Orgullo de ser bayamés
Cientos de relatos se ocultan a plena vista, para contarnos la
participación prioritaria de Bayamo en la historia de Cuba.
miércoles, julio 29, 2015 | Roberto Rodríguez Cardona
BAYAMO, Cuba – La villa de San Salvador fue fundada el 5 de Noviembre de
1513 por Diego Velázquez y sus hombres, en un paraje desconocido de la
costa del Golfo de Guacanayabo. Dos años después fue trasladada para el
cacicazgo de Bayamo, y a partir de entonces surgió San Salvador del
Bayamo, la segunda villa de Cuba, la cual floreció rápidamente gracias a
las condiciones de navegación que permitía el río que también lleva su
nombre.
Durante más de cuatro siglos, la demarcación bayamesa ha sido testigo de
sucesos que definen el proceso formativo de la nacionalidad cubana. En
1603 los bayameses tomaron las armas para reclamar, a las autoridades
españolas, su derecho de subsistencia mediante el comercio de
contrabando. Esta actitud representaba las aspiraciones de todos los
habitantes de la Isla que se encontraban marginados del comercio
intercolonial y que padecían necesidades, cuando el comercio ilegal era
la única vía de subsistencia que poseían. Una de las primeras obras
literarias cubanas es el poema épico Espejo de Paciencia, que narra
eventos ocurridos en esa zona contra los piratas y corsarios que
invadían y saqueaban el territorio.
Muchos acontecimientos demuestran la presencia de lo bayamés en la
historia cubana. En 1795, Nicolás Morales inició el primer complot de
liberación. Ya en el siglo XIX los cubanos, para poder conspirar contra
el gobierno español, se organizaron en logias masónicas y Bayamo pasó a
ser un sitio fundamental para el pensamiento independentista. En 1810,
Joaquín Infante redactó la primera constitución de la Isla.
En 1867, descendientes de los primeros colonizadores comenzaron el
proceso independentista cubano, creando el Comité Revolucionario de
Bayamo liderado por Francisco Vicente Aguilera Tamayo, Francisco Maceo
Osorio y Pedro Figueredo Cisneros. A esta conspiración se integraron los
grupos conjurados en Oriente, lo que impulsó el estallido
independentista de 1868.
El 10 de octubre de ese año, el bayamés Carlos Manuel de Céspedes y del
Castillo inició la guerra al proclamar la independencia y dar la
libertad a sus esclavos en La Demajagua. El 20 del propio mes, Bayamo
cayó en poder de los revolucionarios cubanos y fue declarada capital
provisional de la República en Armas. Pedro Figueredo dio a conocer al
pueblo la letra de La Bayamesa, himno patriótico cubano devenido en
Himno Nacional.
El 12 de enero de 1869, después de 82 días en poder de los emancipadores
y ante el indetenible arribo de las tropas españolas, sus pobladores
decidieron quemarla. Este hecho se convirtió en un símbolo porque
demostraba la decisión de los bayameses y de todos los cubanos de ser
libres.
Conocida en lo adelante como la Cuna de la Nacionalidad Cubana, Bayamo
fue sede de multitud de acontecimientos históricos y actos de valentía
inigualable en la lucha contra la opresión. En 1976, como resultado de
la nueva división político-administrativa, pasó a ser capital de la
provincia de Granma. Hoy día la ciudad está dividida por más de treinta
repartos.
En 2018 se cumplirá el Aniversario 150 de La Bayamesa guerrera, del
Himno de Bayamo, así como de la Toma de Bayamo. Todos son muestras de la
importancia que tiene la historia de la localidad en la formación de la
nación cubana. También en 2018 cumplirá el Aniversario 90 de su
fundación la necrópolis, donde igualmente abundan valores patrimoniales.
En el centro de la ciudad predominan edificios del siglo XIX, y aunque
algunos ya han sido reemplazados por otras construcciones, muchas
edificaciones de la ciudad poseen la condición de Monumento Nacional. La
iglesia de San Salvador de Bayamo, por ejemplo, construida originalmente
en 1613, las casas natales de Carlos Manuel de Céspedes ‒hoy Museo‒ y de
Francisco Vicente Aguilera y Tamayo ‒Biblioteca Provincial‒, la Capilla
de Dolores, construida en 1740, la casa de descanso de Diego Velázquez
‒ahora Casa de la Trova‒, entre otros varios exponentes, constituyen una
muestra importante de la arquitectura colonial.
En el casco histórico de la urbe existen otras construcciones de gran
valor arquitectónico del siglo XVIII y XIX a las que se prevé restaurar,
como los edificios que ocupan el Gobierno Municipal, antiguo
ayuntamiento, la Casa de la Cultura, donde naciera Donato Mármol, y la
Galería de Arte Provincial, un recinto donde tuviera alguna vez su
cuartel el General Máximo Gómez.
Se tiene previsto asimismo rescatar las tres barrancas que daban acceso
a la ciudad y censar los locales que sobrevivieron a la quema de 1869,
para conservarlos como los exponentes más significativos de la
arquitectura bayamesa.
En el parque principal de la ciudad, situado en el mismo corazón de la
villa, se encuentran las estatuas de Carlos Manuel de Céspedes y de
Perucho Figueredo. El Paseo de la ciudad de Bayamo está ubicado en la
calle General García y, aunque inconcluso todavía, se prevé que llegue
hasta la calle Amado Estévez, la cual debe constituir su límite por ser
ahí donde acababa la ciudad colonial.
Este paseo sirve como referencia de la revitalización de la ciudad y
constituye una verdadera exhibición de la mezcla de la arquitectura
antigua y la moderna. Los bayameses siempre se han caracterizado por su
amor a la ciudad, que conserva aún coches tirados por caballos como
recuerdo de las tradiciones coloniales. Cientos de relatos se ocultan a
plena vista, para contarnos la participación prioritaria de Bayamo en la
historia de la Isla de Cuba.
Source: Orgullo de ser bayamés | Cubanet -
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