra
manera, o no seríamos consecuentes con nuestra fe en la palabra de Dios.
Dios nos ama a todos, pero no hay dudas que considera el homosexualismo
entre los pecados de muerte. Ahora bien, Dios es perfecto y solo él
puede juzgar y condenar. Nosotros, no tenemos ese derecho".

La situación económica como contexto

Otras opiniones insistieron en relacionar machismo y homosexualidad con
lo que consideraron "el caos económico que vive el país", lo que ha
incidido en el "aumento de la prostitución, donde a veces la identidad
de género es solo una justificación".

Jorge León Aballí, un Técnico en Refrigeración de 43 años, es de la
opinión de que "en Cuba, el aumento de la prostitución homosexual por
motivos económicos es visible, sobre todo de jóvenes que emigran del
interior del país hacia la capital con el propósito de encontrar mejores
opciones de vida; como por ejemplo, encontrar un extranjero que los
saque del país. Y todos esos jóvenes, de todos los estratos sociales,
necesitan a alguien que los encamine en el negocio, y es ahí donde
aparecen los proxenetas –no solo los que ya existen, sino las nuevas
generaciones que se van integrando a esa modalidad de vida."

León Aballí considera que "mucha de la responsabilidad de que el
machismo tenga un mayor arraigo en la cultura latinoamericana, y en
particular en Cuba, es precisamente la necesidad económica, que afecta
sobre todo a los grupos humanos que tradicionalmente han sido más
vulnerables, como las mujeres, los homosexuales y los que se dedican a
la prostitución".

Frank Ernesto Quevedo Martín, un Venerable Maestro Masón, de 44 años,
miembro de la Logia Habana, en Centro Habana, La Habana, considera que
la homosexualidad "se ha convertido en una moda, impuesta por la crisis
económica que vive la isla como consecuencia de la política errada y
caprichosa del régimen cubano".

El Venerable Maestro Masón, aunque asegura que está en desacuerdo con
las prácticas homofóbicas y otras formas de discriminación, es del
criterio que las relaciones homosexuales "son relaciones contra natura,
inaceptables dentro de la masonería. Entre nuestros principios
fundamentales está el ser un buen padre y un buen esposo, y eso solo se
puede lograr a través del matrimonio entre un hombre y una mujer. Como
ha sido siempre".

Según nos informó Quevedo Martín, existen en Cuba alrededor de 29 mil
miembros afiliados a la fraternidad masónica. En cuanto a los católicos
y protestantes no fue posible obtener la cifra de miembros, aunque un
trabajador que laboró en la Oficina de Asuntos Religiosos del Consejo de
Estado, y no aceptó revelar su identidad, nos informó que "la cifra de
católicos y protestantes no debe ser inferior a los 5 millones".

Muchas opiniones expresadas por hombres y mujeres heterosexuales, que
por razones de espacio no aparecen en este reportaje, mostraron su
aprobación y solidaridad con la comunidad LGBTI y en particular con los
homosexuales.

El testimonio de Susana Mas Iglesias, una Especialista en Psicopedagogía
de 62 años, resume el sentir de muchos heterosexuales entrevistados
cuando expresó: "Yo soy madre de dos muchachas, pero la verdad es que me
habría gustado tener un hijo varón, aunque hubiera tenido que compartir
con él mi creyón de labios".

Source: Cubanos y la homofobia: mastican pero no tragan | Cubanet -
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