Una jabita para Randy
JORGE OLIVERA CASTILLO | La Habana | 3 Sep 2014 - 10:22 am.
El director de la oficialista Mesa Redonda descubre el agua tibia. Sus
rabietas antiimperialistas no merecen más que burlas.
El conocido periodista de la televisión cubana Randy Alonso quiere
recibir un servicio de calidad en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD).
El litro de aceite vegetal que compró recientemente en uno de los
centros comerciales ubicados en el municipio Centro Habana, tuvo que
llevárselo en la palma de la mano. Como de costumbre, no había jabas.
¿En qué nube vivía el director del sitio oficial Cubadebate y fundador
de la Mesa Redonda, dos espacios conocidos por su defensa a ultranza del
sistema político fundado por Fidel y Raúl Castro?
¿Ya se habrá enterado que la flauta de pan se lleva en los sobacos, de
los malabarismos para trasladar los muslos de pollos congelados a mano
limpia, de los sobres de especias en los bolsillos y los hombros como
soporte para los artículos pesados?
Su molestia ante un problema que ha ido agudizándose y que se origina a
partir del resquebrajamiento de los controles administrativos y
laborales, pone de relieve su pertenencia a la clase política que vive
de espaldas a la realidad.
Enterarse a estas alturas de algo tan integrado en el ambiente
capitalino así lo confirma.
Las rabietas antiimperialistas de Randy y compañía, en la mayoría de sus
intervenciones televisivas, merecen una sobredosis de burlas. Es
ridículo que mientras se malgastan recursos en producir programas en
defensa del modelo cubano y para desprestigiar a Estados Unidos, sea tan
difícil ofrecer un servicio tan elemental.
Es penoso que detrás del imponente muro de éxitos que facturan los
albañiles de la prensa y sus respectivos jefes de obra, nada más y nada
menos que el periódico Granma, el órgano oficial del Partido Comunista,
se haya convertido en el envoltorio por excelencia.
La importancia del diario de mayor circulación en la Isla se
circunscribe a labores de ese tipo, sin dejar de mencionar las
higiénico-sanitarias. Un baño sin ejemplares del Granma y Juventud
Rebelde, es excepción de la regla en los hogares cubanos. Desde los
inodoros son siempre visibles los pedazos de periódicos colgando de
clavos oxidados.
Los embalajes de la basura, a falta de jabas, también suelen ser
ejemplares de la prensa controlada por el Gobierno.
Randy descubre el agua tibia. Más que una atinada denuncia, su artículo
resulta lamentable.
Al margen de las críticas, seguramente continuará salvaguardando los
principios de un sistema que ha demostrado su inviabilidad económica,
social y política.
En todo este entramado de desatinos lo de menos es la ausencia de jabas.
Tras esas carencias se esconde un rosario de problemas mucho más graves.
La disfuncionalidad del Gobierno es crónica y sin mejorías a la vista,
mientras no se desmonten las estructuras que han dado pie a que el
relajo se haya institucionalizado.
El moderador de la Mesa Redonda se suma tarde a un reclamo de vieja
data. De ahí la poca credibilidad de sus reproches.
Total, si va a seguir en la trinchera a la espera de la orden para
lanzar otra andanada de diatribas contra Obama, Netanyahu, y todo lo que
tenga que ver con Occidente.
No se debe olvidar que Fidel Castro fue quien lo puso en el proscenio de
la revolución. Y desde entonces el libreto no ha variado, aunque Raúl
Castro sea ahora quien manipule los hilos.
Lo de las jabitas fue un incidente de escasa importancia. Un gesto que
pasará inadvertido entre la ventolera de la mediocridad y la anarquía.
Source: Una jabita para Randy | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1409732565_10223.html
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