23 de junio de 2014

Cineastas cubanos vs. Estado cubano

Cineastas cubanos vs. Estado cubano
AZUCENA PLASENCIA | La Habana | 23 Jun 2014 - 11:20 am.

Cineastas: 'Al Estado no le interesa el arte, solo la propaganda
ideológica. El Estado solo quiere ver de qué manera no pierde el control
sobre los cuentapropistas cinematográficos.'

Una de las batallas más intensas en el campo de las ideas es la
sostenida actualmente por los cineastas cubanos y las instituciones
gubernamentales, renuentes estas últimas a conceder libertad e
independencia a la inteligencia organizada.

Cineastas Cubanos se ha dado en llamar el grupo conformado tanto por
creadores que iniciaron su carrera (35mm) en el Instituto Cubano del
Arte y la Cinematografía Cubanos (ICAIC), como por jóvenes realizadores
independientes que asumen el digital como medio fundamental de
expresión. También incluye a muchos directores de televisión que ya han
realizado su vela de armas en largometrajes de ficción en colaboración
con el Instituto.

Sesionando en asamblea permanente en el Centro Cultural Fresa y
Chocolate ―justo frente al edificio del ICAIC, en la calle 23―, los
cineastas exigen al Gobierno una Ley de Cine que les permita producir de
acuerdo con el sistema económico vigente en la Isla, así como la
existencia autorizada de productoras independientes, lejos de la
anquilosada estructura de la estatal ICAIC, entre otras prerrogativas
afines a la gestión artística.

Los dos Manolos

Al habla con los directores Manolito Herrera (No hay sábado sin sol,
Capablanca, Bailando Chachachá), vicepresidente de la Asociación de
Medios, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba
(UNEAC), y Manuel Pérez (Páginas del diario de Mauricio, El hombre de
Maisinicú), quien junto a Fernando Pérez encabeza a los cineastas que
esperan ―y desesperan― por acuerdos y soluciones factibles, esta
reportera obtuvo la información que sigue.

'No requerimos de un pozo de petróleo'

Para Manolito Herrera, el temor del ICAIC, del Ministerio de Cultura y
de otros entes involucrados, es que "nosotros vayamos a pedir recursos
que el Estado no tiene o no está dispuesto a concedernos. La verdad es
que no necesitamos de un pozo de petróleo para echar a andar nuestra
cinematografía, hoy a la zaga de toda la que se produce en América
Latina. Y ni hablar del mundo. Pero sí hay un dinero destinado a la
Institución y este puede repartirse entre las pequeñas productoras ya
existentes y aún no autorizadas legalmente, y así contribuir a su futuro
desarrollo.

"La Ley de Cine es un asunto muy viejo, va para más de ocho años que fue
propuesta y solicitada por los cineastas, desde el VII Congreso UNEAC.
Salimos del VIII, y nada. Decepcionante. Es curioso cómo hoy las mayores
trabas para la organización en nuestra esfera —y un posible control que
sin dudas la Ley establecerá para evitar el caos de producciones
independientes—, sean las que opone precisamente el organismo que más
interesado debería estar en ello, por una simple cuestión de supervivencia."

En el VIII Congreso de la UNEAC, celebrado en fecha reciente, propusiste
que los cineastas se separaran de la Asociación de Medios, Radio y
Televisión, que se constituyeran en asociación per se, aunque aún dentro
de la Unión. ¿Tiene que ver con el grupo Cineastas Cubanos? ¿Cómo marcha
tal iniciativa?

Nada que ver, solo que la mayoría de los cineastas entrarían en esta
Asociación, cuyo perfil y proyecciones estarían más acorde con nuestra
profesión y expectativas. Este año, ya no será posible su constitución,
será más adelante, cuando la propia jerarquización y puesta al día de la
actual Asociación de Medios, Radio y TV, permita la separación, muy
conveniente para ellos también, pues deben decrecer —tienen más de 2.000
miembros en toda la Isla— para luego crecer muy selectivamente,
atendiendo a los auténticos creadores.

¿Cómo ves el cine cubano ahora mismo?

¡Muy bien! Se está produciendo muy buen cine en Guantánamo, en Las
Tunas, en Villa Clara: hay una efervescencia creadora muy difícil de
parar, gracias a las nuevas tecnologías: los jóvenes están haciendo
animados en 3D, hay de todo: ficción, documentales, videoclips, cortos
experimentales… Sobra imaginación y ganas de trabajar. Por eso la Ley de
Cine es de tanta urgencia.

Esas películas solo se ven en festivales de provincias…

Ese es otro de los problemas a resolver por la Ley: la distribución. Hay
documentales y cortos que pueden pasar por la TV y hasta ahora es mínima
la producción que accede a los canales, previa censura.

Las pequeñas productoras, ¿serán independientes de verás o seguirán a la
sombra del ICAIC?

Habrá coproducciones de muchas de ellas con el ICAIC, habrá producciones
totalmente del Instituto y seguro que habrá otras muchas cuya producción
será independiente totalmente. Ahí tienes Juan de los Muertos, de
Alejandro Brugués, premio Goya de los independientes, porque no era
producción del ICAIC. Eso te da una medida de cuál puede ser el futuro.

Y del futuro es de lo que conversamos con el director Manuel Pérez,
quien es cortés y tajante: "La Ley que fundara el ICAIC en 1959 no se
corresponde con los nuevos tiempos, sin contar que nunca llegó a ser una
ley que regulara producción y distribución, como la de otros países
—México, Argentina, Bolivia, Venezuela, etc.—. Se trata, por Cineastas
Cubanos, de encarrilar la industria, el cine cubano que se hace ya en
digital y que se hará dentro de cinco, diez años, con la nuevas
tecnologías: establecer las bases del futuro de nuestra cinematografía,
conciliar la producción estatal con la incipiente y meritoria producción
independiente que hoy es una fuerza indetenible".

El ICAIC, pues, es historia…

"Sí, una historia muy importante al punto que los nuevos cineastas
quieren su marca, que los represente internacionalmente en los
festivales del orbe, y esa es una función futura que el ICAIC deberá
asumir con un mayor nivel de calidad y riesgo artístico."

¿Qué esperamos?

"A la hora de coger el toro por los cuernos, a los desconcertados
cineastas cubanos, perplejos ante la indecisa, negligente y obtusa
conducta de las autoridades, les ha faltado valor: el valor de
comprender que al Estado ¿socialista? no le interesa el arte, solo la
propaganda ideológica, la cual no garantiza los artistas, sino todo lo
contrario. El Estado solo quiere ganar tiempo, ver de qué manera
neutraliza la posible Ley, de qué manera no pierde el control sobre los
cuentapropistas cinematográficos. Esa es la razón. Y no verla, en toda
su crudeza, es pecar de ilusos o tontos redomados."

Source: Cineastas cubanos vs. Estado cubano | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1403515226_9175.html

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