El inmigrante cubano en Estados Unidos
Según el profesor de la Universidad de Princeton (EE.UU.), Alejandro
Portes, el inmigrante cubano es cada vez más parecido al del resto de
Latinoamérica.
martinoticias.com
mayo 26, 2013
El perfil del inmigrante cubano de los 60 y 70, educado y que se exilió
en EE.UU por razones políticas, ha dejado paso las últimas décadas al
del extranjero empobrecido, con necesidades parecidas a las de
inmigrantes de otros países, que quiere hacer dinero para ayudar a la
familia que quedó en Cuba.
Así lo ha observado el profesor de la Universidad de Princeton (EE.UU.)
Alejandro Portes, que lleva años estudiando este perfil, indica la
periodista de la agencia Efe Claudia Solís.
Según explica Portes, las primeras generaciones de cubanos que se
exiliaron por razones políticas a partir de la década de los 60 crearon
en Miami una exitosa comunidad, con gran poder económico y político.
Pero esa situación "cambió con el Mariel (1980) y el éxodo posterior,
cuyo nivel de educación es más bajo y su orientación política es
distinta, más alejada de la crítica al régimen y más preocupada por
ayudar a su familia económicamente en Cuba", apunta.
Según este sociólogo cubano de larga trayectoria académica en
prestigiosas universidades de EE.UU., la creciente presencia en el sur
de Florida de inmigrantes cubanos a partir de 1980 se ha visto
acompañada de una caída de sus ingresos, para quedar "al mismo nivel que
los de los mexicanos" o cualquier otro grupo de inmigrantes de la clase
obrera.
Así, Portes, que ha participado esta semana en la Conferencia de Estudio
Cubanoamericanos de la Universidad Internacional de Florida (FIU),
rebate esa vieja idea de que los cubanos eran la "élite" de los
inmigrantes en Estados Unidos.
En su opinión, el empobrecimiento medio de este colectivo se debe
también parcialmente a que las clases medias y altas cubanas que
llegaron antes del Mariel, que fueron los que crearon grupos económicos
de poder, cortaron los lazos con los inmigrantes que llegaron luego.
"Los vínculos económicos que habían ayudado tanto a los cubanos antes a
escalar posiciones fueron casi completamente cortados para los nuevos
inmigrantes, que básicamente han tenido que defenderse obteniendo
empleos en un mercado laboral relativamente pobre como es el de Miami",
afirma.
Sin embargo, no ha habido un enfrentamiento frontal entre ambos, aunque
el viejo exilio no ve con buenos ojos las remesas y los viajes
constantes a la isla de la nueva emigración.
"Finalmente, todos son cubanos y lo que están haciendo estas nuevas
generaciones de ayudar a sus familias se enmarca en el sistema de
valores de la sociedad cubana tradicional, no se puede atacar a gente
que está tratando de ayudar a su familia", subraya.
Lo que s ha ocurrido es que la convivencia de estos dos grupos ha
provocado un "fenómeno de bifurcación", especialmente en el sur de
Florida, donde se concentra el 75 % de la comunidad cubana en EE.UU.
"Por un lado -explica- está el viejo exilio y sus hijos, que han crecido
y escalado posiciones de éxito en la sociedad estadounidense, y por otro
la nueva inmigración, con ingresos promedio no diferentes de otros
grupos de inmigrantes de clase trabajadora que llegan de toda
Latinoamérica".
Estos inmigrantes cubanos hacen lo mismo que otros inmigrantes
económicos: trabajan duro para enviar remesas a su país en un sistema
que no permite el ahorro, "y eso, unido a que el enclave cubano ya
establecido no los ayudan, ha dado lugar a una generación de cubanos
empobrecidos", apunta el también profesor de la Universidad de Miami.
Según la Oficina del Censo, en una década la población cubana en este
país ha aumentado un 44 %, al pasar de 1,24 millones en 2000 a 1,78
millones en 2010 (de los que el 68 %, 1,2 millones, viven en Florida),
aunque en ambos momentos representaban el 3,5 % de la población hispana
de este país.
En enero pasado, el Gobierno de La Habana puso en marcha una reforma
migratoria que dejó atrás décadas de restricciones para viajar al
extranjero y eliminó restrictivos, engorrosos y costosos trámites como
el denostado "permiso de salida" o la "carta de invitación".
Según Portes, esa reforma ha tenido un efecto inmediato y los cubanos ya
asentados en el sur de Florida lo ven como una amenaza, ya que temen
"verse inundados por una nueva oleada de personas que hasta ahora no
tenían la facilidad de venir".
Se incluye en ese temor la maquinaria política del sur de la Florida,
con el senador Marco Rubio a la cabeza, que no ve con buenos ojos el
creciente intercambio con la isla y lo interpreta "como una ayuda para
que el régimen de los Castro permanezca en el poder".
Teniendo en cuenta que los cubanos tienen el beneficio de la Ley de
Ajuste y con ello acceso al permiso de residencia, Portes está
convencido de que la maquinaria política del sur de Florida tratará de
frenar la llegada de más inmigrantes de la isla.
"Se evitará hacerle el juego al Gobierno de (Raúl) Castro, que -afirma-
busca aprovechar la entrada masiva de cubanos (a EE.UU.) para apagar la
voz del viejo exilio y representar una masa de recursos en forma de
remesas, que finalmente ayudan a la estabilidad económica del régimen".
http://www.martinoticias.com/content/alejandro-portes-cubanos-en-eeuu-/22879.html
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