5 de mayo de 2011

El zar de Castrolandia

El zar de Castrolandia
Escrito por Paulino Alfonso Estévez

Lawton, La Habana, 5 de mayo de 2011, (PD) Hace alrededor de un año leí
un artículo de Enrique Ros donde este se refería a Raúl Castro como un
tipo mediocre. Confieso que entonces no estuve de acuerdo. Incluso
después de las declaraciones de Alcibíades Hidalgo, el libro cuasi
pornográfico de Norberto Fuentes y los comentarios del general Rafael
del Pino, no intuí lo que Ros logró ver hasta que le toco a Raúl Castro
"gobernar".

Todo comenzó cuando sustituyó pro tempore al Máximo Líder. Quizás
confiado en el desenlace "inevitable", se entusiasmó y comenzó a
recortar los discursos, los lemas incendiarios, sustituyó el día de la
reforma agraria por el del orgullo gay, repartió pacotilla, incluso
prometió un vaso de leche para todo el que lo quisiese (de esto ultimo,
dicen las malas lenguas que no se quiere acordar). Habló también de
conversaciones con el imperio, etc., etc. No es malo soñar de cuando en vez.

Un año después, el gigante despertó, armó su escolta y desde Punto Cero
comenzó a dar órdenes, primero a través de Dalia y Alexis (esposa e hijo
bien amado, respectivamente), nunca a través del porno-star Tony ni el
otro cabrón que vende sus fotos autografiadas a los turistas en 50 CUC.

Después fue el fiel Joseito quien llevaba los mensajes a todos los jefes
del Partido (en definitiva, todavía era su primer secretario). El
gigante aun gobernaba. Desde su olimpo le recordó a su iluso hermano que
ejercería el poder desde la oscuridad, dictándole los discursos y los
temas, recibiría a quien le diera la gana, y hasta le recordó que en
cualquier momento lo siquitrillaba, porque como decía el Papa Borgia:
"Yo soy quien soy".

Bueno, ya eso pasó. Ahoraalt hay un nuevo Buró Político. Hay sólo dos
civiles, el resto son militares. Los castristas liberales pasaron a
retiro y para San Eusebio de la Habana Vieja, al igual que Abel Prieto,
nada. Este último amenaza con volver a escribir. ¡Pobre Retamar!

Observen que el Gordo Marino y la Sra. Mercedes Acea, son los dos únicos
civiles de la "nueva promoción", ya que el otro nuevo fue hasta ayer por
la tarde General de Brigada (cuidado Marino, que asi mismo le hicieron a
Lage con Cabrisas).

No van a permitir disidencias dentro del "partido". Y menos fuera de él.
Raúl Modesto no tiene ninguna intención de abrir nada. Quién sabe si
entusiasmado por lo "bien" que se porta Obama, en cuanto a los
disidentes dijo bien claro que o se esconden o será" el pueblo" quien
los mate a palos, porque esta vez el gobierno no se va a meter.

En el plano partidista, Raúl Modesto despreció olímpicamente a los más
jóvenes cuadros del partido al nombrar al tutankamen Machadito como
segundo secretario.

En el aspecto gerencial, ha optado por vigilar a los gerentes y
empresarios en vez de estimular la creación de bienes y servicios y por
ende empleos. Esto lo hace a través de la obediente Gladys Bejerano,
quien solo tiene que ordenar ¡cógelo! al todopoderoso mastin, el coronel
Alejandrito Castro Espin, para meterlos de cabeza en 100 y Aldabó (la
sede del Departamento Técnico de Investigaciones).

Incluso a los castristas que deseaban debatir los problemas del país
abiertamente, les cerró la puerta en las narices. Adujo que todo eso ya
lo sabía el partido que es quien lo tiene que resolver, lo que equivale
a apagar fuego arrojándole gasolina.

Sí, porque soñar en aliviar los desastres del colectivismo sin renunciar
a este, sólo con unas cuantas medidas capitalistas decimonónicas, es
igual que creer que el PIB de Castrolandia va a elevarse por lo que
produzcan peluqueros de poodles, payasos o yerberos yoruba. Piensen si
es posible que una dictadura militar se sustente en producciones de
servicios locales, sin subsidios y sin mercados.

Por suerte para todos, Raúl Modesto empieza su reinado con 80 años y más
enemigos que amigos.

Ah, y no cuenten con los US$13.2 bn de ayudita que le envía el patrón
Chávez anualmente. Estos no son para el pueblo, son para otros altos
fines, entre ellos, garantizar la sucesión dinastica. Ya se dio el
primer paso, el diablo viejo le pasó al menos viejo el baton. Quién sabe
si pronto tendremos un Alejandro I, Zar de Castrolandia con boda real y
todo. Aquí cualquier cosa es posible.

Recuerden que la vieja guardia ve cercano el fin y al igual que en la
difunta URSS, pueden sucederse los grandes entierros, por lo que hay que
pensar en la familia real y dejarla asegurada, ¿no les parece?

paulino.alfonso @yahoo. com

http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/1268-el-zar-de-castrolandia

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