5 de julio de 2009

La tele cubana emite su propio CSI

La tele cubana emite su propio CSI

Los especialistas de 'Tras la huella' pueden descubrir a un asesino
porque perdió una pestaña en la escena del crimen o encarcelar a un
charcutero al hallar en su trastienda una vaca sacrificada sin permiso

Fernando García | La Habana. Corresponsal | 04/07/2009 | Actualizada a
las 00:35h | Internacional

Masajistas con pacientes importantes venden a la CIA información
sonsacada al calor de las frotaciones. Trabajadores de una cementera
estatal se las apañan para robar toneladas de material a base de
pequeñas sisas. Una jinetera y su madre se confabulan para matar a la
pareja de ésta a fin de quedarse con la casa y resolverse el problema de
la vivienda. Son casos reales investigados por los grupos especiales de
criminalística del Ministerio del Interior y luego dramatizados pero
fielmente reproducidos en 'Tras la huella', el exitoso CSI de la tele
cubana.

La fórmula de la teleserie y los métodos indagatorios de los policías
parecen calcados de la propia 'Crime Scene Investigation'
norteamericana. Y ahí se terminan las semejanzas y empiezan las
particularidades del ejemplarizante, hiperrealista y siempre
revolucionario serial isleño.

Los especialistas de 'Tras la huella' pueden descubrir a un asesino
porque perdió una pestaña en la escena del crimen, pero tan normal como
eso es que enchironen a un charcutero al hallar en su trastienda una
osamenta de vaca sacrificada sin permiso. Así ocurrió en el capítulo de
hace dos domingos. Uno de los hombres del teniente coronel Raúl, jefe
del Grupo Especial de la serie, plantaba un pedazo de esqueleto bovino
en la mesa del chacinero sospechoso como prueba de su implicación en un
delito fuertemente perseguido en Cuba: "sacrificio de ganado mayor",
castigado con hasta 10 años de cárcel. En el mismo episodio, la unidad
especial atrapaba a los responsables de varios "desvíos de recursos" del
Estado, como cemento, medicinas y alimentos del agromercado, así como de
casos de "actividad económica ilícita" (negocio ilegales) y de
"alteraciones de pesos en establecimientos comerciales": delitos muy
comunes hoy día en Cuba.

Otros capítulos de 'Tras la huella' han mostrado operaciones contra las
mafias que viven de los balseros o contra redes de directivos corruptos.
Tras relatarse el desenlace de cada caso, la pantalla muestra la condena
que le fue impuesta al culpable, indefectiblemente atrapado y condenado.

Todo lo que se ve en 'Tras la huella' es cierto, salvo los nombres de
policías y delincuentes. No en vano la serie está producida por el
Ministerio del Interior, cuya sede con la fachada cubierta por la
silueta del Che es la imagen final de cada episodio. Lo que parece de
ciencia ficción son los sofisticados medios con las que cuenta el Grupo
Especial.

Objeto de frecuentes críticas a favor y en contra, 'Tras la Huella' es
una serie popular. Algunos sondeos sitúan su tasa de audiencia en torno
al 90%. Puede que su éxito tenga que ver con el hecho de que la serie
compensa la ausencia en los medios de lo que aquí se llama "crónica
roja" o de sucesos: un género proscrito en la Cuba de los Castro.

La tele cubana emite su propio CSI (4 July 2009)
http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20090703/53738295086/la-tele-cubana-emite-su-propio-csi-estado-cia-castro-raul-che.html

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