2009-11-23.
Miriam Herrera Calvo, Comunicadora Social, Activista de la FLAMUR
(www.miscelaneasdecuba.net).- La discriminación es simplemente el
ejercicio y efecto de discriminar especialmente por razones de sexo,
razas, lenguas o religiones. Esto se ha comportado de igual manera desde
el surgimiento de la humanidad, ocasionando dicha política persecución
hacia un grupo considerado como inferior.
En la Mayor de las Antillas lo anterior se ha combinado con la
segregación del género femenino, en todas sus particularidades, de una
manera solapada, sin bases científicas y mucho menos lógicas, que sólo
llevan a este grupo de personas a escalones inferiores de la sociedad
cubana.
Los espacios que ocupan las negras, negros y mujeres dentro de la actual
sociedad revolucionaria son cada vez más reducidos y denigrantes,
ocultando los mismos los verdaderos valores de estos grupos de
ciudadanos, dejándolos atrapados en su propia identidad como única
congruencia .
Los dirigentes gubernamentales cubanos omiten con fuerza, que los
flagelos del racismo y discriminación se han instalado con pasos
agigantados en una buena parte de los ciudadanos de la Isla. A pesar de
la combinación de razas que impera entre ellos, los prejuicios sociales
no se enarbolan con leyes sino con educación.
El racismo en Cuba es por historia y una infundada creencia que los
negros son inferiores en cuanto a inteligencia intelectual, incapaces de
desarrollar habilidades iguales a los blancos, por lo que los ubican en
el sitio de la torpeza y marginación.
Los racistas no aceptan que las personas de piel negra escalen peldaños
en la sociedad ni en la vida cotidiana. Esto les molesta pues lo ven
como una usurpación de valores que les corresponden por herencia, dejada
por los esclavistas.
La población femenina en el Gran Caimán de las Antillas no está a salvo
de la exclusión y de los frutos que ésta cosecha, situándolas detrás de
la figura masculina y apoyando lo que ellos han destinado para ellas sin
darles la oportunidad de exponer sus verdaderas necesidades de una
verdadera emancipación. Siendo las negras las que más sufren la
excomunión por el sólo delito de tener la tez oscura y las facciones
negroide por lo que son tildadas.
Enfrentándose a todo tipo de aislamiento del que las mujeres negras y
mestizas cubanas son objeto, cada día surgen más de ellas exigiendo el
espacio que les corresponde, no por gratitud sino por un derecho
verdadero ganado con trabajo, lágrimas y subestimación que ha perdurado
durante siglos sin que este sistema político preponderante en el
Archipiélago cubano haga verdaderas acciones para que las mismas sean
parte activa de esta sociedad.
LA DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO Y RAZA EN CUBA - Misceláneas de Cuba (23
November 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=24421
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