1 de abril de 2011

Laura Pollán: «A Lina Ruz, madre de los Castro, nadie la agredió nunca física ni verbalmente»

Laura Pollán: «A Lina Ruz, madre de los Castro, nadie la agredió nunca
física ni verbalmente»
31-03-2011 - 8:53 pm.

Laura Pollán ha sido la cara más visible del movimiento de las Damas de
Blanco, el grupo opositor femenino que ha puesto en jaque al castrismo.
Repudiada y golpeada por las turbas paramilitares, esta mujer ha exigido
sin cesar la libertad de todos los presos políticos cubanos, y en
especial los de la causa de los 75. Hoy, responde a las preguntas de los
lectores de DIARIO DE CUBA.

Carlos Loveira: Estimada Laura: Mis felicitaciones a usted y a sus
heroicas amazonas. Me interesaría saber cuáles serían los planes de las
Damas de Blanco en caso de ser excarcelados todas las victimas de la
Primavera Negra. ¿Dejarán de marchar o continuarán hasta que haya una
plena democracia?

Estimado Carlos. Muchas gracias por sus felicitaciones. Las Damas de
Blanco no dejaremos de marchar aunque sean excarcelados los 75 de la
Primavera Negra, porque nuestra lucha es por la libertad de todos los
presos políticos, y me parece que mientras no cambien las leyes y exista
una verdadera democracia, habrá presos políticos en nuestro país.

Juan Martín Lorenzo: No hablemos mas de Serpa, miremos mejor al futuro.
¿Cómo ve posible la transición de Cuba hacia un modelo democrático? ¿No
pudiera haber un mayor acercamiento entre las Damas de Blanco y los
blogueros independientes para unir fuerzas?

Estimado Martín Lorenzo. Me parece correcto pasar esa página y mirar el
presente y futuro de Cuba. Creo que se debe dejar a un lado el
caudillismo y unir fuerzas, aunque con diferentes matices ideológicos,
es decir, unidos en la diversidad para llegar a una transición y
verdadera democracia. Las Damas tenemos muy buenas relaciones con los
blogueros independientes. Aunque sean diferentes formas de trabajo, el
fin es similar. Les estamos muy agradecidas porque nos ayudan a
informarle al mundo, rápidamente, los actos de represión y humillaciones
que sufrimos.

Joshua Suarez: ¡Hola! Vivo en Estados Unidos, usted ha tenido suerte de
vivir en Cuba, porque aquí o en cualquier otro país del mundo cualquier
marcha de las que tú organizas sin permiso, no sale. Y si sale, el saco
de palo no se los quita nadie. ¿Hasta cuándo Laura piensas seguir
viviendo del sufrimiento del pueblo de Cuba? La historia les pasará la
cuenta en algún momento y te puedo asegurar que tu final es aquí en
Miami, junto a los que te pagan. Yo voy a Cuba todos los años y se lo
que pasa y lo que piensa la gente, ¡y tú y tu compañía no tienen lugar
en una Cuba futura!

Señor Joshua Suárez (con acento). Es algo importante que pueda vivir en
EE UU, un país con plena libertad, y que eso le permita viajar a Cuba
todos los años. Debo decirle que nadie nos paga, ni a mí ni a las Damas.
Marchamos como forma de protesta por la injusticia cometida con nuestros
familiares, de la misma forma en que la señora Lina Ruz, madre de los
Castro, salió a las calles con otras mujeres, familiares y amigas a
pedir la libertad de sus hijos. A ellas nadie las agredió física ni
verbalmente. Sin embargo, sus hijos olvidaron todo aquello y nos
maltratan además de mantener por tanto tiempo a nuestros familiares en
cautiverio. Cuba no es el paraíso que supone ni el que ve el turista. Le
invito, ya que está tan convencido de todo lo bueno que aquí existe:
venga a vivir a Cuba, a trabajar y ganar el salario que devenga
cualquier obrero, técnico, profesional o intelectual, olvidándose de los
dólares, ya que es muy fácil vivir en un país disfrutando de la economía
de mercado, la igualdad de oportunidades sociales y la democracia, y
querer que sobreviva un régimen totalitario. Por último, le diré que no
pienso irme de Cuba. Este es mi país y quiero luchar para que en él se
produzcan cambios verdaderos. Así que no podrá verme allá, a no ser de
visita. Veremos, con el tiempo, a quién de nosotros dos la historia le
dará la razón.

