26 de noviembre de 2012

La familia Figueredo

La familia Figueredo
Lunes, Noviembre 26, 2012 | Por Frank Correa

LA HABANA, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -En Palma Soriano, la
familia Figueredo no encuentra manera de salir de la crisis, dejada
por el ciclón Sandy de octubre pasado, que acrecentó ése otro ciclón
fuerza cinco, llamado período especial, estacionario en Cuba desde hace
veinte años.

Pedro Figueredo, Perucho, un tataranieto del patriota de igual nombre
que desde la montura de su caballo escribió el himno nacional, está sin
trabajo hace casi una década, cuando firmó el Proyecto Varela que
solicitaba al gobierno la celebración de un plesbicito. Era ingeniero
mecánico de la Marina Mercante, había descubierto en sus viajes por el
mundo la tragedia del socialismo y eso le costó el puesto, y más tarde
la libertad, condenado a 4 años de trabajo correccional con
internamiento, castigo enmascarado bajo una causa común, una escaramuza
de la policía política como represalia a sus ideas, que también
arrastró a su hijo Michel a la cárcel.

Perucho sobrevive de sus conocimientos de mecánica. Arregla
automóviles, motos, lavadoras, ventiladores, cafeteras, cualquier cosa.
Cobra barato porque dice que la gente no tiene dinero y él no es un
explotador. Lo poco que gana lo emplea en comida para la familia, y en
petróleo, el combustible de la cocina.

Su madre Tomasa tiene ochenta y ocho años, fue mensajera en la Sierra
Maestra y les cocinó los últimos meses de la guerra a los rebeldes de la
columna 9. Mantiene fijación con la sopa de vegetales, la comida de la
guerrilla. Conserva también el mismo espíritu revolucionario de combate,
de aquella tropa mítica a las órdenes del comandante Hubert Matos, que
derrotó a la tiranía de Batista.

Dice Tomasa que ahora su tropa es su familia, y el enemigo los
precios, que andan por las nubes, y la desconsideración social, que no
tomo en cuenta si eres una viejita, un enfermo, un minusválido, lo que
importa es el dinero. Mientras sirve la sopa de vegetales, la vieja
luchadora le recuerda a su tropa, que vencerle el día al enemigo es la
única misión posible.

Michel Figueredo de 30 años, nieto de Tomasa, hijo de Perucho, fue
arrastrado burdamente en la causa de su padre sin haber visto siquiera
la moto, móvil del delito, traída a la casa por un amigo para
repararla y venderla, y que resultó ser robada. En aquel momento
Michel aún no había firmado el Proyecto Varela, pero había manifestado
en público su entusiasmo por la idea que mediante su firma, ayudara a
solicitar una consulta a un gobierno tan inconsulto. Y eso fue suficiente.

La familia Figueredo es una más de las tantas familias orientales de
linaje mambí, descendientes de patriotas protagonistas de hazañas y
epopeyas, que hoy viven en el olvido y la más absoluta miseria.

http://www.cubanet.org/articulos/la-familia-figueredo/

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