27 de julio de 2009

Holguín duele

Salud
Holguín duele

Hospitales en ruinas, falta de personal y desidia generalizada.
Solucionar problemas de salud es ya tan difícil como alimentarse.

Ivette García, Holguín | 27/07/2009

El hospital Lenin (Holguín), 40 años sin una reparación capital. (PANORAMIO)

El hospital Lenin (Holguín), 40 años sin una reparación capital. (PANORAMIO)

En Banes, ya casi nadie tiene esperanzas de que el Hospital Clínico
Quirúrgico deje de ser un monumento a las filtraciones. No sólo la falta
de higiene, de personal médico o de equipamiento técnico menguan la
imagen de la instalación: ahora se suma el descalabro constructivo del
inmueble.

Encontrar un tomacorriente donde instalar un ventilador, una puerta que
cierre correctamente, o un baño que descargue, es tarea titánica; tan
azarosa como contar con el criterio de un especialista en cardiología o
dermatología, o de un oftalmólogo que realice el "milagro" de devolver
la vista a algún paciente, sin antes no haber dedicado meses enteros a
franquear las infinitas listas de espera.

Tal vez por ello, Adela tenga que viajar hasta Santiago de Cuba, a más
de cien kilómetros de su casa: "Allá tengo una prima que es enfermera y
me resuelve turnos más fácil, porque lo que es aquí, con esta demora, me
muero de un infarto", afirma.

Aunque en el municipio holguinero de Banes habitan más de 120.000
personas, existe solamente un especialista en cardiología.

"Había otro, pero se lo llevaron de misión", dice Lugo, un anciano
aquejado de cardiopatía isquémica. El asunto para él es de vital
importancia: "Los pocos médicos que quedan en Cuba tienen que hacer
muchas guardias, no tienen batas para trabajar; muy mala alimentación y,
encima, ¿voy a pelearles porque tengo que hacer colas?".

Otro tanto sucede con el resto de las especialidades. El caso más
crítico se palpa en la prevención, en los consultorios del médico de la
familia, los que "han tenido que transformarse en tres tipos, porque hay
mucha escasez de doctores y tienen que cubrir las plazas con
enfermeras", afirma Magdalena Toranzo, una vecina de Torrontera, a quien
cada día le resulta "más difícil" atenderse sus achaques.

La plantilla de los profesionales de la salud en Banes "tiene más de un
20% en el exterior", informó una fuente gubernamental. "Los que se
quedan, trabajan en condiciones infrahumanas, ya que tienen que asumir a
toda la población que dejaron de atender los que están en otros países",
agregó.

Imagen del país

El de Banes podría ser un ejemplo aislado para alguien que no conozca de
cerca la realidad sanitaria cubana. Algunos botones sirven de muestra.

En Sagua de Tánamo, los vecinos del Hospital Juan Paz Camejo padecen
alergias crónicas por los escapes continuos del filtro del crematorio.
Ángel, un vecino, quiere hacer constar su opinión, ya que dice vivir
"rodeado de muerte".

"Mi casa está entre el cementerio y el hospital, que lleva más de diez
años lanzándonos toda la contaminación arriba. Nos quejamos y nos
quejamos, pero es por gusto", dice.

La institución médica exhibe ventanales corroídos y falta de higiene
hasta en las áreas con riesgo biológico. Los estudiantes de Medicina
tienen que asumir guardias. La respuesta ante la duda tiene un matiz
dramático: faltan especialistas.

En otras áreas de salud del territorio montañoso, la situación es igual
de desfavorable. Una anciana que dijo llamarse Ana aseguró que en su
policlínico "no se presta el servicio de prótesis dental desde hace más
de siete años, y, en los demás lugares que supuestamente debían hacerlo,
las colas tienen más de dos años de atraso". Dicha información fue
confirmada por una asistente.

En el poblado de Santa Lucía, el Hospital Mario Muñoz Monroy presenta un
avanzado deterioro estructural. Más de la mitad de los ventanales están
destruidos y las filtraciones amenazan la integridad del inmueble.
Muchos de los equipos técnicos presentan problemas de funcionamiento.
Los laboratorios clínicos y microbiológicos no realizan varios análisis
por falta de reactivos.

"Los reactivos casi nunca están en existencia, ya los médicos no indican
exudados ni coagulogramas, porque hay muy pocos turnos", planteó una
técnica de la institución que pidió no fuera revelada su identidad.

Los gibareños, por su parte, necesitan desplazarse 32 kilómetros hasta
la capital provincial, cuando de conseguir el resultado de una biopsia
se trata: "En el hospital (Gustavo Aldereguía) resulta casi imposible
procesar una prueba citológica o una biopsia. Los atrasos son de meses
y, en ocasiones, de años", consideró un técnico de la institución.

La falta de personal se intenta solucionar con un simple maquillaje. "No
creo que pintando de rosado el hospital puedan ocultar el deterioro
interno, tanto material como humano", aseguró Yudit, quien padece
trastornos ginecológicos. "Pero, para cuando aparezcan los resultados de
mi biopsia, si tengo alguna enfermedad mala, ya estaré muerta", se lamenta.

