Desentrañando los propósitos de Raúl Castro
Los acuerdos del Décimo Pleno del Comité Central del Partido Comunista 
de Cuba (PCC) resumen los pasos para la adecuación política, 
administrativa y social al propósito del general-presidente de sentar 
las bases para la continuidad del totalitarismo
jueves, febrero 26, 2015 |  Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba -Los acuerdos del Décimo Pleno del Comité Central del 
Partido Comunista de Cuba (PCC), efectuado el 23 de febrero, anunciados 
mediante una escueta nota en los medios de prensa nacionales, resumen 
los pasos para la adecuación política, administrativa y social al 
propósito del general-presidente de sentar las bases para la continuidad 
del totalitarismo, cuando inevitablemente el período vital se impone. 
Desde la llegada al poder, Raúl Castro ha realizado cambios muy 
limitados para procurar sobrepasar la crisis y activar la economía, sin 
lograr avances sustanciales, precisamente por las ataduras a la 
creatividad y la libertad de la ciudadanía.
La anunciada planificación de un conjunto de actividades que deberán 
realizarse en el período 2015-2018, se corresponde con acuerdos del VI 
Congreso del PCC, llevado a cabo en abril de 2011, y abarca los años de 
la prometida etapa final de Raúl Castro al frente del partido, el 
gobierno y el estado en cumplimiento de dos períodos de cinco años para 
los cargos fundamentales. En la Primera Conferencia del PCC el 
mandatario anunció que se harían ajustes a la Constitución y el marco 
legislativo complementario, entre otros asuntos para refrendar esa 
decisión. Sin embargo, no se ha efectuado la reforma constitucional, 
aunque entonces señaló que las modificaciones se podrían aplicar sin 
esperarla.
Por su parte, la convocatoria al VII Congreso del PCC para abril de 2016 
se ciñe al término establecido de 5 años entre conclaves, y servirá para 
ajustar programas, cronogramas y, sobre todo, el eventual remplazo en 
los altos niveles de "la fuerza superior de la sociedad y del Estado", 
el partido, según han establecido en la Constitución. De manera que la 
Asamblea Nacional en 2018 apruebe al sustituto de Raúl Castro negociado 
en la esfera de poder, y se haya comenzado a habituar a los cubanos y la 
comunidad internacional.
Por su parte, la nueva Ley Electoral, también anunciada en el VI 
Congreso del Partido, aún no se conoce, ni siquiera como proyecto. De 
ahí que para las llamadas elecciones parciales de abril, dentro de dos 
meses, previsiblemente no se aplicará. Al parecer la ley se contempla 
para las elecciones generales, cuya fecha todavía se desconoce. En 
realidad, el método de aprobación expreso y por unanimidad ha sido 
incontestable en Cuba desde 1959, y el proceder hasta el momento no 
augura unas elecciones generales propiciadoras de libertad y 
democratización.
De manera similar ocurre con la nueva División Político-Administrativa 
prevista, sobre la cual solo se reitera el objetivo de fortalecer el 
papel del municipio. No importa la opinión de la población, que se ha 
habituado a despertarse siendo ciudadanos de un lugar con otro nombre. 
En definitiva en Cuba no se puede protestar por esas "nimiedades" que 
llenan de orgullo a los naturales de un terruño. Hace años que quienes 
fueron orientales durante siglos, se convirtieron en habitantes de 5 
provincias, o municipios de La Habana y Pinar del Río se elevaron a las 
provincias experimentales de Artemisa y Mayabeque. La cantidad de 
cubanos tiende a decrecer, pero el entorno se subdivide para reproducir 
municipios y provincias.
Si la eficiencia, la producción, y calidad y nivel de vida se 
incrementaran al unísono sería maravilloso. Se dice que el propósito es 
que el municipio disponga de la autonomía necesaria, sustentada en una 
sólida base económica, solo que no se expone como y cuando se alcanzará. 
Parece que se pretende lograr con la generalización del nuevo modelo de 
funcionamiento de los Órganos Locales del Poder Popular que se 
desarrollará simultáneamente con los estudios y la implementación de la 
nueva División Político-Administrativa, experimental en Artemisa y 
Mayabeque.
El último asunto enunciado fue la información brindada sobre el estado 
actual de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, por Bruno 
Rodríguez, Canciller y miembro del Buró Político. El lector quedó en la 
intriga, como en las obras de suspenso, sobre un asunto tan importante y 
que ha sido tema de alegría y esperanza entre los cubanos. Posiblemente 
la acogida y la ventana de oportunidades abiertas a la población 
preocupan mucho a la dirección del país, que encara un mayor deterioro 
de su credibilidad si limita o impide los beneficios que reportarían.
Las campañas propagandísticas hace tiempo que no calan en la gente, 
mucho menos ahora cuando desde el gobierno de Estados Unidos se abre la 
política pueblo a pueblo. También se resentiría notablemente el impacto 
positivo que ha tenido el paso de Raúl Castro en el contexto 
latinoamericano, caribeño e internacional en general. En pocos días se 
realizaría la segunda ronda de conversaciones para el restablecimiento 
de relaciones diplomáticas y otros temas de interés, y la Cumbre de 
CELAC en Costa Rica, de ahí la connotación de saber la disposición de la 
parte cubana.
Source: Desentrañando los propósitos de Raúl Castro | Cubanet - 
http://www.cubanet.org/opiniones/desentranando-los-propositos-de-raul-castro/
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