José A. Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Cincuenta años se
cumplieron el 28 de octubre de la desaparición del comandante Camilo
Cienfuegos. El día que prácticamente todos los medios de comunicación de
la isla dijeron que había aparecido, hubo una conmoción nacional.
Era el más popular de los jóvenes barbudos que el primero de enero de
1959 lograron la victoria armada tras la huida del general-presidente
Fulgencio Batista.
El gobierno del actual general-presidente, Raúl Castro le ha rendido
innumerables tributos a Camilo. Entre todo lo dicho y escrito durante
estos días a resaltan dos temas casi inéditos. Se ha mencionado bastante
a Huber Matos y se ha recordado su presunta sublevación militar cuando
estaba al mando de la provincia Camagüey.
Cienfuegos fue el hombre enviado por Fidel Castro para detener a Matos
por la supuesta sedición. Durante años se ha asociado directamente la
desaparición de la avioneta en la que viajaba el comandante Cienfuegos,
con su encomienda de dejar fuera del mando de la plaza militar a Matos.
Eso suceso había ocurrido días antes.
El otro hecho es que después de décadas de olvido, se han vuelto a
mencionar los nombres de los dos militares que viajaban con Cienfuegos.
El piloto de la pequeña aeronave, primer teniente, Luciano Fariñas, y el
escolta, soldado Félix Rodríguez.
El 23 de octubre, el periódico Granma publicó el discurso que Fidel
Castro pronunció el 26 de octubre de 1959 en la terraza norte del
antiguo Palacio Presidencial (1). También fragmentos de lo que en esa
propia ocasión y en el propio sitio, dijeron Raúl Castro, Ernesto
Guevara, Juan Almeida y Camilo Cienfuegos.
Ese fue el último discurso de Cienfuegos, y en los fragmentos publicados
no aparece la parte en que él dijo que la revolución se había hecho para
terminar con las canalladas, los abusos, la corrupción y el hambre.
Cincuenta años después esas asignaturas tienen vigencia como nunca
antes. Tampoco, después de tantos años, está claro qué es lo que en
verdad sucedió con el joven –tenía 26 años- del sombrero alón y sonrisa
que parecía contener la sensibilidad de millones de cubanos.
Guevara dijo que era la imagen del pueblo. Sin embargo, Fidel Castro
prefirió que los niños dijeran todos los días en las escuelas "Seremos
como el Ché", un argentino que renunció a la ciudadanía cubana que se le
había otorgado, de forma excepcional, por nacimiento, que para nada se
parecía a los cubanos y que él mismo se encargó de presentarse como
promotor del odio.
Los secretos no se mantienen por siempre. Si en la desaparición de
Cienfuegos hay algo que no ha sido revelado, en algún momento se sabrá.
http://www.granma.cubaweb.cu/2009/10/23/nacional/artic15.html
Cuba: Durmiendo a la doctora Chan (30 October 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/octubre09/30_C_5.html
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