'Reformas' y segregación
Laritza Diversent
La Habana 24-11-2010 - 1:09 pm.
La 'actualización del modelo' propuesta por el Partido mantiene a los
cubanos como ciudadanos de segunda frente a los extranjeros.
La Habana, 11 de noviembre de 2010. (REUTERS)
En el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social, que
deberá aprobar el PCC en su VI Congreso, los comunistas cubanos aseguran
que está presente la igualdad de derecho y de oportunidades para todos
los ciudadanos, no el igualitarismo. Sin embargo, ningún punto toca el
respeto a los derechos de los cubanos.
Al contrario, continúa latente en la "actualización del modelo económico
socialista" la discriminación de los cubanos respecto a los extranjeros,
principalmente a la hora de participar en la economía nacional.
Los comunistas de la Isla continuarán propiciando la participación del
capital extranjero, mientras que evitarán la formación del nacional con
excesivas regulaciones y control estatal.
La Constitución cubana equipara a los extranjeros con los nacionales en
el disfrute de los derechos. Pero en la práctica los extranjeros son los
únicos reconocidos para intervenir conjuntamente con el Estado en
grandes empresas.
Los cubanos deben conformarse con ejercer las actividades por cuenta
propia, lo que impide el progreso individual y familiar. ¿A eso llaman
igualdad de derecho y oportunidades?
Para nadie son un secreto los privilegios que goza un extranjero en Cuba
desde el punto de vista económico y social. Por supuesto, esas
libertades no son exigencias externas, sino pura política gubernamental.
Mientras un cuentapropista debe pagar impuesto por los ingresos que
percibe, gravados hasta en un 50% si superan los 50.000 pesos, los
foráneos lo hacen sólo por las utilidades, en un 30%. La política es
aplicar mayores gravámenes a los ingresos más altos, obstaculizando la
actividad de los cubanos en su propia economía.
Las nuevas regulaciones del trabajo por cuenta propia son pura
formalidad. Aún no se puede decir que favorezcan a los nuevos actores,
que tiene la responsabilidad de contribuir con las cargas del Estado,
generar empleos y aumentar la productividad del país. No tienen en
cuenta que muchas familias dependerán del progreso de la actividad de
los cuentapropistas.
Es justo reconocer que la inversión extranjera en Cuba reporta
beneficios a la economía. Sin embargo, por sí sola no es la solución
para enfrentar los problemas de la Isla, ni tampoco justifica políticas
de diferenciación.
En la Constitución cubana, la discriminación por origen nacional está
proscrita y es sancionada por la ley, pero nunca se ha legislado una
norma que haga efectivo este principio. En contraste, es el propio
gobierno quien instrumenta políticas de segregación, quien priva a sus
nacionales de invertir en su economía, convirtiéndolos en irresponsables
ante su destino.
http://www.diariodecuba.com/cuba/1862-reformas-y-segregacion
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