José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - La reacción internacional de
rechazo a la expulsión por la fuerza de José Manuel Zelaya del poder en
Honduras ha sido casi unánime.
Si lo sucedido al presidente hondureño es justo o injusto, legal o
ilegal, el nivel de la repulsa pone de manifiesto que la nave política
global está movida por una corriente diferente.
Por fuerza, para los cubanos lo más llamativo en el acontecimiento son
las declaraciones de los gobernantes isleños al respecto.
Fidel Castro aseguró que con los golpistas no se puede negociar. En
1992, Hugo Chávez lideró un golpe de Estado contra el presidente electo
democráticamente Carlos Andrés Pérez. Se asegura que la intentona dejó
varias decenas de muertos.
Al salir de la cárcel, Chávez vino a Cuba invitado por Castro. El
gobernante fue a esperarlo al aeropuerto, lo llevó al Aula Magna de la
Universidad de La Habana para que diera una conferencia magistral, y
luego lo acompañó hasta la escalerilla del avión cuando el frustrado
golpista partió de regreso a Venezuela.
En 1997, el Parlamento y las fuerzas armadas de Ecuador, en una acción
muy parecida a la ocurrida ahora en Honduras, sacaron del poder al
Presidente electo Abdalá Bucaram. Los medios en Cuba, propiedad del
Estado, daban horrorosas opiniones sobre Bucaram.
(http://www.granma.cu/espanol/2003/septiembre/mier10/galeria-apartado-e.html)
En 2000, indígenas y oficiales de las Fuerzas Armadas, también en
Ecuador, derrocaron al Presidente constitucional Jamil Mahuad. La Habana
pareció estar de pláceme con ese golpe.
Por su parte, Raúl Castro dijo: "El golpe de Estado fascista contra el
Presidente Zelaya es una afrenta contra todos los pueblos y gobiernos de
América Latina y del Caribe, y no puede quedar impune". Los anteriores
no ofendían a nadie, eran buenos.
El general Castro destacó también: "El derecho del pueblo hondureño a
expresarse políticamente fue pisoteado". Y dónde queda la situación del
pueblo de Cuba que hace medio siglo no puede expresarse políticamente si
no lo hace a favor del régimen de los Castro.
Dentro de la repulsa al golpe, destaca algo muy novedoso: las medidas
económicas contra Honduras anunciadas por algunos países y organismos
crediticios.
El Presidente Hugo Chávez afirmó que Venezuela cortará el suministro de
petróleo a Honduras; Guatemala, El Salvador y Nicaragua suspendieron su
comercio con el país vecino. El Banco Mundial retuvo 270 millones de
dólares que prestaría a esa nación. Y el Banco Interamericano de
Desarrollo también congeló 200 millones destinados a Honduras.
Hasta la saciedad se ha escuchado decir que el embargo estadounidense a
la isla debe ser suspendido porque daña a la población cubana. Los que
están ahora aplicando medidas económicas contra Honduras son algunos de
los que más gritan contra el bloqueo a Cuba. ¿Sus castigos económicos no
dañan al pueblo hondureño?
De la misma forma que era dado apreciar la existencia de un terrorismo
bueno y otro malo, ahora vemos que hay golpes de Estado buenos y malos
Todo indica que el golpe que sacó a Zelaya del butacón presidencial es
"malo". Quizás es porque el depuesto Presidente luce un hombre humilde
que no rompe un plato. Pero si aplicamos la psicología popular, que
asegura que andas junto a quien te quieres parecer, y la llevamos al
plano político, entonces Zelaya no es bueno.
fornarisjo@yahoo.com
Golpes buenos y malos (6 July 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/julio09/06_C_3.html
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