01-04-2011.
René Gómez Manzano
Abogado y Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- Con la salida de la cárcel de Félix
Navarro y José Daniel Ferrer ha culminado felizmente el proceso de
liberación de los presos de conciencia cubanos, que en su gran mayoría
habían sido recogidos en marzo de 2003, durante la cadena de sucesos a
la que acertadamente se le ha dado el nombre de Primavera Negra de Cuba.
No puedo dejar de señalar que el régimen ha necesitado más de medio año
para terminar de soltar a los afectados (integrantes del Grupo de los
75), cuando para detenerlos y realizar los correspondientes registros
domiciliarios sólo necesitó 72 horas. De todos modos, aquí cabe citar la
consabida frase de que más vale tarde que nunca.
Pese a que —como queda dicho— la decisión política fue adoptada muchos
meses atrás, el régimen, fiel a su idiosincrasia, siguió actuando hasta
el final como si lamentara tener que liberar a esos hombres que nunca
debió encarcelar. El pasado día 18 se cumplió un año más del inicio de
la brutal oleada represiva, pero las autoridades actuaron como si
ignoraran esta circunstancia.
Es el caso que esa fecha ha sido conmemorada sistemáticamente por las
dignas Damas de Blanco. En 2010, la celebración se extendió durante
siete días, número igual al de los años que había durado el injusto
encierro. Este mes, tomando en cuenta que sólo quedaban dos cautivos, la
recordación fue concebida para esta misma cantidad de días.
Resulta obvio que seguramente la conmemoración no habría tenido lugar si
esos dos últimos presos de conciencia hubiesen salido a la calle algunas
horas antes, pero a los castristas cabe aplicarles el refrán: perro
huevero, aunque le quemen el hocico. La innecesaria demora dio lugar a
que tuviéramos que contemplar una vez más un espectáculo bochornoso.
La modesta casita de Neptuno 963, que ya se ha ganado un lugar en la
historia de Cuba, fue asediada nuevamente por turbas organizadas y
dirigidas por el propio régimen, que instaló además altoparlantes desde
los que durante horas se consumó el acoso sonoro contra las sitiadas.
Las autoridades no tuvieron empacho en cerrar la céntrica calle.
Este nuevo atropello gubernamental ha sido perpetrado en el contexto de
otras acciones que constituyen claras violaciones de los derechos
humanos de los ciudadanos cubanos. Entre éstas cabe citar la detención
de Guillermo (Coco) Fariñas y los obstáculos a la celebración de un
encuentro en casa del dirigente placeteño José Enrique Pablo Oliva.
La protervia del régimen castrista nos obliga a mantenernos al tanto de
casos como los de estos pacíficos luchadores. La salida de prisión de
todos los miembros del Grupo de los 75 parecía presagiar el fin de la
era en que la discrepancia con el sistema constituía motivo suficiente
para encerrar cubanos, pero los actos de represión nos exigen
mantenernos alertas.
De todos modos, la culminación del proceso de excarcelación de los doce
reprimidos durante la Primavera Negra que prefirieron continuar presos
antes que marchar directamente al exilio, abre una nueva etapa en la
historia de Cuba. Estoy convencido de que esos doce valientes
desempeñarán un papel central en el proceso político de nuestra Patria.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31805
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