Unidad opositora cubana, un primer paso
Es importante reconocer de ambas partes, que todos –exiliados y
residentes en la isla– tenemos derechos a luchar, influir, proponer,
decidir, votar, representar, en función de nuestras limitaciones, sin
distinciones si vivimos dentro de Cuba o vivimos en el exterior y que
todos somos "Cubanos" (con mayúsculas) con derechos y deberes idénticos
domingo, febrero 1, 2015 | Jorge Hernandez Fonseca
BELEM, Brasil . — El pasado 28 de Enero, en consonancia con el 162
aniversario del nacimiento de José Martí –apóstol de la libertad de
Cuba– hubo de celebrase en la capital del exilio cubano, Miami, un
encuentro histórico entre representantes de la oposición interna cubana
y un nutrido grupo de exiliados cubanos que acudieron a la cita de los
opositores de la isla, para encontrar de conjunto un camino que conduzca
a una unidad de acción para la libertad de Cuba.
Como aporte a semejante empeño –nacido dentro de Cuba en momentos
históricamente marcados por el acercamiento de EUA al gobierno de los
hermanos Castro– ofrezco en este texto un método de análisis para
enfocar la realidad opositora cubana, con vistas a tener un elemento
común de análisis en el difícil camino de la unidad de acción opositora
cubana.
Se propone analizar la oposición política cubana actual con base a un
modelo que contempla tres ejes principales de acción política en Cuba,
con dos polos en los extremo de cada eje. Un primer eje que tiene como
polos opuestos a EUA en uno de sus extremos y a Europa (España) en el
otro. Un segundo eje que tiene como polos opuestos a la oposición de
izquierda en uno de sus núcleos y a la oposición de derecha en el otro.
Un tercer eje que tiene a la oposición interna en un extremo y al exilio
en el otro extremo. El primer eje es el eje internacional y los otros
dos ejes son totalmente nacionales. Existe naturalmente relación entre
los polos de cada eje.
El eje internacional –EUA-Europa (España)– ha venido influyendo en la
política cubana desde mucho antes que Cuba fuera República y su accionar
es derivado de los intereses de estos dos núcleos actuando dentro la
isla (por lo cual nos incumbe como cubanos). Al mismo tiempo, es
importante reconocer que nuestra influencia en este eje es mínima,
circunstancial e indirecta.
El segundo eje –o eje ideológico– oposición de izquierda-oposición de
derecha, es netamente cubano y a lo largo de este eje se sitúan todas
las tendencias políticas opositoras. Hay que comenzar por reconocer que
todas estas tendencias tienen derecho a tener cabida dentro de la
oposición cubana. De igual manera, para el esfuerzo de acción unitaria,
es importante eliminar las diferencias internas para llegar a un punto
común entre la derecha y la izquierda opositora, que muy bien podría ser
la aceptación de "luchar por la democracia" y postergar para una
República libre e independiente, la lucha ideológica entre partidos de
derecha o de izquierda.
Finalmente, el tercer eje –o eje territorial– oposición interna-exilio
(objetivo de la reunión a que me referí al inicio) también es netamente
cubano y en apariencias el más fácil e reducir en un esfuerzo unitario
de acciones. Es importante reconocer de ambas partes, que todos
–exiliados y residentes en la isla– tenemos derechos a luchar, influir,
proponer, decidir, votar, representar, en función de nuestras
limitaciones, sin distinciones si vivimos dentro de Cuba o vivimos en el
exterior y que todos somos "Cubanos" (con mayúsculas) con derechos y
deberes idénticos.
Así, para la propuesta de unidad de acciones que se analizó en la
reunión de Miami –y referido a los dos ejes compuestos por categorías de
opositores cubanos– bien pudiera aceptarse en este esfuerzo unitario que
la denominación de los opositores de izquierda y de derecha, de los
residentes en la isla o en el exilio, denominarlos de forma conjunta
como "opositores democráticos cubanos", eliminando las categorías de
"opositor interno" y "opositor en el exilio", "opositor de izquierda" y
"opositor de derecha". Todos son "opositores democráticos cubanos".
De esta manera, dos de los ejes actualmente existentes podrían unirse en
uno solo, el eje "opositor democrático cubano", que analizaría las
acciones del eje internacional. En momentos como el actual, que EUA ha
materializado un repentino acercamiento a los hermanos Castro –materia
sobre la cual no existe actualmente consenso– debería hacerse el
análisis sin los prejuicios derivados de las posiciones de izquierda o
de derecha, de vivir en la isla o en el exilio.
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