23 de noviembre de 2012

El efecto en mi vida de la muerte de Payá

El efecto en mi vida de la muerte de Payá

Soy heredero de una multitud incontable de mártires que prefirieron
morir a negarse a predicar o a vivir la fe liberadora de Jesucristo.
Cortesía de Mario Félix Lleonart
noviembre 23, 2012

El sacrificio de la vida preciosa de Oswaldo José Payá Sardiñas, y de
tantos otros mártires que le han precedido en esta modalidad de
asesinatos selectivos, lejos de atemorizarme, me estimula a seguir
adelante en mi ministerio que no puede excluir la condena a este régimen
despótico.

Cuando me despedía de mi amigo Juan Wilfredo Soto García, asesinado a
golpes en mayo de 2011, ya preguntaba quién sería la próxima victima en
uno de los post que entonces escribí, y hemos sepultado tras él a Laura
Pollán (octubre, 2011), a Wilman Villar Mendoza (enero, 2012) y ahora a
Payá (Julio, 2012).

Soy heredero de una multitud incontable de mártires que prefirieron
morir a negarse a predicar o a vivir la fe liberadora de Jesucristo, la
misma que motivó la vida y obra del insustituible autor del Proyecto Varela.

En este sentido, como seguidor de un Jesús que me dio ejemplo al no
rehuir la cruz, y que nos pide seguirle cargando también la nuestra,
hago mías, como también las hizo Payá, sus propias palabras de respuesta
ante las amenazas de muerte enviadas por Herodes: "Vayan y díganle a esa
zorra que hoy y mañana estaré expulsando demonios y curando a los
enfermos, y que el tercer día ya habré terminado.

Aunque, en verdad, hoy y mañana y pasado mañana deberé seguir mi viaje
hasta llegar a Jerusalén. Después de todo, allí es donde matan a los
profetas (Lucas 13.32-33, TLA).

Pero lo que a lo largo de la historia nunca parecen aprender las
tiranías es lo que el mismo Payá ya había advertido a los tiranos:
Cuidado con estos muertos que matáis, pueden espolear el ansia de
libertad del pueblo.

http://www.martinoticias.com/content/cuba-barroso-oswaldo-paya-/16908.html

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