23 de marzo de 2011

HISTORIA DE UN SECUESTRO

HISTORIA DE UN SECUESTRO
23-03-2011.
Katia Sonia Martín Véliz
Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- En la madrugada del 18 de Marzo fui
secuestrada junto a Aimé Cabrales Aguilar en la esquina de la calzada de
Infanta y Santo Tomás a escasos metros de mi vivienda y en plena vía
pública por un una guagua con chapa de turismo en la que venían mujeres
uniformadas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y dos autos
Geely con chapa particular con agentes de la Seguridad del Estado que
vestían ropa civil, fácil de identificar por sus rostros crueles y sus
cuerpos de personas bien alimentadas.


A las cuatros de la madrugada y luego de un forcejeo entre esas mujeres
y nosotras pues nos atacaron como si se tratara de dos mujeres altamente
peligrosas nos llevaron en el Geely hacia la Cuarta Unidad del Cerro, en
Infanta y Amenidad, allí nos entraron por la parte trasera y nos
ubicaron en habitaciones distintas. En segundos apareció un individuo
que ni me percaté de los grados que tenía pues tuvimos un pequeño
altercado e inmediatamente me despojó de mi teléfono móvil y me sacó del
lugar, montándome en un carro patrullero y escoltado con una mujer de la
policía, uniformada que en sus manos portaba mi teléfono y un acta de
detención que decía "Contrarrevolucionaria" claro no así como lo acabo
de escribir sino de este forma Contra revolucionaria, calificativo que
utilizan a diario y que no aprenden a escribir.

Iniciaron un largo recorrido hasta llegar a la unidad de Santa Fe donde
fui rechazada por los oficiales de guardia cuando le mostraron el acta,
en cuestiones de minutos resolvieron que me trasladaran a la estación de
7ma y 62 en el municipio Playa más conocida por la Quinta, allí fui
directamente a los calabozos donde me hicieron una exhaustiva requisa,
tuve que dejar mi cartera con mis pertenencias incluyendo mis prendas.
Un oficial de la PNR de instrucción penal a cierta distancia me comunica
que me tengo que cambiar de ropa y se acerca con un uniforme gris y
numeración en blanco, mis palabras sólo fueron, cuando venga el de la
CIM dígale que se la ponga él, entonces me percaté de cómo los rostros
de cada uno comenzaron a cambiar y su respuesta sólo fue "no, tranquila"
allí me indicaron la celda 7 donde permanecí desde las 6:30 am del 18 de
marzo hasta 10:00pm del 19 sin ingerir agua ni alimentos como protesta
por la arbitrariedad de tal detención. Total fueron 42 horas.

En el interior de aquella húmeda celda se encontraban tres mujeres
vestidas de gris sin peinar y con los rostros tristes fumando
descontroladamente, Yenima entró por malversación llevaba en aquel lugar
mugriento 39 días no le pudieron probar tal malversación y ahora le
achacan falsificación de firma, aún sin pruebas, trabajadora de la
corporación CIMEX, una mujer de unos 39 quizás 40 años con dos hijos uno
de dieciséis años y un pequeño de tres , quien no ha podido ver todo ese
tiempo. Betty otra joven peluquera con una hija de 10 años que guardó en
su casa a un amigo una javita con unos medicamentos y resultó ser
fármacos controlados que lo utilizan como droga, ella los entregó a la
policía y ahora le espera prisión preventiva.

Yuvisnavi la otra joven de 30 años estaba de parranda con su esposo,
bebió unos tragos y comenzó a sentirse mal, fueron al policlínico más
cercano tuvieron una discusión con un policía este y dos más le dieron
una fuerte golpiza al esposo y a ella, en su cuerpo tenía las huellas y
un diente que le sacaron de un puñetazo, ella le tiró al policía una
lata de refresco por la espalda, ahora el matrimonio se encuentra
esperando la petición fiscal acusados de atentado. Al verme sin la misma
ropa que ellas comenzaron a hacerme miles de preguntas a la vez y
entablamos una larga conversación. Ya ellas conocían de quienes éramos
las Damas de Blanco y entonces le hablé de la organización a la cual
pertenezco, Partido Cuba Independiente y Democrática, nuestro propósito
y las actividades que realizábamos.

