2009-7-28
La Habana, 27 de julio de 2009.
En esta hora límite de Cuba, donde todo lo aparentemente sólido se
desvanece en el aire, enviamos el siguiente mensaje a la nación entera;
dentro y fuera: Cuba es un país fallido; los cubanos, unos súbditos
agotados y la burocracia, una máquina de incompetencias. Nada nuevo:
solo que la nación ya no aguanta más.
Desde el desastre de la educación, pasando por el marcado deterioro de
los servicios de salud, la insolvencia monetaria del Estado, el
agotamiento de la economía, el hambre literal en muchas comunidades, la
desnutrición de nuestros hijos, la hora cero de los valores, el abuso,
prepotencia e insolencia policiales, hasta llegar a la falta de visión
estratégica para el país, Cuba describe una acelerada caída en picada.
La magnitud del desastre sobrepasa, por primera vez en cincuenta años,
el fértil y eficaz esfuerzo de imaginación de la propaganda positiva en
torno a Cuba, avalada en muchos casos por gobiernos, personalidades y
organismos internacionales algo irresponsables. Porque habría que ser
moral e intelectualmente osado para negar, con independencia del
optimismo infantil de las autoridades, la sensación sentida por la
mayoría de que estamos sentados sobre una nación en ruinas. La pregunta
clave que circula entre ciudadanos y la élite más responsable en el país
es la de cómo Cuba pudo llegar a este estado de cosas.
Pero los límites de esta hora confusa dejan ver con claridad el error
básico de partida: la identidad, altamente peligrosa, entre la nación,
la llamada revolución y un Estado patrimonial. Ella nos ha colocado
frente a un problema de seguridad nacional que es necesario desactivar
con dedicación, cautela y responsabilidad.
Las consecuencias de esta identidad peligrosa han cristalizado una
matriz imposible para desarrollar cualquier proyecto de nación,
desembocando en una crisis estructural que atrapa a todos los sectores
de la sociedad.
¿Qué tenemos?
Un país sin economía que, sin conexiones con la economía global, no
está preparado para enfrentar las consecuencias de su crisis; un país
sin visión, porque no busca horizontes; un país sin estrategia, que
reproduce en círculo todas las políticas posibles del error; un país
autofágico, que destruye sus legados; un país de ciudades y entornos
deprimentes por los que no es recomendable transitar; un país anclado a
las economías externas, que se supedita a la artificialidad de un
proyecto como el chavismo, con su peligrosísimo tono imperial; un país
que pervierte el sentido de la solidaridad cuando relega a los
nacionales; un país que se niega a sus propias convenciones morales y
legales, y a cumplir sus compromisos, y en el que se nos vende la
picardía social y de Estado como regla suprema de convivencia y
supervivencia; un país sin compasión, donde la crueldad se legitima al
servicio supuesto del bien; un país improvisado en el que la seriedad es
una excepción burocrática; un país que pierde la ética del respeto sobre
el que erigir los valores necesarios; un país grosero donde la decencia
del lenguaje y de los comportamientos se pulverizan de arriba hacia
abajo; un país que convive sin sonrojo con la institucionalización
constitucional del racismo, y que debe admitir un estilo y modelo de
gobierno que está por debajo de la cultura, la diversidad, la
experiencia e inteligencia de su sociedad. Un país en fin que, a pesar
de los medios de comunicación oficiales y de los artistas e
intelectuales del poder, se encamina a una desintegración segura y ordenada.
Los que suscribimos este Mensaje a la Nación comprendemos lo difícil que
resulta para un gobierno como el actual lidiar con las dificultades de
ese país, que desbordan su edad, su época, su lenguaje y sus límites
estrechos. Su encierro guerrillero, en una Sierra Maestra simbólica,
refleja su estrategia defensiva y militarizada, ya no frente al ejército
de Fulgencio Batista, sino frente a la vejez y a la complejidad civil y
cultural de Cuba.
Pero, más allá de la lógica del poder, ¿dónde quedan la lógica de las
sensibilidades y la capacidad de comprensión del gobierno cubano? ¿Cómo
no entender que, gracias a las tecnologías de la comunicación, Cuba va
dejando de ser un archipiélago para vivir plenamente en un mediterráneo
global? Si siete de cada diez cubanos quieren un cambio de modo de vida
es porque un modelo fracasado ya no nos puede tupir.
El dilema de Cuba pasa por este debate: o predomina el poder por encima
de los cubanos, o predominan las sensibilidades por encima del poder. El
poder persiste en la lectura ilusoria de las duras realidades, insiste
en mandar por su real gana, persevera en un dogmatismo sin ideología,
intenta enmascarar la quiebra técnica de Cuba en la repetición de sus
prácticas y discursos de coacción y represión; niega la posibilidad de
un nuevo comienzo geoestratégico con Estados Unidos, Europa y América
Latina, reafirmándose en una guerra fría solitaria; institucionaliza un
país enmarañado en la corrupción; reinventa la mediocridad de Estado
para esconder su insolvencia intelectual; pierde la oportunidad de unir
creatividad y crisis, para ahondar esta última con su rigidez; disimula
estoicamente la pérdida constante de lealtades auténticas; y, sobre
todo, no ofrece el liderazgo imprescindible para imprimirle rumbos
ciertos a lo que queda de esperanzas cubanas. Mientras tanto, nuestros
compatriotas se fatigan y quiebran psicológicamente, antes de tomar su
última decisión vital: abandonar el país, si pueden.
