Cuba, mucho ruido y pocas nueces
ANDRÉS OPPENHEIMER
AOPPENHEIMER@MIAMIHERALD.COM
Las negociaciones del presidente Barack Obama con Cuba para normalizar 
las relaciones entre ambos países han generado gran entusiasmo en 
círculos empresariales, y casi no pasa día sin noticias sobre grupos de 
inversionistas, abogados y emprendedores estadounidenses que llegan a la 
isla. Sin embargo, me temo que muchos de ellos van a perder hasta la camisa.
Una mirada desapasionada a la realidad de Cuba muestra que, a pesar de 
la excitación causada por la decisión de Obama de retirar a Cuba de la 
lista de países promotores del terrorismo, que abrirá el camino para que 
la isla pueda obtener préstamos internacionales, Cuba es — y seguirá 
siendo por un buen tiempo — uno de los países más atrasados de América 
Latina.
Es cierto que la apertura de Obama hacia Cuba es, en general, una buena 
idea. Y también es cierto que habrá algunas oportunidades de negocios en 
la industria del turismo. Pero el alcance de estas oportunidades será 
mucho más limitado de lo que Obama nos quiere hacer creer en su afán por 
convertir a Cuba en una victoria política que ayude a eclipsar los 
fracasos de su gobierno en Iraq, Siria, y Ucrania. Fíjese en los hechos:
En primer lugar, el ingreso nacional per cápita de Cuba es de $5,800 al 
año, casi tres veces menos que el ingreso per cápita de Chile, y muy por 
debajo de la media de $9,500 anuales de América Latina, según cifras del 
Banco Mundial.
El salario promedio de Cuba es de alrededor de $20 al mes (sí, ha leído 
bien, al mes). Eso hace muy difícil que los cubanos puedan comprar 
bienes importados, vengan de donde vengan.
En segundo lugar, la población de Cuba tiene una edad promedio de 40 
años, lo que la convierte en una de las más viejas del mundo en 
desarrollo. Esto se debe a los pocos nacimientos y la emigración masiva 
de jóvenes, que dificultará mucho que Cuba se convierta en un centro 
manufacturero o de servicios.
Peor aún, la situación demografica de Cuba empeorará en los próximos 
años, contrariamente a lo que ocurrirá en el resto de Latinoamérica.
Según John Price, director de la consultora Americas Market 
Intelligence, si lo que ocurrió en Alemania Oriental es un indicio de lo 
que ocurrirá en Cuba, "otros dos millones de cubanos se irán de la isla 
en los próximos cinco años tras el fin de las restricciones a los viajes 
al exterior".
Price añadió: "La mayoría de los que están ansiosos por irse del país 
son los adultos con buena educación, que pueden ganar sueldos más altos 
y tener más oportunidades en el extranjero. Cuba se convertirá en un 
país de viejos, con pocas perspectivas de crecimiento".
En tercer lugar, a pesar de la orden ejecutiva de Obama de abrir el 
turismo y algunas inversiones en Cuba, la dura realidad es que solo el 
Congreso de Estados Unidos puede levantar el embargo comercial de 
Estados Unidos a la isla, y no es probable que eso ocurra en el corto plazo.
Aunque algunos políticos republicanos de los estados agrícolas 
estadounidenses quieren el levantamiento del embargo para poder exportar 
a Cuba, el sentimiento mayoritario de los republicanos en el Congreso 
será negarle a Obama una victoria política que le permitiría pasar a la 
historia como el hombre que "abrió" Cuba, así como Nixon "abrió" China.
"No veo que el embargo estadounidense pueda ser levantado durante el 
mandato de Obama", me dijo Price. "No creo que pase nada en los próximos 
dos o tres años".
En cuarto lugar, aunque entrarán más dólares del turismo y las remesas 
de familiares a Cuba, este ingreso podría ser neutralizado por una caída 
de los subsidios petroleros de Venezuela, el gran benefactor de Cuba en 
los últimos años, cuya economía ha caído en picada.
En quinto lugar, como lo han aprendido tantos empresarios españoles y 
canadienses cuyas empresas fueron confiscadas, Cuba no tiene un sistema 
judicial independiente que le de garantías a los inversionistas. Y el 
propio mandatario cubano, el general Raúl Castro, está diciendo que nada 
de eso cambiará.
Mi opinión: En el futuro próximo, creo que va a pasar lo que está 
pronosticando el profesor de negocios de la Universidad Internacional de 
la Florida, Jerry Haar, quien dice \— solo medio en broma— que los 
únicos que van a ganar dinero haciendo negocios en Cuba son quienes 
organizan conferencias y seminarios sobre oportunidades de negocios en 
la isla.
Obama ha hecho bien en ofrecer negociar una normalización de relaciones 
con la dictadura militar cubana, aunque debería haber puesto más 
condiciones en materia de derechos civiles y humanos. Pero el gobierno 
estadounidense, ávido de una victoria en política exterior, debería 
evitar levantar demasiadas expectativas sobre las oportunidades 
económicas en Cuba. Por varios años, éstas serán muy limitadas.
Source: OPPENHEIMER: Cuba, mucho ruido y pocas nueces | El Nuevo Herald 
El Nuevo Herald - 
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/andres-oppenheimer-es/article22689774.html
 
 
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