Julio García: Señora Pollán, ¿a qué atribuye usted la separación del
grupo de la esposa de Biscet?

Señor Julio García. La señora Elsa Morejón, esposa del doctor Oscar
Elías Biscet y con la cual mantengo las mejores relaciones personales,
es un ser humano con pensamientos propios. La participación en las Damas
de Blanco no es obligatoria, por lo que respetamos sus criterios y
formas de lucha. Debo decirle que la señora Morejón jamás ha manifestado
criterios que puedan dañar a nuestra organización femenina. Muchas gracias.

Sergio: Estimada Laura, ante todo mi apoyo a la lucha de Las Damas de
Blanco, mis respetos por su enorme valentía y mi agradecimiento por
liderar desde Cuba una batalla que es de todos y por el bien de todos.
Desde hace varios años, en Cuba hay una verdadera constelación de grupos
opositores, todos con el objetivo de instaurar, por la vía pacífica, un
Estado de derecho que devuelva la soberanía nacional al pueblo. Sin
embargo, hasta ahora ni siquiera esta premisa ha sido capaz de
agruparlos a todos (o a la mayoría, o a los más importantes) detrás de
la misma mesa. ¿Cómo explica usted este fenómeno? ¿Cree usted que hay
desconfianza entre grupos por la habitual infiltración de agentes de la
policía política? ¿Cree que son esas mismas infiltraciones las que
impiden conscientemente (sembrando desconfianza) la unidad de la
oposición frente a la dictadura? ¿Cree que, aunque unidas en el ideario
democrático, la oposición no se atreve a manifestarse junta en las
calles por miedo a provocar la ira del régimen? ¿No cree que la
coordinación de la mayor parte de la oposición en torno a un proyecto
común dispararía su impacto en la sociedad y aceleraría la caída del
castrismo? Un fuerte abrazo desde España, para usted y para todos los
hermanos y hermanas en la justa causa de la libertad.

Estimado Sergio. Le agradezco sus palabras de apoyo y elogio a las Damas
de Blanco. Es cierto que la oposición pacífica no acaba de encontrar el
camino de agruparse y sentarse a la misma mesa, pero pienso que ahora
existen nuevos criterios que dejan atrás el caudillismo y los
protagonismos para unirse en la diversidad, respetando las diferentes
tendencias y finalmente agrupándose alrededor de los aspectos
convergentes y así obtener un bloque capaz de destruir este régimen que
nos reprime e ignora. Cuando esto se logre, no importarán los
infiltrados o la desconfianza de unos pocos. Habrá que aprender a vivir
con esas dificultades y lograr, por la vía pacífica, un estado de
derecho para que en Cuba reinen la paz, la justicia y la libertad
ciudadanas.

J.M.: En primer lugar gracias por su espíritu y voluntad, la FMC debe
sentir una envidia inmensa de no contarla en sus filas. Quisiera saber
una vez consumada la liberación de todos los presos políticos cuál será
el derrotero de las Damas de Blanco. Como vivo 'fuera' no quiero pedirle
desde mi supuesta 'cómoda posición' más sacrificios, pero sí me gustaría
saber si tienen previsto algún otro papel para el movimiento.

Señor J. M. Le agradezco a usted sus frases de elogio hacia el espíritu
y voluntad de las Damas de Blanco por nuestra lucha a favor de la
excarcelación no sólo de nuestros familiares presos y martirizados
injustamente, sino la de todos los prisioneros políticos que están
privados de su libertad en Cuba. Debo decirle que las Damas estamos
persuadidas de que en el país no desaparecerán los cautivos políticos
mientras el modelo de gobierno, detentando el poder absoluto, sea el
régimen de los Castro o de sus herederos político-familiares con similar
ideología y ansias de dominio. Si esa categoría de reclusos
desapareciera en nuestra nación en algún momento, se debería a que la
tiranía castrista quedó sustituida definitivamente por un gobierno
democrático, en cuyo caso cesarían nuestras marchas por las calles de la
nación.

