Pelota en dólares: ¿Una perestroika en el béisbol cubano?
Publicado el Sábado, 22 Junio 2013 07:56
Por Alberto Aguila
Como si todo fuera borrón y cuenta nueva en la trajinada historia
nacional, las autoridades cubanas a firmaron de un plumazo el armisticio
ante el béisbol profesional después de una pugna de 50 años para
imponerle a su afición la pelota amateur centralizada y diseñada desde
el poder político.
Fue en un discurso de 1961, en una de sus interminables catilinarias,
que Fidel Castro pronunció frases que le sirvieron por años para
reafirmar el derrumbe del deporte pagado y que la prensa repitió hasta
el cansancio, sin el más mínimo cuestionamiento: "No más deporte
profesional, no más béisbol rentado, no más esa lacra mercantilista..."
Pero ahora no ha habido una sola letra impresa en la prensa oficial en
Cuba para explicar el porqué del "Donde dije digo, digo Diego" que ahora
nos planta ante los ojos la Federación Cubana de Béisbol (FCB), como si
el cambiazo se tratara de una nueva modalidad de cuentapropismo.
La noticia de que Cuba regresa a la Serie del Caribe, con su
participación en la edición del 2014, y la inclusión del pelotero Michel
Enríquez como el primer amateur activo de las Series Nacionales que se
incluye en un equipo de la Liga Mexicana, ha originado infinidad de
comentarios entre la afición cubana y los seguidores de la pelota
alrededor del mundo.
Debut del Hombre Nuevo
A Enríquez, que ya debutó con los Piratas de Campeche el pasado 14 de
junio (¿en homenaje al Che Guevara y su Hombre Nuevo?), se han sumado
los nombres de los toleteros granmenses Alfredo Despaigne y Yordamis
Samón, quienes ya viajaron a México para empezar sus andadas en la Liga
Mexicana, también con los Piratas de Campeche.
Al parecer, unos 20 los peloteros jugarán en ligas profesionales este
verano, incluyendo las del Lejano Oriente (Japón, Corea del Sur y Taipei
de China), aunque oficialmente no han trascendido los nombres por boca
de Higinio Vélez. Tras chocar por unos meses en la "pelota rentada", los
jugadores cubanos deberán incorporarse -ya con unos dólares en mano- a
los equipos de sus respectivas provincias para la 53 Serie Nacional.
Durante mucho tiempo se persiguió por inmorales a los scouts que
firmaban peloteros cubanos con aspiraciones a jugar la pelota
profesional. Pero ahora, visto el hecho, son las autoridades las que se
han erigidos en "agentes" de peloteros (siempre hubo otros agentes en
las delegaciones y "atendiendo" el INDER, pero esta nueva agentura sí
que es sorprendente) para el fichaje de Enríquez, Despaigne, Samón y los
que seguirán tras sus pasos, de vuelta a la pelota que paga.
La entidad para los nuevos tiempos se llama Cubadeportes y con sus
ejecutivos es recomendable no hablar de pesos cubanos (CUP).
Fotos y perorata
Al romperse la "cortina de bagazo", al parecer nadie quiere recordar
cierta visualidad del pasado y no debemos de extrañar que en oficinas de
instalaciones deportivas se apresuren a echar abajo fotos y afiches de
aquella jornada sublime del Pelotero en Jefe, bate en mano, con la
perorata debajo.
En última instancia, ya los intereses del destructor de la Liga
Profesional Cubana están lejos de los bates, las pelotas y los estadios,
y se han volcado hacia la moringa.
Llama la atención de que el primer jugador designado para "romper la
barrera" haya sido Enríquez, un buen pelotero, pero no una
superestrella. Con 34 años e infinidad de torneos internacionales, el
pinero no deseaba jugar el beisbol rentado, según lo expresó en una
entrevista relativamente reciente. Sin embargo, en poco tiempo cambió su
forma de pensar y de mirar al mundo, comprendió la importancia de un CUC
en esta nueva batalla de las ideas, y se adaptó al rumbo inevitable de
la transformación con la misma velocidad con que pudiera robar bases.
