16 de julio de 2017

Cuba, para que Europa vea

Cuba, para que Europa vea
RAÚL RIVERO

Es una teoría delirante y feroz. Propone que algunos líderes de la
democracia universal desean que la vieja dictadura cubana continúe en el
poder para que el mundo vea lo que le pasaría a sus países y a sus
pueblos si se llega a instalar algún día un régimen comunista. El amigo
que sustenta esa idea, desde su casa en Cuba, la tenía en la cabeza
durante sus años de preso político y la reafirma ahora, con un coctel de
ironía, resignación y paciencia, en sus batallas en la calle por la
libertad y los derechos humanos.

Claro que se trata de un recurso de la desmesura criolla renovado en
estos días para exponer la molestia, la rabia o el enojo por el embullo
de los 26 países de la Unión Europea por poner en práctica el Acuerdo de
Diálogo Político y Cooperación con La Habana, firmado el año pasado y
avalado ahora, por amplia mayoría, por el Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Una nota suscrita en Cuba por dirigentes, activistas, periodistas y
artistas señaló de inmediato que, con esa posición, la UE ha decidido
formalmente legitimar el gobierno castrista que es responsable "del
largo y profundo desastre de nuestra tierra" y también de la
desestabilización y el conflicto que vive Venezuela.

Hemos escuchado con asombro, dice la pieza, hablar de avances, diálogo
positivo, respeto a la soberanía y otras frases que chocan contra la
realidad de la isla. Y le preguntan a los demócratas de Europa si han
sido liberados los presos políticos, si ha cesado la represión contra el
pueblo y la oposición, si los relatores especiales o la Cruz Roja han
visitado las más de 200 cárceles que funcionan en el país y si los
cubanos pueden participar en un proceso de elecciones libres y
multipartidista.

La tesis de mi amigo acerca de la voluntad de ciertos dirigentes electos
en comicios democráticos de la conveniencia de mantener viva la
dictadura cubana, tiene que ver también con la actitud de indiferencia o
de apoyo franco que el castrismo recibe de la mayoría de los jefes de
gobierno de la región. Si España, la llamada madre patria, se comporta
como una severa madrastra, no es extraño que las naciones hermanas se
relacionen con la Cuba verdadera como sus hermanastras, afirma desde la
geografía cubana.

Sí, su teoría puede verse como extravagante o forzada, lo que pasa es
que sale de su experiencia y le ayuda a ilustrar la realidad de aquel
escenario. Le puede doler, pero él y los suyos, con puntos de vista
iguales o diversos, también continúan.

Poeta y periodista cubano

Source: Cuba, para que Europa vea | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article161660398.html

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