Ricardo E. Trelles: Muchas felicidades para usted y sus compañeras por
las excarcelaciones de sus familiares. Ustedes han tenido capacidad
política al mantenerse dentro de las exigencias básicas de las
excarcelaciones y solicitud de cumplimientos de derechos humanos, sin
tratar de involucrar números crecientes de participantes en sus
actividades y de mantenerse como un movimiento de solicitantes
femeninas. ¿Tienen ustedes intenciones de expandirse a ser un movimiento
social de mayores objetivos, efectos y membresía? ¿Entienden ustedes que
sólo haciendo peticiones, aunque sean enérgicas, al régimen, no pueden
esperar los cambios fundamentales en el sistema de gobierno que
necesitamos; obteniendo sólo concesiones pequeñas y demoradas?

Señor Ricardo E. Trelles. Le agradezco muy sinceramente su apoyo,
solidaridad e identificación con los actos de protesta que
protagonizamos y excarcelaciones de nuestros familiares internados.
Ciertamente, hemos tratado de mantener dentro de las Damas a aquellas
mujeres que tienen a un familiar juzgado, condenado y privado de su
libertad en la ola represiva de 2003, conocida como Primavera Negra. En
la actualidad aceptamos a familiares femeninos de presos políticos,
además de a simpatizantes que están identificadas con nuestra lucha y a
las que denominamos Damas de Apoyo. De ese modo hemos extendido nuestras
demandas no sólo a los presos de conciencia, sino a todos los
prisioneros con causas cuyo origen es político, sean o no de conciencia.

Debo especificarle que las Damas de Blanco no nos caracterizamos por ser
políticas en nuestras proyecciones, ni fines, propósitos u objetivos.
Nuestros reclamos se ajustan al respeto a los derechos humanos. Luego,
no pretendemos con nuestro actuar pacífico derrocar al gobierno, sino
que los gobernantes respeten los derechos civiles y humanos de los
ciudadanos.

Humberto Herrera Carles: Ustedes tienen un apoyo y financiamiento
público del gobierno de Estados Unidos y de personas que le han hecho
daño al pueblo de Cuba que radican en ese 'norte' y sin embargo, carecen
del apoyo popular en donde viven y actúan, en su propio país. ¿Cómo
explica usted esto?

Señor Humberto Herrera Carles. Las afirmaciones que usted sustenta en su
comentario acerca de las Damas de Blanco no se ajustan a la realidad y
demuestran su desconocimiento de las condiciones, objetivos y
perspectivas de nuestra lucha. En primer lugar, no aceptamos
financiamiento público o encubierto del gobierno de EE UU o de cualquier
otro. Tampoco conocemos ni mantenemos ningún vínculo con personas que
radican en ese país y le han provocado daños al pueblo de Cuba.

Los únicos que le han causado males de todo tipo durante más de medio
siglo a nuestra ciudadanía son los hermanos Castro Ruz y su gobierno.

De igual forma, usted se equivoca al afirmar que carecemos del apoyo
popular en donde vivimos. Usted toma como referencia a los grupos
paramilitares que los operativos de la policía política organizan,
preparan y dirigen contra las Damas de Blanco en las caminatas pacíficas
que emprendemos periódicamente, exigiendo la libertad de nuestros seres
queridos. Lo invito a que observe las frases de apoyo y solidaridad que
el ciudadano medio y común expresa a medida que nos cruzamos con ellos
en los lugares públicos por donde pasamos. Sus expresiones, por regla
general, son alentadoras, cariñosas y de respeto, y compensan los tratos
crueles, inhumanos y degradantes a que nos someten las hordas
movilizadas —formadas por individuos cuya presencia es obligatoria pues
de lo contrario se señalarían y podrían perder empleos y prebendas—
contra nosotras por los grupos operativos de la Seguridad del Estado,
quienes a su vez nos humillan, golpean, amenazan con detenernos,
arrastran a la fuerza, encierran y rodean en estrechos círculos humanos
durante horas que impiden la circulación de oxígeno y dificultan
respirar normalmente a nuestras mujeres.

Actos como éstos jamás fueron realizados contra la madre y hermanas de
Fidel y Raúl Castro Ruz cuando, en unión de amigas y otros familiares,
se lanzaban a las calles en manifestaciones públicas reclamando la
liberación de los sobrevivientes del fallido ataque a la fortaleza
militar Moncada —julio de 1953—, en la provincia de Santiago de Cuba,
durante el gobierno dictatorial de Fulgencio Batista.

