Víctor Manuel Domínguez, Sindical Press
LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Cuba se mueve. O al menos se
balancea en busca de mecanismos productivos que hagan menos estruendosa
su caída en medio del no hay, ni del dónde amarrar la chiva.
Pero aunque la cosa se ha puesto fea, que no piensen quienes en el año
1993 vendieron fricasé de cáscaras de toronja, picadillo de ídem de
plátanos o bisté de colchas de trapear, que podrán hacer zafra como en
aquella ocasión.
La imagen medieval de la familia cubana sentada en medio de la oscuridad
mientras consumía una pizza de queso fabricado con preservativos y salsa
de rojo aceptil no se repetirá.
Tampoco el humillante trasiego de la vida e identidad de los perros y
gatos del país, cazados y vendidos como conejos, carneros, guanajos, y
en caso de delirium tremen, como carne de res, en tan aciagos años del
denominado período especial.
Además, miles de cubanos no podrán desmantelar sus casas para construir
balsas y huir del apagón y el hambre como en el 1994, pues no hay
fuerzas para huir, ni casas después del paso de los huracanes. El
fantasma de los años 90, aunque planea como un aura tiñosa sobre los
calderos y los ventiladores de cada cubano, esta vez no se podrá posar.
Como siempre, la revolución cubana se mantendrá a flote parada sobre los
hombros de un pueblo en permanente inmersión.
Recuerden que de no ser un ruso quien le presta las botas para
continuar, es un chino el que la apuntala con maripositas y arroz, o un
venezolano el que la reflota sobre un mar de petróleo. Pero esta vez
sólo el plátano Gran Enano nos salvará
Descubierto por los especialistas del Instituto de Biotecnología de las
Plantas (IBP), el Gran Enano garantizará el consumo de las 3 mil 100
calorías diarias prometidas a cada habitante del país por Marino
Murillo, ministro de Economía y Planificación.
Es decir, que a la reforzada cuota de pan sin manteca y sal, pero con
alrededor de 850 calorías, le serán adicionadas los fogajes alimenticios
del Gran Enano, que como si fuera poco es un plátano anticiclón.
Consumido hasta la fecha sólo por turistas extranjeros de frontera
(alojados en el polo turístico de Ciego de Ávila), el Gran Enano posee
enormes reservas de hierro y zinc, algo que pudiera servir (cumplida su
misión alimentaria en hambrientos extranjeros) para restaurar los techos
de las viviendas azotadas por los huracanes.
Debido al gran impacto causado por la introducción a los laboratorios
del Gran Enano y otros parientes como el Cavendish Enano y Burro Enano,
"que disminuyen las pérdidas por ciclones y permiten mantener la
estabilidad en el abastecimiento", los cubanos no vamos a levitar del
hambre en medio de un apagón
Por lo tanto, podemos asegurar que si esta vez no morimos de calor
víctimas de la oscuridad y la falta de condumio, lo haremos por exceso
de las calorías generadas por nuestro nuevo salvador: el Gran Enano.
El Gran Enano y las calorías (3 July 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/julio09/03_C_3.html
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