mayo 25, 2011
Dariela Aquique
Como en el medioevo, las cacerías de brujas fueron la búsqueda de
harpías o evidencias de brujería, que llevaba a acusar a las personas
afectadas a un juicio y finalmente a una condena. Así en nuestros días
y en Cuba se hace un remake de este lamentable fenómeno de antiguas
culturas.
Según los entendidos: "…Las cazas de brujas todavía ocurren en la
actualidad y suelen clasificarse dentro del llamado pánico moral. De
forma general, el término ha llegado a denotar la persecución de un
enemigo percibido (habitualmente un grupo social no conformista) de
forma extremadamente sesgada e independiente de la inocencia o
culpabilidad real…"
Ante la crisis de credibilidad que afronta nuestro sistema político, y
percibiendo que sobre él se cierne la amenaza de una desestabilidad,
persiste en arengar a sus fanáticos a reaccionar de manera puntual a las
acusaciones de (brujería = disidencia), con ensañamiento y miedo
supersticioso para castigar a los presuntos practicantes.
Una muestra de ello son los lamentables sucesos acaecidos a una de
nuestras más prominentes figuras de las artes plásticas en Cuba, el
pintor y profesor Pedro Pablo Oliva, quien acaba de publicar un
excelente escrito en el sitio El Diario de Cuba, donde de forma expedita
describe lo ocurrido y manifiesta su posición firme y plausible de no
ser más que un cubano con derecho a la libre expresión.
El artista, quien era además miembro de la Asamblea Provincial del Poder
Popular (lo que lo hacía parte de la polítocracia de la isla), fue
expulsado de sus filas, acusado de disidencia y alta traición, por el
simple hecho de haber accedido a una entrevista a Edmundo García, en su
programa "La noche se mueve" y una carta publicada en el blog Generación
Y, que como es sabido es el sitio de Yoani Sánchez, la que está
catalogada por los inquisidores la más connotada bruja=disidente del país.
Cuestionado también por sus vínculos de amistad con personas e
instituciones que son satanizadas por la dirección del gobierno. Su
taller de creación en Pinar del Rio fue clausurado y empieza así una
cadena de eventos que condenaran al insigne creador a la postergación y
al descrédito social instaurado.
El mecanismo funciona como la Inquisición, cuya actividad principal no
es la brujería, sino los herejes. Para ellos la brujería no resultaba
inicialmente un peligro tan grande como las demás herejías medievales.
Ahora mismo exponer con valentía y convicción sus ideas o emitir
críticas a los métodos de dirección de la sociedad cubana no implica
deliberadamente un delito, pero estoy segura se está trabajando en
función de convertirlo en ello de alguna manera. Es entonces, de forma
que las brujas no deben ser perseguidas de forma activa, sino sólo bajo
denuncia.
Y bajo la denuncia de un compañero, fue sometido Oliva al escrutinio. Ya
tuvimos en Cuba años atrás un periodo de cacerías de brujas donde el
dedo acusador de cualquiera al que no le simpatizases y un que otro
argumento incriminatorio te habría inculpado.
Cual antiguamente: investigaciones basadas en sospechas, rumores o
denuncias a menudo bastaban para poner en marcha la maquinaria judicial,
que llevaba a conseguir confesiones falsas a través del tormento,
rememoro el infeliz caso Padilla de hace 40 años, que bajo presiones
psicológicas se auto declaró hereje. Oliva ha sido más valiente ante el
agreste tribunal y no se declara culpable, pues no ha incurrido en
trasgresión ninguna.
Conjuntamente con las noticias de lo sucedido al pintor, un amigo
cercano me comenta que en los centros de estudios superiores, se
promueven acciones de "combatir" todo tipo de manifestaciones
desafectas, las que deben ser denunciadas y en consecuencia tendrán
desde amonestaciones públicas a la expulsión.
Reaparecen en el argot social, frases como: "Con la Revolución todo,
contra la Revolución nada." o "Universidad para los revolucionarios." Un
joven estudiante si no cuida sus palabras puede decirle adiós a su
carrera, un excelente artista, si no escoge correctamente a sus amigos y
entrevistadores, puede verse en problema.
En cualquier espacio, estaremos expuestos a que alguien con su índice te
indique o tenga palabras contra ti, si dices lo que piensas, si lo que
dices no es favor de lo establecido. ¡Cuidado hombre y mujer
librepensante!, puede mañana usted ser visto como bruja y estamos en
remake de cacerías.
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