2009-11-03.
Héctor Julio Cedeño Negrín, Periodista Independiente de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Ciudad de la Habana, 3 de noviembre de
2009.- Los que hasta hace muy poco tiempo fueron reacios a cambiar y
profundizar de esa manera en la economía de mercado, son hoy por hoy,
los abanderados de la "Perestroica" cubana.
En algo parecida a la que trató de instaurar en su tiempo Mijail
Gorvachov, considerado por algunos en Cuba como traidor al socialismo.
Pero fue él, con apego a la justicia histórica, quien en realidad trató
inútilmente de salvarlo.
Ahora vemos que "La Mesa Redonda" es el gran chivo expiatorio. Eso me
huele a montaje y a campaña proselitista. Pero vean, está siendo
orquestado por algunos actores muy populares el desprestigio de la
misma. Ahorita la clausuran.
Esto me recuerda a los esbirros de la llamada Seguridad del Estado,
cuando uno de ellos se presenta tremendamente represivo, aparece otro
que nos aparta de él como nuestro protector.
Se sabe, porque en Cuba convivimos "muchos chismosos", la empatía
personal de Luis Alberto García con Raúl Castro.
Quien se va a creer el cuento de la supuesta disidencia de Luis Alberto,
sin la debida autorización. Igualmente la de Armando Tomey. Que
casualidad que son actores de tremenda simpatía popular y que se
mantienen muy activos.
Todos sabemos lo odiada y odiosa que ha resultado esa mesa redonda, que
no ha podido ser devorada ni por el súper comején pero que fue detestada
junto a Fidel hasta por los niños pequeños, que la veían como un
obstáculo para sus programas infantiles por sus interminables peroratas.
Resulta que ahora don Raúl está abocado a los cambios pero eso sí, se
mantiene la descomunal represión contra los opositores, y en el máximo
su ataque contra el periodismo independiente. Aquí sí que no habrá
cambios y si los hay, para peor.
Los demás cambios que hará el General son los imprescindibles. Es como
el que se va a pie porque no tiene dinero para pagar el transporte; no
le queda otro remedio.
En ese sentido me sumo a la opinión de un amigo, gran conocedor de la
política. El expresó: "Raúl hará cambios porque si no los hace se cae la
revolución, pero si hace los cambios necesarios, también se le caerá."
Se especula que él puede hacer como en China o en Viet Nam. Allí se
introdujo la economía de mercados y los gobiernos han podido mantener el
control político y sobre todo el militar. Pero esto es Cuba, no China ni
Viet Nam.
Aunque se trate de chinizar el país trayendo miles de chinos, que
deambulan por toda la Ciudad de la Habana y por toda Cuba, como se está
haciendo en el presente. Y aunque un chino cubano (de oscura
descendencia "gallega", cosa bastante extraña) gobierne el país.
Y no crean que siento antipatía por lo chino, de hecho mi antigua
esposa, que ahora vive en Hialeah, La Florida, tiene marcado rasgo
chines. Con los que simpatizo sobremanera.
Los cambios ya han comenzado, con la eliminación de los comedores
obreros y el inicio de la supresión de la cartilla de racionamiento,
esto escalonadamente para ver las reacciones de la población.
Ya liberaron la papa y el "chícharo" en el mercado y se venden a precios
diferenciados, establecido desde hace tiempo en el mercado negro por el
sistema de oferta y demanda. A peso la libra, por ejemplo, para la papa,
aunque a inicios de esta temporada había llegado a dos pesos la medida
debido a su escasez.
Se discute sobre diversos temas como los de restablecer la propiedad
privada, la entrega del comercio y la gastronomía a manos particulares y
sobre un sinnúmero de asuntos.
Todos estos entes creados, como genuinos disparates, por el decrépito
Comandante en Jefe. Y que en su momento tuvieron la oposición de los más
lúcidos pero fueron impuestos por el sátrapa intransigente y sabelotodo.
Ahora el satrapita pretende rectificar los dislates de su mayor y
ganarse así un voto de confianza de la población cubana. Pero veo que es
un poco tarde y que de todas formas se le irán de las manos las
reformitas, al dictador "sustituto".
Se aproxima el final y dentro de cinco ó seis años ya nadie recordará
que en Cuba gobernó una dictadura comunista, regida con mano dura, por
un dictador llamado Fidel Castro. Ni siquiera recordarán su nombre las
futuras generaciones.
Mucho menos recordarán a Raúl, el "General Estrellado" con su
Perestroica a deshora.
LOS CAMBIOS QUE SE AVECINAN - Misceláneas de Cuba (3 November 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=24035
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