En horas de la tarde me sacaron de la celda para que la doctora me
examinara y llenara una pequeña historia clínica. Pasado un rato el
calabocero me conduce a un pequeño cuarto de interrogatorios donde me
esperaba un oficial de la seguridad del estado que se hacía llamar
Vladimir, permanecí dos horas y media con este señor con voz muy fuerte
y muy arrogante, pero que en todo momento le demostré indiferencia pues
sabía que iba a estar en ese lugar me gustara o no. Allí me manifestó
que sería instruida, entre otras amenazas. Escribió un poco de cosas
sobre mi vida en varios papeles que conformaba mi expediente.

Luego de regreso a la celda me entran a otro cuarto donde me hacen
varias fotos con una regla detrás en la pared que indica mi talla, en
varias poses, lado derecho, izquierdo, con espejuelos, sin ellos,
descalza, con los talones unidos y las punteras separadas y me toman las
huellas digitales de las manos en general y una planilla con una serie
de datos generales de mi físico.

Pude divisar de regreso a mi celda, que era la primera a la entrada, que
en la sala había otra mujer vestida de Blanco, era Tania Maldonado
también de las Damas de Blanco y que detuvieron en las mismas
condiciones saliendo de su casa con Sarah Marta Fonseca y que luego las
separaron, tal como hicieron conmigo y Aimé que desconocía su paradero.

Me sentí un poco aliviada pues tenía alguien conocida, ella también fue
llevada a la celda 7 y también dejó de ingerir agua y alimentos. Por
esta razón éramos visitadas constantemente por Jefes y oficiales de la
Unidad, Médicos y Agentes de la CIM, plantarse como ellos le llaman es
de gran preocupación y los inquieta grandemente, pues además nosotras
repetíamos constantemente que éramos mujeres pacíficas que estábamos en
ese lugar en contra de nuestra voluntad y que lo que nos ocurriera a
partir de nuestra detención era responsabilidad del gobierno cubano y de
los órganos represivos de la Seguridad del Estado. Nos chequeaban la
tensión arterial y la glicemia constantemente también a Héctor Julio
Negrín Cedeño que lo detuvieron a pocas cuadras de casa de Laura y se
mantuvo en la misma postura.

Tarde en la noche el oficial Tamayo de la sección 21 y Tomás hacen su
entrada y tuve otro interrogatorio por unas horas, me mantuve igual, la
misma indiferencia pero esta vez con un fuerte dolor de cabeza producto
de la falta de alimentación, estos preguntaban porque no comía y
respondí que además de protestar esa comida ni los perros la ingerían,
el menú mañana y tarde era arroz blanco, papa hervida y algo que no
podía descifrar ni siquiera por el sabor, como una torta de averigua,
que a las mujeres le daba muchísima acides y que luego no había
medicamentos para calmar.

Como era de esperar estos dos agentes cayeron en el tema del CID,
partido que les quita el sueño, tratándose del Comandante Huber Matos y
de su organización dentro de la isla. Entre las amenazas que recibí es
que después que ellos acaben con las Damas de Blanco se iban a poner
para el CID y que se iba a acabar. Manifestó que sabía que yo había
estado en la provincia de Pinar del Río y que el tenía todo preparado
para que el arresto fuese por aquella zona, según Tamayo le dijo a sus
amigos pinareños que me dejaran que el aquí me cogía mansita.

¿Pensaría él que en algún momento me iba a esconder?, allí me hablaba
del CID en general, de cuándo son las elecciones del partido, daba la
impresión que estaba muy desinformado y pretendía adelantar algo, pero
fracasó. Que el CID era una mentira y que Huber Matos estaba pidiendo
dinero por todo los Estados Unidos, entonces si es mentira porque nos
reprimen y nos acosan constantemente a cada uno de sus miembros, esto
llegó para quedarse, les repetía yo constantemente. ¿A qué le temen?