Así se desprende de la entrevista que publicó el sitio oficial
CubaPeriodistas, el 11 de marzo del 2009, y del comentario de Reynaldo
Taladrid (que pronostica ahora de béisbol como lo ha hecho de la
política internacional y de las elecciones norteamericanas), aparecido
el 16 de diciembre de ese mismo año en Cubadebate bajo el título de "El
rompecabezas". En ese artículo Taladrid nos recuerda cómo fue que
Teófilo Stevenson y Félix Savón, en boxeo, y Michel Enríquez, en
béisbol, rechazaron ofertas para competir en el "odiado y mercantilista"
deporte profesional.
La careta de los infames
"A Michel Enríquez en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, le
ofrecieron un contrato garantizado, para jugar la tercera base en uno de
los más poderosos equipos de Grandes Ligas en los Estados Unidos, y
Michel dijo rotundamente que NO...", se jactaba entonces Taladrid con la
certeza de un comisario de los viejos tiempos soviéticos.
También hace cuatro años, cuando los batazos de los cubanos "traidores"
en Ligas Mayores comenzaron a salpicar la careta de los irreductibles
defensores de la pureza revolucionaria, un reconocido alabardero
oficialista como Juan Marrero hablaba en estos términos de la pelota
profesional anterior a 1959: " Era una liga profesional donde los
atletas no eran más que mercancías, a los que cambiaban de equipos o se
vendían por pesos como se hacía con los negros esclavos en la época de
la colonia española".
Pues bien, el "esclavo" -no ya de los españoles, sino de la casta del
INDER- Yasiel Puig se emancipó de las cadenas con un jugoso contrato de
$42 millones de dólares y otro 'cimarrón" como Yoenis Céspedes anda con
un convernio de $36 millones en Grandes Ligas. Y Aroldis Chapman, otro
de los "siervos" con que fabula el viejo periodista de Granma anda
emulando con las hazañas de Luis Tiant, Orestes Miñoso y Tony Oliva, con
un contrato de $30 millones.
¿Cuánto aceptó ahora Cubadeportes -dígase el gobierno cubano- para
"vender" la participación de Michel Enríquez a los Piratas de Campeche.
Aunque no se han divulgado cifras de la transacción, asumo casi
seguramente que no será por más de 10 mil dólares, el techo mayor de los
jugadores de buen nivel en la pelota mexicana y mil veces menor de lo
que habría conseguido con el contrato rechazado en el 2003, tan elogiado
por el capataz Taladrid.
Desde el banco del poder
Cabe preguntar también cuál será el monto del robo (me gustaría llamarlo
dividendo, pero tengo respeto por mis lectores) perpetrado contra
Enríquez por el gobierno cubano. ¿Habrá tenido el pelotero la última
palabra de la negociación de la que era objeto o se trata de una movida
financiera y publicitaria para los tiempos que corren en la pelota
cubana, con Antonio Castro bandera y escudo en mano?
La intervención del equipo Villa Clara, campeón nacional, en la próxima
Serie del Caribe y la llegada de Enríquez a tierras mexicanas, son
curitas de mercuro cromo para la pelota cubana. Son pasos de perestroika
para una esfera que necesita sacudirse completamente de las viejas
estructuras, tanto como mismo necesita el país sacar del mando a los
abuelos totalitarios, que nos hicieron el cuento de la buena pipa y
quieren ahora hacerse pasar como motores de la renovación que se les
viene irremediablemente encima. Porque tras este paso, no hay vuelta
atrás, ni podrá hablarse más de "béisbol socialista" a menos que no sea
para hacer el ridículo.
Si hubiera un poco de decencia y visión de futuro, lo correcto sería
desarrollar un torneo profesional en Cuba con seis equipos en los meses
invernales, paralelo a los que celebran los demás competidores, mientras
que la Serie Nacional, a partir de marzo, sería la cantera donde los
conjuntos profesionales adquiriesen a los atletas de mejores resultados.
Pero eso tendrían que decidirlo entre el curveador Raúl Castro, el
taponero Miguel Díaz Canel y el segunda base José Ramón Machado Ventura
en la próxima reunión del Consejo de Ministros, consultado también el
jardinero Marino Murillo. Todos ellos que tanto aman y saben de pelota
por haberla jugado desde el banco del poder.
Source: "Pelota en dólares: ¿Una perestroika en el béisbol cubano?" -
http://cafefuerte.com/deportes/noticias-deportivas/pelota-cubana/2931-pelota-en-dolares-una-perestroika-en-el-beisbol-cubano
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