Otra promesa cubana
By JORGE EBRO
jebro@herald.com
Andi Oliva tiene un nombre que suena a pelotero de Grandes Ligas. Ahora
debe demostrar que su cuerpo y su mente puede actuar como tal.
Oliva es el último de una nueva ola de promesas juveniles del béisbol
cubano que acaba de llegar a Estados Unidos bajo la guía del agente
Carlos Pérez, presidente de Miami Sports Consulting.
``Mi único deseo es continuar mi carrera en el deporte'', expresó Oliva,
de 18 años y miembro de la preselección nacional de béisbol. ``Sé que
ahora comienza un camino duro y de sacrificio, pero me encuentro listo
para iniciar el recorrido''.
Por suerte, Oliva no tuvo que sufrir las peripecias a través de terceros
países que muchos de sus compatriotas deben enfrentar para pisar suelo
estadounidense, sino que arribó a Miami vía reunificación familiar.
El lanzador zurdo de La Habana fue invitado a conformar el grupo de
peloteros de donde saldría el equipo que representaría a Cuba en el
Campeonato Mundial Juvenil que se celebró el verano pasado en Canadá.
Sin embargo, la familia de Oliva comenzó tramites legales para irse del
país y el muchacho declinó la invitación de la federación cubana de
béisbol, lo que privó al equipo de un pitcher que, según reportes, puede
alcanzar las 90 millas por hora y que en el campeonato de la categoría
15-16 años había ponchado a 46 bateadores en 55.2 entradas.
``Uno siempre quiere representar a su país'', indicó Oliva, quien mide
seis pies de estatura. ``Pero la vida me colocó en una situación donde
había un premio mayor y decidí evitar compromisos que me habrían
complicado''.
Con su presencia en Miami, Oliva se suma a los también miembros de la
élite juvenil del béisbol cubano Marcos Barrios y Yasiel Balaguer, todos
representados por Pérez, quien poco a poco está conformando un equipo de
jóvenes prospectos.
A diferencia de tantos peloteros antillanos que abandonan su país un
poco tarde, estos tres, ninguno mayor de 18 años, lo ha hecho en un
momento muy favorable para los peloteros cubanos.
``Hay un renacer del interés por los jugadores de la isla'', explicó
Pérez. ``Es la nueva frontera de talento que se abre y los equipos de
las Mayores no quieren perderse este momento. Estos muchachos son
jóvenes pero tienen los fundamentos del béisbol. Y llegan en la edad de
oro''.
Los casos más claros son los de Joel Iglesias y Noel Arguelles, quienes
ya forman parte del béisbol profesional. Ambos atletas abandonaron en el
2008 la escuadra nacional juvenil en un torneo en Canadá y firmaron, el
primero por $8.26 millones con los Medias Rojas de Boston, y el segundo
por $7 millones con los Reales.
http://www.elnuevoherald.com/2010/11/29/845381/otra-promesa-cubana.html
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