Le sugiero, con el respeto que usted merece, revise y estudie un poco
más la historia de nuestro país entre los años 1952-53 —ambos incluidos—
para que adquiera mayor conocimiento y esto le permita emitir juicios
más profundos.

Amylee 84: Hola, y mis respetos, verdaderamente admiro lo que hacen,
quisiera que me respondiera con sinceridad, ¿lo hace porque lo siente o
por el dinero que como todos sabemos recibe desde Miami?

Amylee 84. Me complace responder su pregunta y agradecerle su respeto y
admiración por nuestro accionar en esta lucha frente a una brutal y
despiadada dictadura, cuyos principales representantes se han logrado
sostener por más de medio siglo debido al terror.

Usted no ha sufrido prisión y parece que tampoco ningún familiar
allegado suyo, porque de lo contrario, no me haría esa pregunta. Usted
no conoce lo que es sufrir por una injusticia. Nuestros familiares
privados de libertad no son asesinos, violadores ni ladrones. En
resumen, no son vulgares delincuentes. Se trata de personas que
defienden el respeto a los derechos humanos e ideas diferentes a las
enarboladas en el discurso gubernamental, gentes que tuvieron el valor
de expresarlas pública e internacionalmente, rompiendo la barrera del
temor. Por esa razón han pagado un precio extremadamente caro: la
pérdida de su libertad.

No hay dinero en el mundo que pague el dolor, el sufrimiento de
ancianos, mujeres y niños de nuestras familias. Pero sí hay mucho, mucho
amor, motor impulsor que nos ha permitido enfrentar a este gobierno,
estar dispuestas a los mayores sacrificios y hasta entregar nuestras
vidas —de ser necesario— con tal de devolver a nuestros hogares a estos
hombres. No somos asalariadas de nadie y mucho menos mercenarias. Basta
de creer en semejantes campañas mediáticas que tienden a confundir a la
opinión pública internacional. Los Castro difaman de nosotras en cada
ocasión que se les presenta. Somos mujeres que amamos la familia, la paz
y la libertad.

Alfredo de Jesús Viso: Querida Laura, qué orgullo siento al darme DIARIO
DE CUBA la oportunidad de felicitarte. Los que hemos sufrido el presidio
sabemos en toda su magnitud lo que tú y todas las Damas de Blanco
representan para la libertad de Cuba. Eres inmensamente valiente,
admirable y digna de respeto. No cabe duda que el régimen se empequeñece
con sus turbas gritándoles ofensas ante la manera pacífica en que
ustedes piden libertad. Te felicito de todo corazón y con ello a Bertha
Soler, Reina Luisa Tamayo, Martha Fonseca y cada una de esas valientes
mujeres que tú representas. Felicítame a tu esposo Héctor, a quien
conozco, un hombre admirable.

Querido Alfredo de Jesús Viso Bello. Qué agradable ver su nombre entre
las personas que nos preguntan. Recuerdo el día que vino a despedirse de
Héctor —mi esposo— a nuestra casa y sé que es el hermano de Alida Viso.
No creo que seamos tan valientes como dicen, pero es tanto el dolor, el
sufrimiento y el amor que sentimos, que se han convertido en poderosas
razones para cruzar el umbral que separa el temor del valor sin apenas
darnos cuenta. Le diré que no es fácil soportar a esas turbas
ofendiéndote moral e ideológicamente, pero Dios nos da fuerzas para
soportar y no aceptar sus provocaciones y poder continuar nuestra
pacífica lucha. Muestra de ello es el gladiolo que portamos como símbolo
del amor y la familia. Les haré llegar con agrado sus felicitaciones a
Berta, Reina, Sara Martha y a mi querido héroe troyano, Héctor. Por
favor, saluda a Ricardo, Alida y a la bella Rocío.

Ernesto Gutiérrez Tamargo: Laura, ha sido muy dura la lucha por la
libertad de tu esposo Héctor y del resto de los 75. Me alegro porque, al
menos, ya esté en casa. La pregunta: ¿Qué futuro les queda a las Damas
de Blanco cuándo todos los encarcelados por la Primavera Negra de 2003
estén en libertad? ¿Seguirá el Movimiento de las Damas de Blanco? ¿Las
Damas de Blanco seguirán saliendo a reclamar la libertad de todos los
presos políticos y de conciencia en Cuba que no sean de la Primavera
Negra de 2003? ¿Las siguen hostigando en las calles de La Habana? ¿Qué
opinión te merece el informante del régimen Serpa Maceira?

