La UE acepta escuchar el planteamiento de la oposición cubana por vez primera

La UE acepta escuchar el planteamiento de la oposición cubana por vez
primera
Carmen Chamorro
jueves, 24 de marzo de 2011

La Resolución 1973 del Consejo Seguridad de Naciones Unidas y la
adopción de medidas necesarias contra las fuerzas gubernamentales libias
en su ofensiva frente a los opositores, justificaría la intervención
para proteger futuros levantamientos en países latinoamericanos en
defensa de la libertad. De la responsabilidad de proteger a los civiles
de un estado nace un conjunto de complejidades, así como la necesidad de
terciar en un escenario inabarcable y lleno de intereses. Fuentes de la
diplomacia europea en La Habana ponen de manifiesto los cambios en la
cúpula dirigente que el régimen cubano pretende acometer en vísperas del
VI Congreso del Partido Comunista, a celebrar en el próximo mes de abril
del presente año. Todo parece indicar que pudiera haber reacciones
imprevistas y desenlaces insospechados.

Los rumores que circulan por la Isla sobre posibles modificaciones en la
dirección política para evitar fisuras en la propia nomenclatura cubana
y acallar, sobre todo, las voces manifestantes que apenas se conocen en
el exterior y que reclaman libertades individuales, de asociación y
libre expresión, apuntan a Juan Contino Aslán, quien dejaría el cargo de
Presidente del Poder Popular en la capital cubana y pasaría a ostentar
la Presidencia del Parlamento cubano en sustitución de Ricardo Alarcón
de Quesada. Antonio Castro, hijo de Fidel Castro, médico del equipo de
Cuba de beisbol y Vicepresidente Primero de la IBA (Internacional
Basseball Association) asumiría el papel de Presidente del Comité
Olímpico Cubano, para sustituir, a consecuencia de su deterioro físico,
a José Ramón Fernández, conocido como "el gallego" . El tercer cambio, y
el más sorprendente, se dirigiría a Randy Alonso, actual moderador del
programa de la televisión cubana Mesa Redonda y Jefe de Comunicación del
Consejo de Estado de la República de Cuba, que sustituiría a Bruno
Rodríguez Parrilla, actual Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.

Si a esto se le añade el encuentro mantenido en estos días por el
diputado del Grupo Parlamentario del Partido Popular en la Cámara Baja,
nacido en La Habana, Teófilo de Luis, con el Director para las Américas
del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffer pudiéramos
hablar de la apertura de un nuevo capítulo de incertidumbres. De Luis
califica de "reunión muy productiva e interesante" la celebrada entre ex
prisioneros cubanos extraditados a España y el diplomático sueco, en la
que no se contemplan, por el momento, condiciones favorables al cambio
de la Posición Común de los países de la UE con respecto a Cuba, vigente
desde el pasado año 1996.

Pero es que, además, el diputado del PP también habla del compromiso
adquirido por Leffer de cara al Movimiento Cristiano Liberación para
acudir en algún momento a Cuba y entrevistarse con la oposición interna
en la Isla. Es una señal positiva, por parte de Leffer, el
reconocimiento del derecho del pueblo cubano a demandar un referéndum
como expresión de soberanía popular y que no solo sea escuchado el
planteamiento oficial del Gobierno.

Al Director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior le
fue trasladada la existencia de activistas políticos de Derechos Humanos
que están siendo, en estos días, perseguidos y encarcelados por
trabajar, precisamente, en el proceso de recogida de firmas en apoyo del
citado referéndum, y respaldado legalmente por más del doble de
ciudadanos que, como requisito, exige la Ley de la Constitución cubana.

El Movimiento Cristiano Liberación ha elaborado una petición a la
baronesa Catherine Ashton en un documento que expone acciones que deben
realizarse para una correcta valoración de la situación en cuanto a
libertades y derechos fundamentales del pueblo de Cuba y, en este
sentido, no puede considerarse al Gobierno como único interlocutor,
debiendo, en cambio, el equipo de trabajo de la Alta Comisionada
escuchar in situ a la oposición democrática interna; que la liberación
de presos de conciencia nunca debe ser interpretada como señal de
democratización sino como la consecuencia del carácter totalitario y
represivo de las autoridades, y que la UE debe reconocer el justo
derecho del pueblo cubano a decidir libremente su presente y futuro
mediante un referéndum.

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