02-03-2011.
Lamasiel Gutierrez
Corresponsal desde la República Checa
(www.miscelaneasdecuba.net).- La entrada triunfal con consignas
gubernamentales y vítores por parte de la poblacion de Isla de la
Juventud, (enclavada al sur de Cuba), al agente Emilio, conocido entre
el mundo disidente y del periodismo independiente como "mil quinientos"
y cuyo nombre de pila es, Carlos Serpa Maceira, el pasado día 28 de
febrero, no sorprendió a mucho pues desde hacia mucho tiempo venía
haciendo su trabajo solapado de zapa, entorpeciendo la labor de muchos
periodistas que desde la isla arriesgan su libertad para dar a conocer
al mundo la realidad de lo que ocurre en el interior de Cuba.
Este recién destapado agente y a quien tuve que sufrir durante años por
ser mi colega y paisano pues su lugar de residencia es el mismo que mi
antiguo. Por ahora me encuentro deportada en contra de mi voluntad en
Praga, República Checa por ejercer el periodismo libre en Cuba, donde él
se vanagloriaba delante de conocidos y aun de personas extrañas de ser
el reportero que más noticias enviaba desde Cuba hacia diferentes
páginas web internacionales. Lo cual era cierto como también que la
mayoría de sus informaciones se basaban en mentiras elaboradas dentro de
alguna oficina del departamento de la seguridad del estado de la Isla de
la Juventud.
Este recién estrenado agente se quejaba costantemente al exilio de
sufrir constantes acosos y ataques por parte de la policia politica,
acciones que yo personalmente sabia que eran inciertas, pero que no daba
a conocer porque precisamente esa es una de las tantas acciones que
desarolla el departamento de la seguridad del estado para desacreditar a
verdaderos disidentes y periodistas independientes.
El lugar para la entrada triunfal a territorio pinero fue escogida a
priori ya que se alega del centro de Nueva Gerona y de su lugar de
residencia donde más personas lo conocen desde los años en que se
desempeñaba como ayudante de policia e imponía multas de mil quinientos
pesos a ancianos y personas de la tercera edad que vendian frutas, café
y cigarrillos en los portales de sus viviendas como forma de ganarse la
vida. En este lugar llamado Micro 70, viven los jerarcas y dirigentes
del gobierno, los que ostentan un nivel de vida superior, se pasean en
buenos carros y exiben elegantes apartamentos que el cubano medio jamás
soñará tener.
Estos personajes son los que dieron vivas y gritos de alegria, y alzaron
en hombros al "héroe pinero" que se lamentó entre la multitud que lo
rodeaba, de sufrir, porque mientras el monitoreaba y reportaba la labor
pacífica de las valerosas Damas de Blanco a las que llamó (asalariadas
del imperio), su hija pintaba carteles alegóricos en defensa de los
cincos espias cubanos presos en cárceles estadounidenses donde exigía
libertad para los cincos, a su entender esto le era doloroso.
Algo que se le olvidó decir fue que abandonó a su pequeña hija, débil
visual por demás, al cuidado de su madre que sufre la misma patología en
un cuartucho del reparto La Demajagua, (ubicada a 30 kilómetros de la
capital Nueva Gerona) y donde penetraba el viento y la lluvia en épocas
de ciclones. Mientras tanto proseguía su labor de entorpeciminento a
grupos disidentes y periodistas independientes a la misma vez rogaba a
compatriotas del exilio ayuda económica para su familia a la que jamás
ayudaba, de estas acciones son testigo, cientos de sus vecinos de este
referido poblado.
De personajes como estos son de los que se valen los órganos de la
seguridad del estado, para tratar de desacreditar la labor pacifista que
desarrollan dentro de la isla los grupos pro derechos humanos que
trabajan a favor de la libertades individuales y civiles del pueblo
cubano. A mi entender con estos destapes y quemes de agentes, el régimen
de La Habana lo único que demuestra es que está más desesperado que
nunca, y trata de apuntalar al gobierno que se desmorona a ojos vista y
temerosos de un estallido social en la isla parecido a los de Tunez,
Egipto y Libia.
En cuanto al futuro de este antiheroe, me temo que para desgracia de su
vecinos, esta vez siga en su labor de inspector policial repartiendo
multas a diestra y siniestra, añorando los tiempos en que no tenía que
hacer nada más lo justo para vivir decentemente.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31456
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