Estimado Ernesto. Me siento muy feliz con la presencia de Héctor en
nuestro hogar y de los 75 que ya están excarcelados, pero te diré que
nuestra lucha no culmina con esas excarcelaciones. Es cierto que por
ellos surgimos, luego ampliamos nuestro apoyo a todos los presos de
conciencia y por último a todos los presos políticos, y me parece que
mientras este régimen exista habrán presos políticos, porque sus leyes
no cambian, ni su esencia tiránica. La represión continúa, no sólo los
actos de repudio donde nos hostigan verbalmente. También emplean las
agresiones morales y en muchas ocasiones las físicas; pero ya están
convencidos de que no cejaremos en nuestro empeño aunque para ello tenga
que correr mucha sangre en las calles de La Habana. Conocen que no
descansaremos mientras existan presos políticos.

Serpa, por su parte, es un infeliz, realmente me da pena con él porque
no es un agente infiltrado. Es una persona que traicionó porque no
resistió la presión gubernamental, pero… debe recordar que Roma paga y
utiliza a los traidores, pero los desprecia. Muchas gracias por su
participación y saludos.

LGF: A nivel personal, como mujer, más que como Dama de Blanco, ¿cuál es
el mayor desafío que enfrentas cada que vas a salir a la calle? ¿Cuál
fue el sentimiento más grande que te motivó a formar las Damas de Blanco
y qué te lleva a salir cada domingo?

L.G.F. A nivel personal, como mujer, el mayor desafío que tengo al salir
a la calle es la certeza de que voy a luchar por el amor, por la sagrada
familia que me destruyeron ese 19 de marzo de 2003, y el firme propósito
que, de forma pacífica, lo regresaría a la casa de donde nunca debieron
llevárselo. La desesperación, unida al amor, motivaron que nos uniéramos
las mujeres familiares de los 75 y que nos comprometiéramos a no dejar
de marchar hasta que todos estuvieran en sus hogares. Recuerda que el
amor todo lo puede.

Omara Rodríguez: Laura, he visto los horrorosos actos de repudio frente
a tu casa, ¿por qué cree usted que esa gente se presta para gritar
amenazar y hasta golpear a mujeres pacificas? ¿En qué cabeza puede caber
una acción tan degradante , cobarde y vil? Son como una jauría de hienas
acechando a un rosal. Algún día esa gente se arrepentirá de esas
acciones tan bajas y denigrantes y no espero menos que vayan a tu casa,
cada uno, a pedirte perdón.

Estimada Omara. Lamentablemente es triste ver cómo jóvenes acuden al
llamado del gobierno y se prestan para humillar, reprimir y hasta
golpear a mujeres que no conocen, pero tenemos que pensar que son
manipulados, engañados con el falso argumento de que nuestras protestas
son financiadas por el gobierno de EE UU, que vamos a propiciar una
invasión armada extranjera, que deseamos el anexionismo. Guiados por la
policía política de los Castro, esos jóvenes se unen a tropas
paramilitares vestidas de civil que tratan de confundirse con el pueblo
y, de ese modo, mantener al régimen en el poder. Ese es el
comportamiento de fieras heridas de quienes, en sus estertores finales,
recurren a cualquier mecanismo —lícito o ilícito— con tal de prolongar
su vida. ¡Qué Dios los perdone! Algún día, no muy lejano, comprenderán
que nunca hemos sido sus enemigas. Por el contrario, luchamos para que
nunca más otras familias sufran esta amarga experiencia.

Muchas gracias por sus palabras y creer en el arrepentimiento de las
nuevas generaciones que tanta falta le hacen a nuestro país.

Omar Laffita: 'En lo profundo del invierno finalmente aprendí que había
en mí un verano invencible', Albert Camus. Al leer esta frase enseguida
me viene a la mente la señora Pollán y su sentido de su organización.
¿Cuál es el futuro de las Damas de Blanco en una Cuba democrática y
libre? ¿Termina así su misión una vez liberados todos los presos de
conciencia? ¿Usaría usted su experiencia en la oposición para
aspiraciones políticas en la Cuba libre?

