Martes, 27 de Diciembre de 2011 00:51
Gladys Linares
La Habana, (PD) Dentro de las actividades autorizadas para el ejercicio
del trabajo por cuenta propia se encuentra el de carretillero o vendedor
de productos agrícolas en forma ambulatoria. Durante años, estos
vendedores han vivido al margen de la ley. Algunos se arriesgaban a
vender en las calles, pero otros tocaban a nuestras puertas para
proponernos sus vegetales, que cargaban desde los campos, exponiéndose a
ser atrapados por la policía y perder su mercancía, como les sucedió a
muchos.
Hoy los vemos empujar sus carretillas y pregonar por las calles, o en
locales alquilados y acondicionados por ellos como vendutas. Ahora bien,
a pesar de tener licencia para ejercer este tipo de actividad, el
conflicto se presenta a la hora de adquirir la mercancía. Por eso, se
concentran en los alrededores de los agromercados, en espera de algún
camión de viandas o vegetales para comprarles a los intermediarios,
porque no tienen un mercado mayorista a dónde acudir, y los campesinos
no pueden venderles. Otra opción sería comprarles a los agricultores
privados, pero aún hoy las tierras arrendadas a estos desde el año 2009
se mantienen improductivas.
Entonces, a pesar de tener licencia, estos vendedores siguen al margen
de la ley. Pero como tienen el optimismo propio de los cubanos, no se
amilanan ante esta situación.
Uno de estos vendedores afirma que ahora él debería estar protegido
porque paga licencia, impuestos y seguridad social, y que alguna
solución tiene que darle el Gobierno a su situación. "Por ahora, la
policía se hace de la vista gorda, aunque nosotros seguimos como el
ratón y el gato", dice.
Sin embargo, "el Rápido", un vendedor de viandas que muchas veces ha
perdido mercancía y carretilla y ha terminado con una buena multa en la
estación de policía, además de cumplir dos años preso por peligrosidad,
dice que él no saca licencia, y sigue vendiendo, porque "de todas
formas, cuando venga el planazo, la cosa va a explotar por la compra de
la mercancía."
Estos carretilleros pululan por la ciudad, y aunque sus precios son
elevados, y su oferta es limitada, ofrecen una mejor opción que los
mercados agropecuarios, que muchas veces se mantienen vacíos.
http://primaveradigital.org/primavera/sociedad/sociedad/2983-ilegales-con-licencia
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