22 de diciembre de 2014

EEUU-Cuba, ¿una nueva era?

OPPENHEIMER: EEUU-Cuba, ¿una nueva era?
ANDRÉS OPPENHEIMER AOPPENHEIMER@ELNUEVOHERALD.COM
12/20/2014 5:14 PM 12/20/2014 5:49 PM

Es probable que el Presidente Barack Obama haya tomado la decisión
correcta al anunciar la normalización de las relaciones con Cuba a la
luz del fracaso del embargo de seis décadas contra la isla, pero uno de
las más grandes interrogantes —y de los que menos se habla— es si el
régimen cubano permitirá un restablecimiento de las relaciones entre
ambos países.

Todas las dictaduras —y Cuba es una dictadura bajo la definición de
cualquier diccionario— necesitan un enemigo. La confrontación forma
parte de su ADN. Las dictaduras deben presentarse como víctimas de una
agresión, porque necesitan una excusa para prohibir elecciones libres,
medios de prensa independientes, y reprimir a cualquier grupo opositor.

Y el discurso del mandatario cubano Raúl Castro del 17 de diciembre
anunciando el acuerdo de normalización con Washington no dejó muchas
dudas de que Cuba seguirá jugando el papel de víctima.

El General Castro dio su discurso vestido de uniforme militar, mandando
la señal de que su país aún está en guerra. A pesar de las acciones
ejecutivas de Obama para aumentar dramáticamente el turismo y el
comercio con Cuba, Castro denunció a Washington por las restantes
sanciones económicas que aún siguen vigentes.

"Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto", dijo Castro.
"El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños
humanos y económicos a nuestro país debe cesar".

A pesar de que el embargo comercial de 1960 se ha diluido en los últimos
años, y será debilitado aún más ahora, lo más probable es que el régimen
de Castro siga arremetiendo contra el embargo —que solo puede ser
levantado por el Congreso— o busque cualquier otra excusa para mantener
el estado de hostilidad con Estados Unidos.

En el pasado, Cuba ha saboteado varios intentos estadounidenses de
mejorar los lazos bilaterales. Cuando el ex presidente Jimmy Carter
mejoró las relaciones con Cuba y negoció la apertura de las Secciones de
Intereses en Washington y La Habana en 1977, el ex gobernante cubano
Fidel Castro envió 12,000 soldados a Etiopía y desencadenó la crisis de
Mariel, causando que las relaciones bilaterales colapsaran.

En 1996, cuando el entonces presidente Bill Clinton intentó normalizar
las relaciones bilaterales, Cuba derribó dos aviones del grupo
humanitario cubanoamericano Hermanos al Rescate. El ataque de la Fuerza
Aérea de Cuba hizo que Clinton retirara su propuesta de normalización, e
impusiera nuevas sanciones comerciales.

Sin embargo, otros observadores argumentan que ésta vez las cosas serán
distintas: Raúl Castro es más pragmático que su hermano mayor, Fidel, y
—lo que es más importante— necesita desesperadamente aumentar el turismo
y las remesas de Estados Unidos ante la amenaza de un inminente corte de
los subsidios de petróleo de Venezuela.

Otros sostienen que hay un nuevo jugador en la escena —el General
Alejandro Castro Espín, hijo de Raúl y su principal asesor— quien es el
poder detrás del trono en Cuba, y que supuestamente cree que la dinastía
Castro puede mantenerse en el poder indefinidamente sin necesidad de
pelearse con Washington.

Guillermo Fariñas, un conocido opositor pacífico, me dijo en una
entrevista telefónica desde Cuba que Alejandro Castro Espín "quiere
hacer como Vietnam, China o Rusia, que han conseguido que su enemigo
—Estados Unidos— financie sus dictaduras".

En Estados Unidos, otros críticos dicen que Obama abandonó la política
bipartidista de defender la democracia y los derechos humanos en el
continente americano. Ellos argumentan que Estados Unidos había hecho
cosas criticables en la región en siglos pasados, cuando apoyaba
dictaduras pro-estadounidenses, pero a partir de la década de 1970
Washington adoptó un acuerdo bipartidista —desde entonces incorporado a
varios tratados interamericanos— de defender la democracia en la región.

Ahora, al justificar su nueva política hacia Cuba diciendo que Estados
Unidos ha tenido durante mucho tiempo relaciones con China y Vietnam,
Obama tiró por la borda la excepcionalidad de América Latina, señalan
los críticos.

Mi opinión: Tanto los partidarios como los críticos de la decisión de
Obama de abrir el comercio y el turismo a Cuba sin exigir concesiones
democráticas al régimen de Castro tienen argumentos muy válidos.

Pero más allá de si el plan de normalización de Obama funcionará mejor
que la fallida política de aislar a Cuba, hay que tomar con cierto
escepticismo los titulares de que ha comenzado "una nueva era" entre
Estados Unidos y Cuba.

Lo que ha comenzado es un proceso de conversaciones, que puede ser
torpedeado tanto por el Congreso de Estados Unidos como por el régimen
cubano.

Más que el comienzo de una nueva era, esto parece más bien el inicio de
un nuevo capítulo en una larga historia cuyo verdadero punto de
inflexión probablemente llegue el día en que Fidel y Raúl Castro se mueran.

Source: OPPENHEIMER: EEUU-Cuba, ¿una nueva era? | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/andres-oppenheimer-es/article4736640.html

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