Las minucias del castrismo
Miércoles, 12 de Junio de 2013 03:31
Escrito por Zoe Valdés
Cuba actualidad, París, Francia, (PD) Finalmente el castrismo es bueno,
¡vaya que si es bueno! Fíjense que después de tener a los disidentes del
Disintur dando zánzara alrededor del mundo el castrismo los "represalía"
-según un diario en Miami- de la siguiente manera: cuatro horas de
registro en la casa de uno e impedimento de unas mujeres a reunirse con
otras, para colmo a la Exponente Clase Business del Dinsintur le
permiten montar en el avión y regresar.
Que conste que todavía a unos cuantos no nos permiten ni actualizar el
pasaporte, mucho menos subir al avión, y ni pensar en regresar; tampoco
es que nos interese para nada, al menos a mí. Para ver ruinas, el mundo
es ancho.
Después no digan que la dictadura es malita, señores y señoras, porque
miren ustedes, hasta han permitido las conexiones Internet de pago,
ampliándolas. ¿Que es caro porque cuesta la mitad del salario del mes?
¿En qué país regalan algo?
Pero además, en un país donde los libros están prohibidos, que cuestan
más del salario mensual en el mercado negro -recuerden a aquella mujer a
la que multaron con 500 pesos por posesión de un libro de Guillermo
Cabrera Infante-, a quién carajo le importa lo que cuesta Internet ¡A
quién le importa internet! En un país donde la educación no lo es, sino
que es adoctrinamiento; en un país donde la gente no tiene que comer, y
el salario del mes no alcanza ni para calentarse el estómago, ni para
calzarse, ni para vestir, ni para los medicamentos, francamente, ¡qué
significaría entonces Internet al lado de todo eso!
¿Que el cubano estaría más informado con internet? El cubano siempre ha
zancajeado la información debajo de la tierra, incluso en los períodos
de mayor represión y censura y sin la existencia de Internet. El cubano
está informado a través de muchas vías, y si no se rebela masivamente es
por lo cobardones que son. O sencillamente, porque tanto la dictadura,
como ahora esta bichidisidencia (cuidado no sea lo mismo) le tiene el
coco dormido con pendejadas como Internet.
No se crean, además, el negocio de las revoluciones orquestadas por
twitter, ya eso se está comprobando que no solo es una estafa, además es
un gran parabán para tapar varias realidades alternativas, y otro
negocio gracias al cual algunos se están enriqueciendo mientras otros
siguen más pobres y más reprimidos.
Yo sí sigo creyendo en las revueltas populares, cuando el pueblo no
puede más y sale a las calles a acabar con los tiranos, de manera
espontánea. ¿Por qué no ocurre esto en Cuba? Pues, oigan bien, no me
canso de repetirlo, esto no sucede en Cuba por la simple razón de que
mientras algunos pocos se juegan la vida en las calles, otros salen de
viaje a comer catibía y a hablar la basura que le conviene al régimen
para su resistencia. Con sus boberías mantienen al régimen y les
permiten regresar a Cuba. Los grandes consorcios de la información los
premian para ello. El cuarto poder que siempre ha sostenido al primero.
En otros artículos míos hice excepciones, pero hasta con esas
excepciones cuenta el régimen para darle credibilidad a los otros, a los
que pondrán punto final al Disintur, que serán los últimos que hablarán,
y sus palabras serán las que recordará el cubano, como máximo tres
meses, no más, porque recuerden lo desmemoriados que somos, sobre todo
en el exilio.
De modo que, al lado del régimen de Siria y de Irán, el castrismo,
señores y señoras, es cosa de minucias. Y tan minucioso como ha sido
siempre en borrar huellas y provocar amnesias, ya podríamos considerar
que los pocos cubanos que todavía se enfrentan honestamente al régimen
constituyen solamente casos aislados de descerebrados patológicos.
Por cierto, se comenta que la Maraca Guerrillera está en terapia
intensiva. Bueno, el que lo esté ya no tiene ninguna importancia. Ha
dejado a un pueblo comatoso, sí, en coma desde hace más de medio siglo,
así que el hecho de que él se encuentre en terapia intensiva no tiene
nada de singular. Además, siempre cabría la posibilidad de que pudiera
despertarse milagrosamente y echar a correr por las calles de La Habana
con sus zapatillas Adidas.
Para Cuba actualidad: zv2559@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/7710-las-minucias-del-castrismo.html
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