Señor Laffita. Las Damas de Blanco somos fieles luchadoras por la unión
de la familia, por la libertad de los presos políticos y por el respeto
a los derechos humanos. Nunca hemos tenido preferencias políticas y el
día que Cuba se inserte en el mundo democrático porque sea libre y no
gobiernen más los Castro u otros gobiernos parecidos, nos dedicaremos a
otras esferas de interés, pero siempre dentro de los derechos humanos.
Quizás nos proyectemos a defender los derechos de la mujer, de los
niños, los minusválidos…

El Lapón Libre: Señora Laura: Todas las mujeres opositoras al régimen,
de una forma u otra, han sufrido fuertemente por su osadía, pero en su
caso personal, lo veo más difícil porque ha estado prácticamente sola,
sin su esposo o algún familiar que soporte con usted el ruido y las
calumnias ensordecedoras de las cobardes hordas manipuladas por el
castrismo y donde, para colmo de males, hasta la arquitectura de su casa
—situada en un pasillo protector de tanta ignominia al ojo público— ha
estado en contra. ¿De dónde ha recabado usted fuerzas para no flaquear
ante la barbarie? ¿Cómo ha logrado su corazón y débil salud en general,
vencer tal ejército de energúmenos abusadores?

Señor Lapón Libre. Es cierto que todas las mujeres opositoras sufren por
enfrentarse a este mal gobierno, pero a las Damas nos ha tocado hacerlo
sin el apoyo de nuestros hombres, porque ellos fueron injustamente
encarcelados y hemos tenido que asumir —al unísono— la lucha por la
supervivencia, las obligaciones familiares con hijos, nietos y el hogar
pero, gracias a Dios, los vecinos, salvo raras excepciones, nos
manifiestan cariño y no se prestan para ninguna acción burda y horrible.

Mi casa es muy vieja y está situada en una arteria principal de la
capital, la calle Neptuno, que une La Habana Vieja con el Vedado, y
todos son testigos de cómo el gobierno desvía el tráfico y en la puerta
y ventanas que dan a la calle, pone potentes bocinas de audio para
atormentarnos con sus gritos. Pero ni la puerta ni las ventanas se
cierran porque nosotras no tenemos nada que ocultar y esta humilde
vivienda, que fue en una época la Casa de las Muñecas, hoy es la sede
principal de las Damas de Blanco, donde nos reunimos y se le ha dado
albergue a tantas mujeres del interior del país durante estos tristes
ocho años.

No me importa haber perdido la privacidad del hogar y la personal por
una causa tan justa y pura y si fuera necesario lo volvería a hacer,
porque Dios nos da fuerzas y llena de amor nuestros corazones para
resistir y no permite que en los momentos difíciles mi enfermedad
—diabetes— brote con fuerza. Mi esposo, en broma, dice que mi
padecimiento es opositor y simpatizante de las Damas de Blanco.

Roberto Romero: Saludos desde el área de Washington, DC, Estados Unidos,
a las valerosas Damas de Blanco. Sra. Pollán, ahora que el gobierno
cubano ha revelado su infiltración en los grupos de disenso en la isla,
¿qué medidas están tomando para protegerse de esta actividad por parte
de la dictadura? Felicidades en el Día Internacional de la Mujer.

Estimado Roberto Romero. Reciba usted también nuestros saludos. Le diré
que a las Damas de Blanco no nos ha afectado que sacaran a la luz a esos
personajillos que dicen llamarse agentes de la Seguridad del Estado,
porque las Damas somos transparentes, realizamos las marchas en las
calles, a la luz pública. Le exigimos la libertad de los presos
políticos al gobierno directamente, así es que los infiltrados no tienen
qué informar porque no hay nada oculto. Las rutas a seguir hacia los
lugares seleccionados son sólo del conocimiento de un estrecho círculo,
las que hemos estado sometidas a varias pruebas de fuego durante muchos
años; así continuaremos.

Muchas gracias por su felicitación en el Día Internacional de la Mujer.

Anonimatus: Laura, ¿de dónde sacas tanto valor? Mis amistades, que te
conocen, me han dicho que tienen muchos deseos de unirse a las marchas
que haces con las Damas de Blanco, pero tienen miedo.