Ellos me devuelven a mi celda y al poco rato reaparecen con unas
galletas, pan con perro, un pomo de refresco de cola sellado y tabletas
de Dipirona, saqué del blíster una tableta, revisé el pomo que estuviera
sellado ingerí con un pequeño sorbo la tableta para calmar aquel dolor y
enseguida apareció un médico a examinarme nuevamente. El resto fue de
las cosas de comer tuvieron que llevárselas incluyendo el pomo con el
refresco. Al médico le dijo que si tenía una inyección para ponérmela en
la lengua o un electro shock para ver si me cambiaban los pensamientos.
Ni caso hice sólo le dije que en dos dosis porque el también la necesitaba.

De regreso a mi celda donde no pude bañarme, tiré una colchoneta al
suelo y nos acomodamos Tania y yo, gracias a Dios el sueño nos venció,
pues la peste a orina era insoportable, los mosquitos y la bulla de los
oficiales tirando rejas toda la noche y un timbre constante para abrir
la puerta principal cada vez que entraba alguien, ya sean presos o
policías. Las peleas constantes de estos oficiales con sus palabras
obscenas y su vulgar trato entre ellos mismos que hablan el mismo idioma
y al final no se entienden.

Tenían a una señora mayor detenida pero fuera de la celda durmiendo en
un banco de mampostería estrecho que fue llevada por el DTI
(Departamento de Técnicas Investigativas) junto a su hijo que se
encontraba en la celda plantado, señora muy corpulenta que llegó a la
misma hora que yo y cuando me fui aún permanecía, cuando salí finalmente
se me acercó y me dijo, "Cuando mañana valla a la Iglesia pídele a Santa
Rita por mi y por mi hijito", nunca supe que le paso, no nos dieron
tiempo a conversar.

A la mañana siguiente continuó el desfile de oficiales para saber
nuestro estado de salud, la comida mejoró en algo, las presas estaban
alarmadas, pero así todo no lograron que nosotras comiéramos. En todo el
día ningún oficial de la CIM, y ya en horas de la tarde el político me
entregó un aseo y algo de ropa que mi esposo me llevó, así supe que al
fin se sabía de mi secuestro, compartí el aseo con Tania que se tuvo que
lavar la boca con mi cepillo dental algo tan personal y toalla, pero no
había de otra. Una instructora de instrucción penal me sacó para tomar
declaraciones de hacia dónde me dirigía a la hora de la detención y
motivos por el cual no ingería alimentos, tomando por escrito mi
declaración.

En ese tiempo llegó otra mujer de unos 40 años a la celda que a simple
vista se podía apreciar en su rostro y en su forma de hablar que era una
persona con cierta discapacidad mental, estaba allí porque una
trabajadora de la Campaña Aedes Aegipty ( el mosquito), empujó a su
madre para entrar en la casa y ellas dos se agredieron físicamente,
actuando esta en defensa de su madre, anciana además, inmediatamente la
policía la condujo a la unidad y la quieren encausar por atentado, sin
embargo la trabajadora de salud pública resultó ilesa.

En la noche me vuelven a sacar y me conducen al cuarto de
interrogatorio, allí me esperaba un oficial de Villa Marista que me hizo
varias preguntas entre ellas la de la comida luego apareció el agente
Vladimir también preguntando por qué no comía, fue cuestión de 15
minutos cuando regreso a la celda pasado 2 minutos el calabocero me
dice: "recoge que te vas".

Me entregan mis pertenencias, me cercioré que nada me faltara y que todo
estuviera en orden, comencé a ponerme mis aretes y demás prendas, pinté
mis labios, el agente Vladimir nos dio a firmar carta de libertad y la
patrulla 716 me esperaba escoltado por otra mujer policía que en sus
manos portaba el carne de identificación de Tania y mío, quien cumplía
órdenes de dejarnos a cada una en la puerta de la casa y que al bajar
entregó mi identificación.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31711

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