27 de mayo de 2013

Matanzas, una ciudad de puentes y pequeños empresarios

Matanzas, una ciudad de puentes y pequeños empresarios
Lunes, 27 de Mayo de 2013 03:15
Escrito por Osmar Laffita

Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) La ciudad de Matanzas es la
capital de la provincia homónima. De los 13 municipios en que está
dividida administrativamente la provincia ocupa el lugar 12 en extensión
territorial, con solo 317 kilómetros cuadrados, pero con sus 143 706
habitantes ocupa la primacía en cuanto a población.

La ciudad de Matanzas está situada bordeando la bahía del mismo nombre,
distante a unos 100 kilómetros de La Habana y a 40 de Varadero.

Lo que hace única a la ciudad de Matanzas son los puentes sobre los ríos
que la atraviesan: Yumurí, San Juan y Canímar. Matanzas es conocida como
"la ciudad de los puentes".

El desarrollo cultural alcanzado por la ciudad de Matanzas en el siglo
XIX se inició con la introducción de la imprenta, en 1813.

La ciudad era visitada frecuentemente por el poeta José María Heredia,
quien en las diferentes tertulias literarias daba a conocer sus versos.

Fue Matanzas una de las primeras ciudades de Cuba que tuvo su biblioteca
pública. Fue fundada en 1835 por iniciativa de Tomás Gener y Domingo del
Monte, dos prominentes figuras relacionadas con el fomento cultural de
la localidad.

A lo largo de la década del 40 del siglo XIX cobraron gran auge en la
villa yumurina las diversas manifestaciones literarias. Alcanzaron
notoriedad las obras de poetas, escritores y periodistas como José
Jacinto Milanés, el mestizo Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido),
el poeta manumitido Manuel Manzano, Miguel Teurbe Tolón y Félix Tanco,
entre otros.

En 1859 se fundó el Liceo Artístico y Literario, en el que los
matanceros le tributaron una calurosa bienvenida a la poetisa y
escritora camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda.

En 1863 abrió sus puertas el Teatro Esteban. Al año siguiente recibió
sus primeros alumnos el Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas.

En esos años, el músico matancero José White recibía los aplausos y
reconocimientos del público de los diferentes países en que actuó, que
lo consideraban como uno de los mejores violinistas del momento.

Es precisamente por el auge y esplendor que había alcanzado la cultura
matancera que en 1860 Rafael del Villar lanzó la propuesta, aceptada por
el círculo de intelectuales, de ponerle el título a la ciudad de
Matanzas de "la Atenas de Cuba".

Hoy, ya entrada la segunda década del siglo XXI, el pueblo matancero
contempla impotente el acelerado deterioro del legado cultural de los
siglos XIX y XX. La culpa de ese retroceso es únicamente de las
instituciones del Estado, que alegan carecer de recursos para la
cultura. Por tanto, la ciudad de Matanzas está en peligro de perder su
corona de laurel como la Atenas de Cuba.

En estos momentos, la ciudad de Matanza dispone de instalaciones
portuarias, diversas industrias, plantas energéticas, terminales de
azúcar a granel y de grandes buques supertanqueros, pero por la carencia
de inversiones y su extrema explotación, se encuentran en un acelerado
proceso de descapitalización, la cual ha conducido a que no puedan
responder a la los diversos pedidos que genera el polo turístico de la
playa de Varadero, que el pasado año recibió el 47% de los 2,7 millones
de turista que visitaron Cuba

La producción agrícola de la provincia de Matanzas el pasado año fue de
50 902 toneladas. De ellas, las empresas agrícolas estatales solo
produjeron 9 400 toneladas. Esto da una idea del enorme
desabastecimiento que experimentaron durante el año los Mercados
Agropecuarios Estatales de la ciudad de Matanzas, que permanecieron la
mayor parte del tiempo sin productos o con ofertas muy limitadas.

Los residentes en la capital yumurina pueden adquirir los productos del
agro en los establecimientos propiedad de particulares, pero en el único
lugar que los pueden comprar es en la plaza porque no están autorizados
los puntos de venta y mucho menos que circulen por la ciudad los
carretilleros.

El pasado año se produjeron 44 352 100 litros de leche, unas 7 671 de
toneladas de carne de res y 13 252 toneladas de carne de cerdo.

Referente a la leche fresca se desconoce en cuantas bodegas del
municipio se distribuye este alimento a niños menores de 7 años y cuál
fue el destino de este alimento porque por ningún establecimiento del
Estado hay queso ni mantequilla.

Como la carne de res no se vende de manera normada, los matanceros
desconocen cuál fue el destino final de las miles de toneladas
producidas el pasado año. Ellos, como el resto de la población cubana,
han perdido la noción de que la carne de res existe.

La situación de la venta de la carne porcina en las redes de carnicerías
de la ciudad de Matanzas es algo realmente escandaloso. Las empresas
porcinas produjeron el 80% de esta carne, pero la población tiene que
comprarla en los establecimientos privados, donde su precio fluctúa de 1
a 2,60 dólares la libra. Con los 20 dólares mensuales que ganan la
mayoría de los matanceros, comprar carne de cerdo es un lujo que pocos
se pueden dar.

Cuando se recorre en una u otra dirección la ciudad de Matanzas, no se
ven grúas que indiquen que se levantan nuevas edificaciones como símbolo
de desarrollo y el progreso. Tampoco hay noticias de ejecución nuevas
inversiones industriales o de la modernización y ampliación de las
existentes.

Al no crearse nuevas fuentes de empleo que posibiliten la ubicación de
los miles de trabajadores que sobran en las empresas y organismos
gubernamentales de la capital yumurina y no haber posibilidad de empleo
a los jóvenes que arriban a la edad laboral, el gobierno provincial tomó
la decisión a regañadientes de facilitar la creación de pequeñas
empresas en el sector de los servicios, lo que ha posibilitado la
creación de nuevos puestos de trabajo, en los que muchos de esos
desempleados hayan encontrado trabajo con mejores salarios de los que
cobraran cuando trabajaban para el Estado.
Esta es la explicación de la proliferación por las principales calles y
avenidas de la ciudad de Matanzas de estos pequeños negocios privados.
En ellos se venden confecciones textiles, artículos de ferretería,
bisutería, artesanía, ferretería, piezas y accesorios de teléfonos
móviles, de bicicletas y motos, discos compactos, así como la venta
alimentos variados en cafeterías, pizzerías y pequeños restaurantes. ,

Pero otra de las características de Matanzas que la diferencian del
resto de las ciudades de Cuba es que allí es como si la actividad
privada no existiera, porque se despliega en el interior de las casas y
en los locales habilitados para estos fines, existen anuncios pero no
abundan. Los vendedores ambulantes parados en las esquinas es bastante
difícil encontrarlos en Matanzas.

Las autoridades provinciales y municipales de Matanzas han logrado hasta
ahora que la ciudad conserve entornos propios de su historia, su
ambiente acogedor, la limpieza de sus calles y la belleza de sus parques
y áreas públicas.

Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/economia/156-agaleriaseconomia/7515-matanzas-una-ciudad-de-puentes-y-pequenos-empresarios.html

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