Cuba libre y democrática: que ese fín sea la medida de todas las cosas
[28-06-2013]
Osvaldo Alfonso Valdés
Director de Misceláneas de Cuba
(www.www.miscelaneasdecuba.net).-Por primera vez varios activistas de
derechos humanos, blogueros y periodistas independientes residentes en
la isla han participado conjuntamente en un evento en el extranjero. El
acontecimiento tuvo lugar en el parlamento de Estocolmo, capital del
reino de Suecia, donde Laritz Diversent, Eliécer Ávila, Antonio Rodiles,
Roberto de Jesús Guerra Pérez, Yoani Sánchez y Miriam Celaya, formaron
parte de un panel sobre Cuba auspiciado por el Centro Internacional
Liberal Sueco.
Ésta fue una ocasión en la que los representantes de la nueva generación
de luchadores pacíficos por la democracia en la isla, pudieron exponer
sus ideas sobre el presente y el futuro de Cuba. Es admirable como todos
ellos, nacidos después de la llegada al poder de régimen castrista, y
educados bajo el adoctrinamiento, la censura mediática y la falta de
acceso a literatura política que no sea marxista, han podido formarse un
pensamiento democrático, yo diría que liberal. Eso es una prueba de que
al ser humano le es inherente el deseo de ser libre y que la razón
humana puede indicarnos que esa libertad se nos vulnera, no importa
cuanta retórica polítca e ideológica se utilice para justificar la
violación de nuestros derechos fundamentales.
Una pregunta ha sido recurrente ante la salida de estos y otros
activistas democrátas de Cuba que han estado participando en ruedas de
prensa, seminarios, entrevistas de alto nivel en Europa, Estados Unidos
y América Latína. Y es el por qué el régimen cubano, tan celoso de su
imagen hacia el exterior, les ha permitido viajar ahora, luego de que la
práctica ha sido la constante negativa. ¿Es una señal de apertura o una
jugada política calculada? Yo me inclino a pensar en lo segundo.
Descarto que se trata de un gesto aperturista, pues la propaganda de la
dictadura no ha escatimado para denigrar y difamar a estos activistas.
Un cambio de política hacia ellos tendría que implicar el reconocimiento
de que son legítimos opositores o cuando menos, ciudadanos que tienen
todo el derechos a expresar, dentro y fuera de la isla, sus críticas
hacia quienes gobiernan en su país.
Ciertamente la dictadura ha hecho un cálculo político de
costosbeneficios, y sin duda ha tenido que ceder, lo cual es positivo,
pues muestra que no puede continuar como hasta ahora, sin que el costo
político sea más alto. Cuando un gobierno totalitario como el que tiene
Cuba por más de medio siglo comienza a ceder, significa que la necesidad
de cambios se va convirtiendo en imperativo, pues lo contrario sería
incrementar el descontento popular, el descrédito internacional y el
aislamiento.
La represión a los activistas dentro de la isla, lejos de disminuir, se
incrementa, prueba de que para nada estamos ante un signo de apertura, y
por ello a la dictadura comunista hay que continuar condenándola en
cuanto foro internacional sea posible. Lo que sí es evidente es que el
gobierno de Raúl Castro ha tenido que entrar en el juego político, ya no
puede continuar respondiendo sólo con represión hacia el movimiento
democrático, y ante esto lo prudente es no premiar al régimen con
acercamiento político, como parecen indicar ciertas tendencias dentro de
la Unión Europea, sino presionar para que cese la represión contra los
demócratas de la oposición y la prensa independiente. Sin éste requisito
no puede hablarse de apertura en Cuba, no importa que se le permita
viajar a un grupo de activistas. Esto es totalmente insuficiente cuando
urge delvolver los derechos que se le violan a toda un pueblo. Ellos,
los opresores, han tenido que entrar en el juego, pero quienes queremos
la verdadera democracia no debemos jugar según sus reglas. Siempre
tengamos claro el gran objetivo: una Cuba libre y democrática, y que ese
fín sea la medida de todas las cosas.
Source: "Cuba libre y democrática: que ese fín sea la medida de todas
las cosas" -
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