2009-10-20.
Hugo Araña, Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Por toda la Isla con sus correspondientes
cayos que la rodean, el régimen emprende casi con carácter de urgencia
una labor de saneamiento, debido a la serie de enfermedades que ya
comenzaron a afectar a la población.
Por supuesto, como acción en pro de cuidar la salud para los habitantes
es encomiable, y si se quiere podría disminuir los contagios. Tal es así
que para llevar a cabo este trabajo, diferentes organizaciones
estatales, junto al Ministerio de Salud Pública, se apoyan hasta de los
medios informativos para hacerla más dinámica.
Además, y como nota importante, al fin ya aparecieron en la TV Nacional
casos de la universal pandemia A H1N1, localizados en urbes como Habana,
Matanzas y Santiago de Cuba, sin soslayar los fallecimientos
lamentablemente ocurridos, que hasta hace poco no se habían informados.
Pero en referencia al saneamiento explícito, hay mucha tela por donde
cortar, donde los obligados a mantener la limpieza en sentido general,
no se han preocupado mucho que se diga.
Como ejemplo, puedo hablar del estado lamentable por la que atraviesa la
ciudad de Matanzas, (más bien una aldea) donde reside este periodista
Independiente, que detallarlos haría interminable este reporte.
La tal suciedad y sus olores correspondientes, pululan lo mismo en su
área central como en los alrededores. Si a esto le sumamos que el
servicio de la recogida de basura no es regular; que los desagües la
mayoría yacen tupidos, cuyas infectas aguas verdosas no sólo corren por
las cunetas, sino inundan las calles; que los innumerables derrumbes de
inmuebles por la que atraviesa Matanzas son focos de mosquitos.
Lo mismo puede decirse de la chapea en las áreas verdes que tampoco son
sistemáticas; que la mayoría de las calles, como por ejemplo en los
barrios de Pueblo Nuevo, La Playa, Versalles y Naranjal, tanto sur como
norte están en franco deterioro, no sólo con baches sino ahuecadas que
hasta dificulta el tránsito de vehículos, etc..
Por lo tanto la pregunta cae por su propio peso: ¿quién tiene la culpa
de que aparezcan los contagios existentes conque somos asolados? ¿La
población? Aunque también, justo es decirlo, esta última no escapa de la
dejadez para contribuir porque disminuya la tal suciedad que ha sembrado
sus dominios en esta ciudad llamada pomposamente La Atenas de Cuba, hoy
transfigurada en La Pena de Cuba.
Nota: El comentario para las ciudades de La Habana y Santiago de Cuba,
que me imagino es o será similar, lo dejo para mis colegas
independientes de esos territorios.
¿QUIÉN EN SÍ SON LOS CULPABLES? - Misceláneas de Cuba (20 October 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=23794
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