Anonimatus. Es cierto que el temor es un sentimiento humano y todos lo
hemos sentido en un momento, pero el amor, la razón y el dolor permiten
el cruce de esa frontera para que con valor continúes tu camino, sin que
te importe quienes deseen detenerte, porque conoces que Dios te provee
de fuerzas para seguir luchando por una causa justa. Dile a tus amigas
que se animen y si están de acuerdo con nuestro reglamento, podrán ser
Damas de Apoyo y tanto Cuba como los presos políticos le agradecerán tan
solidario gesto.

Paco Gonzales: Hola Laura, admiro mucho a las Damas de Blanco y me
resulta muy interesante la idea de marchar en ese país con un gladiolo
en la mano, es una forma muy bonita de llamar al amor y a la paz
(concebible sólo en el corazón de una madre con mucho dolor). Al lado de
ustedes las turbas convocadas para reprimirles lucen vulgares y falta de
toda ética o valores personales (creo que es bueno que ustedes mantengan
la calma dentro de lo posible y no les respondan de igual manera, pues
uno de los objetivos de ellos es que eso suceda). Quería hacerle dos
preguntas: ¿De quién fue la idea original de marchar de este modo y
cuantas de ustedes comenzaron? ¿Crees que si a los jóvenes cubanos les
propusieran formas similares para marchar en paz por la falta de
libertad de expresión, de derechos humanos en general, o contra lo que
ellos quisieran protestar, lo harían? ¿Se sentirían suficientemente
motivados? Saludos, abrazos y buena suerte.

Señor Paco González. En realidad resultan emblemáticas las marchas en
este país, donde existe tanta violencia, más aún hacerlo vestidas de
blanco como símbolo de la paz, la inocencia y con un gladiolo, símbolo
del amor y la familia. Esas personas vulgares que nos increpan y tienen
ciertos conocimientos y dicen ser universitarios o estudiantes, no
poseen la más mínima sensibilidad humana, por lo que no pueden entender
la belleza y profundidad de nuestra lucha.

A partir del 30 de marzo de 2003 comenzamos a marchar una cuadra más o
menos unidas al Comité de Madres Leonor Pérez, que desde tres años atrás
lo hacían, sin flores y con ropa de color blanco y negro. A partir de
mayo, comenzamos a vestir de blanco nada más y a no abandonar la iglesia
de Santa Rita, por lo que nos separamos del Comité de Madres que comenzó
a peregrinar cada domingo por diferentes iglesias de La Habana. Los
gladiolos fueron llevados por primera vez el 20 de marzo de 2004, como
ofrenda, el último día del primer aniversario, a la iglesia de Santa
Rita, y fueron 75. Se realizó un pase de lista de nuestros presos y tras
cada nombre se depositaba un gladiolo. Desde entonces todos los domingos
caminamos con ellos en nuestras manos, como representación del amor y la
familia.

A los jóvenes se les va despertando la conciencia poco a poco, pero no
creo que se les debe incitar, es algo que tiene que nacer, sentirse,
para poder actuar hasta las últimas consecuencias.

Reciba nuestros saludos y gracias por desearnos suerte, que tanto la
necesitamos.

Víctor: Muchas felicidades en el Día Internacional de la Mujer por su
valentía. ¿Sabe usted qué opinan los Castro de las Damas de Blanco? ¿Han
querido acallarlas deportando a los presos y damas a España? ¿Ve usted
posible una revuelta del pueblo al estilo de los países árabes? Muchas
Gracias.

Estimado Víctor. Le agradecemos su felicitación por el Día Internacional
de la Mujer. No sé exactamente lo que piensan los Castro de nosotras,
pero sí creo que nunca pensaron que les resultaría tan difícil lidiar
con mujeres. Algunos de sus agentes nos llaman "viejas locas", pero
segura estoy que los Castro no lo piensan así, porque de lo contrario no
emplearían tantos recursos, personal militar y paramilitar e incluso
estudiantes para acallarnos y detener nuestras marchas. Pensaron que
deportando a los 52 presos que restaban del grupo de los 75 terminarían
con el famoso grupo de prisioneros políticos y las Damas de Blanco, pero
se equivocaron. Doce no aceptaron el destierro y las Damas continuaremos
mientras existan presos políticos.

El pueblo de Cuba está desesperado y existen condiciones para que se de
un estallido social, aunque el miedo, debido a la represión y los 52
años de falta de libertades, pesa mucho.

Tag: Damas de Blanco

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