23-03-2011.
León Padrón Azcuy
Activista Pro Derechos Humanos
(www.miscelaneasdecuba.net).- La formación de un hombre nuevo, devino en
directriz dentro del programa de gobierno de los jóvenes barbudos que
emergieron con el poder en 1959. Desde entonces, sólo han logrado
cultivar espinas que hoy recogen.
Bajo el manto de Carlos Marx, Federico Engels y con más preponderancia,
Lenin, prometieron el paraíso terrenal, echando a un lado la formación
de valores cívicos, tan importante en la convivencia de las naciones,
limitando la frontera de las oportunidades mutiladas por un techo que se
llama socialismo cubano.
Hablar hoy con espíritu crítico de la floreciente prostitución existente
en mi país es un deber de cualquier cubano. Procuré documentarme con
personas que interactuaran en ese bajo mundo, fuentes directas de esta
información. Confieso que encontré dentro de ellos, muchos interesados
en aportar testimonio siempre y cuando no revele su nombre.
Y aunque la prostitución es un hecho que data desde hace muchos años, lo
retomé. Para ello me apoyé en un recorrido que me llevó a varios de
estos lugares nocturnos con el fin de comprobar lo que me habían
revelado. Discotecas, Cabarets, Restaurantes y Hoteles, donde noche tras
noche, se mueven miles de dólares, euros o cuc, tras faldas y piernas de
preciosas jóvenes, muchas de ellas emigradas a la capital desde el
interior del país.
Algunos analistas y observadores achacan a la actual situación
socioeconómica de la familia cubana la causa de la alarmante cantidad de
jóvenes prostituidas. Otros aprecian más la ausencia de valores
ciudadanos y cristianos. Este empleo, interactúa, -según las fuentes-,
en un escenario tripartita, donde mucho tiene que ver -las gerencias de
los centro nocturnos, los chulos y en algunos ocasiones el departamento
policiaco (LACRA), entretejidos coherentemente por el botín.
Desde las 10 de la noche y hasta las 6 de la mañana, un enjambre de
jóvenes, operan -cual nuevos proletarios- en instalaciones recreativas
nocturnas de la capital, donde confluyen un gran número de turistas. La
Cecilia, discoteca situada en la 5ta avenida municipio Playa, el Salón
Rojo del Hotel Capri en la calle 21 del Vedado, el Restaurante Dos
Gardenias y la Mesón, en Miramar son los más identificados por las fuentes.
Los chulos (proxenetas) se encargan de hacer efectivo el "trabajo" de
sus chicas. Para ello, se ocupan de la protección, vigilancia y soborno
del personal de la "casa", muchos de ellos son incluso los mismos
custodios de las instalaciones.
Los pagos por sexo para lugares como la Cecilia y el Capri, fluctúan
entre los 100 y 150 CUC en una sola noche, precio relacionado con las
posibilidades de la prostituta, con su experiencia, vestuario y recursos
acumulados. Las que operan en Dos Gardenias y la Mesón, cobran entre
50 y 100 CUC, por cita.
En estos centros nocturnos, las bebidas triplican su precio en relación
a cualquier punto de venta externo. La cerveza Bucanero o Cristal, que
afuera vale un dólar se vende en tres. Una botella de Ron reserva Habana
Club de 8 cuc se revende por 40. Estos "márgenes" ofrecen la
posibilidad de revender a partir de "inversiones propias", de cualquier
cantinero.
El cobro de la entrada se establece en dependencia a la agrupación
musical que actué. Por ejemplo, si se trata de las reconocidas Gente de
Zona o la Charanga Habanera, la entrada cuesta entre 25 y 35 CUC.
Astronómico costo, imposibles para la mayoría del joven cubano.
Al recibir su parte de los dividendos, la policía se hace de la vista
gorda, ante lo que ocurre frente a sus ojos. Los dividendos que mueve
la prostitución, generan impresionantes ingresos en estos centros
nocturnos en todo el país. Dan la posibilidad a las prostitutas de
adquirir artículos de primer nivel en las tiendas recaudadoras de divisas.
Fuentes no oficiales calculan que de cada diez lavadoras vendidas en las
tiendas, ocho pertenecen a su factura. También se comenta que algunas
de estas trabajadoras nocturnas han financiados lujosos autos que
circulan en La Habana (audi, BMW, mercedes). Se citan los casos de
Farianne de Moa (Holguín) residente en España quien le compro a unos
"amigos" un Toyota yaris en 28000 dólares en el 2007. También se
recuerda a Arianna de Mayarí (Holguín) quien se favoreció con un Toyota
corolla en 30 000 dólares.
Existe otro nivel de prostitución, llamado puta de bajo costo o chupi.
Quienes operan en zonas de Monte y Cienfuegos en la Habana Vieja, calle
23, y el malecón, entre otros. En estos lugares, jóvenes que en su gran
mayoría provienen de centro universitario, alternan su profesión de
maestras emergentes, enfermeras o medico etc, que no pueden proveerse
una vida decente con su trabajo o estipendio. Menos aun, pueden depender
de sus padres tragados por el entramado totalitario existente.
Hace algunos años, el gobierno comunista, fijó límites para la libertad
de residir dentro de la Isla. El artículo 217 prohíbe el éxodo masivo
hacia la capital. Sin embargo la gran mayoría de las prostitutas que
proceden del oriente, centro y occidente del país se las ingenian para
sobrevivir en la capital encontrando en la prostitución la forma de
subsistencia de ella y sus familiares. Menudo legado dejó la formación
del hombre nuevo.
Dios bendiga a todos los cubanos.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=31710
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