Un centro de estudios para no olvidar
Martes, 11 de Junio de 2013 03:17
Escrito por Aimée Cabrera
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Durante la República
había muchas personas iletradas y de bajo nivel de instrucción. Los
oficios y otras labores menores abarcaban parte del tiempo de quienes
los ejercían, pero siempre hubo quien se sobrepuso con esfuerzo, y logró
estudiar en centros de estudios como el Instituto Nacional de Previsión
y Reformas Sociales.
En cada curso escolar aparecía un folleto impreso en O'Reilly número
206. El folleto del curso 1945-1946 enseña en sus primeras páginas una
nota de Pastor del Río, secretario general del Instituto en la que
certificaba que la Junta de Gobierno del Instituto había decidido
publicar la Memoria del centro de estudios.
Es interesante y admirable la lista por orden alfabético, con los
nombres de los miembros de dicha institución, la cual consta de 2
páginas y media, en las que aparecen los Doctores Arturo A. Aballí,
Néstor Carbonell, José María Chacón y Calvo, Jorge Mañach, Carlos
Márquez Sterling, Manuel Sanguily y Emeterio Santovenia, entre otros
distinguidos profesores.
A continuación se mostraba el cuadro del personal administrativo y de
los profesores, divididos en Titulares, Auxiliares y Honorarios, los
cuales conformaban los grupos de Ciencias, Letras, Idiomas, y Ciencias
Sociales. Se divulgaba el cuadro de asignaturas pertenecientes a los
Grupos A, para aspirantes al Diploma de Estudios Elementales y el B para
aspirantes al Diploma de Estudios Superiores.
En las Observaciones aparece explicado que el curso escolar comenzaba el
primer lunes después el 10 de octubre, hasta el último jueves antes del
20 de mayo. Eran impartidas las clases de lunes a jueves, de 5:30 de la
tarde a 10:30 de la noche.
La matrícula gratuita estaba limitada a la capacidad docente del centro
de estudios, en el cual los alumnos solo podían matricular hasta tres
asignaturas. Los nuevos solicitantes debían presentar dos fotos de
carnet; y una carta del jefe de taller, de la oficina pública o privada,
o del secretario del gremio o sindicato para acreditar su condición de
trabajadores, así como su conducta y moralidad.
Se destacaba también en las Observaciones que el centro no tenía
filiación política ni religiosa, aunque si la asignatura lo requería, y
bajo la dirección del profesor, tanto este como sus educandos, podían
exponer y discutir todas las ideas y doctrinas. Pero fuera de las
clases, en el centro, no se permitían discusiones de carácter
partidista, político o religioso.
En este Instituto no solo se destacaba el curso extraordinario impartido
por alguno de los excelentes profesores, sino que se distinguía a los
alumnos con el Premio Especial, cuando su ejemplaridad era sobresaliente.
La Salutación era realizada por educadores y estudiantes a los doctores
que se distinguían por su ilustre magisterio.
La transparencia se reflejaba en otras páginas que divulgaban datos
tales como la edad de los alumnos, los matriculados y aprobados por
asignaturas, los premiados y los graduados con diversos diplomas y
certificados.
Para culminar, aparecían dos discursos, uno de un estudiante y otro de
un intelectual escogido para la solemne ocasión.
"Era muy pobre pero quería triunfar en la vida. Me sacrifiqué mucho,
pero fue una experiencia inolvidable para mí llegar al Instituto de
Previsión y Reformas Sociales y ver a tantas personalidades y, como con
la humildad de los grandes nos impartieron conocimientos y nos
cultivaron para toda la vida, una experiencia difícil de vivir ahora,
los jóvenes terminan una carrera y no saben hablar ni conducirse"-
expresó una anciana que estudió en el prestigioso centro de estudios
gratuito de la época republicana, tan criticada desde hace más de cinco
décadas.
Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.es
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/7690--un-centro-de-estudios-para-no-olvidar.html
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