Sin embargo, frente al diagnóstico de nuestros agotamientos, siempre
queda asumir con determinación nuestra responsabilidad por Cuba. Los
momentos difíciles son también horas fascinantes para trabajar
creativamente desde los fundamentos en la reconstrucción de nuestro
proyecto nacional. Con la conciencia clara de estas gravedades, a las
fuerzas democráticas nos queda mucho por hacer. Y esto lo podemos lograr
animando una plataforma para el consenso entre todos.
El gobierno cubano, si decide pegar el oído a la calle, tiene aquí una
opción: abrirse a dialogar con la sociedad cubana. Una sociedad que,
pese a las angustias y violencias cotidianas a las que se ve obligada, y
al malestar profundo por la acumulación de vidas frustradas, tiene una
magnífica capacidad para el perdón y para el ejercicio pacífico de la
controversia. En todo caso, no es ocioso recordar que Cuba pertenece a
todos los cubanos.
Organizaciones que patrocinan Mensaje a la Nación
1.Partido Arco Progresista
2.Partido Solidaridad Democrática
Ámbito Cívico: conformado por:
3.Grupo Mediático Consenso
4.Límite Humano
5.Comité Ciudadano por la Integración Racial
6.Club de Escritores de Cuba
7.Cubabarómetro
8.Ciudadanos por el Estado de Derecho
9.Fundación por la Libertad de Expresión
10.Red de Bibliotecas Cívicas
11.Nuevo País
12.Centro de Salud y Derechos Humanos "Juan Bruno Zayas"
13.Partido Popular Joven Cuba
14.Centro de Documentación "Jaime Guzmán"
15.ONG "Identidad por Cuba"
16.Instituto Juvenil Cristiano de Estudios Sociales
17.Movimiento Viva Cuba Libre
18.Fundación Luisa María García-Toledo
19.ONG "Mensaje de Esperanza"
20.Coordinadora Socialdemócrata de Cuba
21.Coordinadora de Presos y Expresos Políticos
22.Delegación Nacional de Unión por Cuba Libre
23.Corriente Martiana
24.Fundación Isla de Pinos de Derechos Humanos y Fomento Territorial
25.Cooperativa Independiente Ceramistas Pineros
26.Comisión de Atención a Presos Políticos y sus Familiares
27.Movimiento Liberal Cubano
28.Delegación Nacional de la FLAMUR
29.Municipios de Cuba y Derechos Humanos
30.Centro de Información Hablemos Press (CIHPRESS)
31.Consejo Nacional por los Derechos Civiles en Cuba
32.Frente Feminista Aliadas Democráticas
33.Partido Republicano Renovación Ortodoxa
34.Frente Oriental Presidio Político "Pedro Luis Boitel"
35.Alianza Fraternal Martiana
36.Frente Democrático Oriental
37.Club de Presos y Expresos Políticos
38.Comisión Nacional de Derechos Humanos "José Martí"
39.Solidaridad de Trabajadores Cubanos
40.Partido Demócrata Cristiano de Cuba
41.Movimiento Cívico "Calixto García Iñiguez"
42.Círculo Democrático Municipalista de Velazco
43.Delegación Nacional del Partido Republicano de Cuba
44.Consejo Editor de la Revista "Renacer"
45.Proyecto Cultural Pinareño "Libertad"
46.Movimiento Feminista "La Rosa Blanca de Martí"
47.Centro de Distribución de Literatura y Prensa de Velazco
48.Buró de Información y Prensa adscrito a la Coalición Juvenil Martiana
49.Grupo de Apoyo a la Democracia "Quinto Patio"
50.Delegación Pinareña de la FLAMUR
51.Delegación de Velazco del Partido Liberal Cubano
52.Alianza Nacional Cristiana
53.Partido Acción Concertadora Democrática
54.Confederación de Trabajadores Democráticos de Cuba
55.ONG "Cubanos Libres"
56.Comisión de Atención a Presos Políticos y sus Familiares
57.Sindicato Independiente Cambio Regional de Pinar del Río
58.Centro de Derechos Humanos Jan Karsky
59.Atención al Preso Político de Pinar del Río
60.Sociedad Civil y Bibliotecas Independientes de Pinar del Río
61.Sindicato Independiente de Conductores de Bicitaxis
62.Sindicato Independiente de Zapateros
63.Sindicato de Trabajadores Independientes
64.Movimiento de Resistencia y Desobediencia Cívica "Mario Chanes de Armas"
65.Comisión Nacional Cuba
66.Colegio de Pedagogos Independiente de Cuba
67.Confederación de Trabajadores Independientes
68.Biblioteca Independiente "Hermanos al Rescate"
69.Partido Autónomo Pinero
70.Frente Democrático Libertad de Cuba
71.Movimiento Democrático Occidental 10 de Diciembre
72.Movimiento de Derechos Humanos Máximo Gómez
Organizaciones Cubana Envían Mensaje a la Nación - Cubanuestra (28 July
2009)
http://www.cubanuestra.nu/web/article.asp?artID=16462
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