Fernando Ravsberg
La Habana
Granma, el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba publicó el
comunicado del Arzobispado de La Habana en el que se anuncia la pronta
liberación de los 52 presos detenidos en 2003 y condenados a penas de
más de 20 años de prisión.
Con la foto del presidente de Cuba, Raúl Castro, el cardenal Jaime
Ortega y el ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Ángel
Moratinos, la mayoría de los cubanos no sólo tienen acceso a la
información sino que pueden deducir que la excarcelación se logró
mediante una negociación entre el gobierno, la Iglesia Católica y la
diplomacia española.
Las reacciones entre la población han sido muy variadas. En el país
existen diferentes posiciones respecto a los disidentes. Algunos los
consideran víctimas inocentes pero otros creen que se trata de
"mercenarios al servicio de Washington", tal y como afirma el gobierno
cubano.
Reacciones en Cuba
Algunos cubanos están más atentos al mundial de fútbol que al acontecer
político nacional. De hecho, mientras el canciller Moratinos anunciaba
la liberación de los presos cientos de jóvenes festejaban en las calles
la victoria española en el partido contra Alemania.
Jóvenes festejan en Cuba (Foto: Raquel Pérez)
De todas formas, la primera reacción de muchos consultados fue emotiva.
"Es muy bueno, sobre todo para esos familiares que estaban separados de
sus seres queridos", le dijo a BBC Mundo una mujer de 40 años, ama de casa.
Mientras que una joven profesional respondió que le parece muy bien
"porque ellos no habían hecho nada para estar presos, estaban ahí porque
Fidel se encaprichó". No pocos cubanos tienen la percepción de que estos
opositores habían sido detenidos en respuesta a la encarcelación de
cinco agentes cubanos en Estados Unidos.
De hecho, Raúl Castro ofreció a Washington realizar un canje. Eso puede
explicar por qué un jubilado, miembro del Partido Comunista le dijo a
BBC Mundo que "no deberían haberlos soltado así nomás, los tenían que
haber cambiado por nuestros cinco héroes".
Amistades peligrosas
Los disidentes son presentados por la prensa oficial como una quinta
columna financiada por Washington para destruir la Revolución Cubana.
Una versión que se apoya en las decenas de millones de dólares que
EE.UU. dedica cada año a estos grupos.
Jefe diplomático de EE.UU.
Además, cada cierto tiempo se les muestra junto a diplomáticos de
EE.UU.e incluso –en medio de la crisis económica- han llegado a filmar
dentro de sus refrigeradores para demostrar que tienen un nivel de vida
muy superior al del cubano medio.
La vinculación de los opositores con la Casa Blanca resulta
políticamente efectiva para La Habana dado el diferendo bilateral que
existe con EE.UU. desde hace siglos. Muchos ciudadanos sospechan de las
intenciones de la gran potencia.
Los niños aprenden desde la escuela que Washington quiso anexar Cuba
"como una fruta madura", que negoció la independencia sin darles
participación a los cubanos, que ocupó la isla militarmente y que
después la invadió varias veces más.
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