Una enfermera que labora en el Hospital Gustavo Aldereguía testificó,
bajo la condición de anonimato, a CUBAENCUENTRO.com: "Se han realizado
cursos emergentes de enfermería, así como de otras ramas paramédicas,
pero la plantilla aún no se ha podido cubrir. La guardia física la
realiza un solo médico, en ocasiones ni siquiera es especialista, y
hasta la han tenido que asumir residentes. También existen casos de
consultorios, principalmente en zonas rurales, sin médicos y con
enfermeras empíricas", aseguró en Gibara la fuente consultada.

Para los que viven en el municipio de Cacocum, enfrentarse a los
avatares de la policlínica Rubén Batista Rubio constituye un verdadero
reto. Al hacinamiento de los pacientes se suma la falta de personal médico.

Tal vez, por esa razón, sea más práctico "viajar hasta el Hospital
Lenin, en Holguín, y allí pasamos menos trabajo", según aseguró Aroldo,
un cacocumense que la pasada semana tuvo que trasladar a su esposa hasta
la institución médica, ubicada en la capital provincial (18 kilómetros),
para poder practicarle una radiografía de columna vertebral.

Todo a medias

El caso del Hospital Clínico Quirúrgico Lucía Iñiguez recuerda en gran
medida el de su homólogo banense. Luego de una década esperando por su
terminación, el entonces líder del Partido Comunista en la provincia de
Holguín, Jorge Luis Sierra, organizó un "contingente" para entregar la
obra "en saludo al 26 de julio", y ahí comenzaron los problemas.

Alrededor de la mitad del inmueble aún espera por la terminación. La
otra parte que presta servicios, se encuentra dañada considerablemente
por la pésima ejecución civil. Las filtraciones han invadido el
hospital, sobreviven muy pocos falso-techos y el equipamiento
especializado ha sufrido daños estructurales.

La prensa oficialista anunció que el Hospital General Docente Vladimir
Ilich Lenin recibiría una reparación capital, la primera en sus cuarenta
años de existencia. Pero la alegría duró poco: sólo hubo pintura en
zonas visibles, algunos retoques en los elevadores y la colocación de
señales.

El laboratorio de anatomía patológica está clausurado desde hace más de
un mes, por las filtraciones que anegan su salón principal. En Holguín
están prácticamente detenidos los estudios de este tipo.

"Tenemos atrasos de trece meses en los casos de mama y cérvico-uterinos.
En los menos complejos, los resultados están en siete u ocho meses",
confirmó una especialista.

María espera por el resultado de su prueba citológica desde hace once
meses. Refiere que se le informó que "las muestras se contaminan
constantemente, porque hay presencia de roedores que deterioran los
colectores de tejidos".

Las especialidades de ortopedia y traumatología están prácticamente
detenidas, en cuanto a la parte quirúrgica se refiere. "Sólo se están
interviniendo a los pacientes con traumas severos, debido a que no
tenemos asignados horarios en el salón de operaciones", informó una
facultativa.

La falta de material estéril, avituallamiento y de cirujanos convierte
el área en una zona de alto riesgo para la salud humana. Una enfermera
del área de geriatría se negó a confirmar las pésimas condiciones de
trabajo, aunque coincidió en que "no alcanzan los guantes para trabajar
y están en falta muchos materiales desechables, como jeringuillas".

Agravantes medioambientales

El Hospital General Docente Dr. Guillermo Luis Fernández, del municipio
de Moa, mereció un acto laudatorio en la televisión. Según un reporte
publicado en las últimas jornadas, el empeño más grande de la localidad
minera es "incrementar la natalidad".

Quizás obviaron un simple detalle: el deterioro del medio ambiente y las
deplorables condiciones de salud convierten a Moa en una de las zonas
con peores estándares del país: tiene las más altas tasas de pacientes
con cáncer de piel, problemas respiratorios y del sistema digestivo,
según un informe clasificado al que tuvo acceso CUBAENCUENTRO.com.

"Las condiciones de vida en Moa son pésimas: aire y agua contaminados,
mala alimentación y, ahora, para complicarnos más la existencia, se está
deteriorando la industria niquelífera, que sustenta a la región", admite
Alberto Jorge, un moense aquejado por trastornos respiratorios.

La batalla de la imagen

El Ministerio de Salud Pública, alentado por la llamada "batalla de
ideas", ha invertido millones de dólares en salas de rehabilitación y
policlínicas. Algunas de ellas ya se van sumando al grueso de
instituciones que desfallecen por los errores constructivos o por el
deterioro de sus equipos, pero la inversión mayor, la de los principales
centros de salud, aún espera.

La cortina de humo que sólo deja ver las "bajas tasas de mortalidad
infantil" o los "altos índices de esperanza de vida", no permite
visualizar los problemas y peligros de los servicios de salud en Holguín.

Quizás por eso, Alberto, un anciano aquejado de neoplasia en el esófago
e ingresado en el hospital Lenin, plantea: "No tenemos otra salud, esta
es la nuestra; pero, ¿por qué han dejado de la mano esa potencia que era
la medicina?".

Sobre el tema no habló Raúl Castro la víspera, en su ya habitual
discurso sobre "batallas ganadas" y "logros colosales" de la revolución.

© cubaencuentro.com

Holguín duele - Artículos - Cuba - cubaencuentro.com (27 July 2009)
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